Monse?or se blinda
Me parece que las delegaciones en Granada de la Cadena SER y de este peri¨®dico merecen un agradecimiento expl¨ªcito por la labor informativa que est¨¢n haciendo con motivo del juicio que por primera vez en Espa?a ha sentado en el banquillo de los acusados a un arzobispo de la Iglesia cat¨®lica. S¨®lo falta que hagan algo m¨¢s inteligible (si es que se puede) la espesa trama en la que tambi¨¦n se mueve, sobre el tel¨®n de fondo de Cajasur, la siempre inquietante sombra del cardenal Ca?izares.
Ya resulta edificante que la bronca entre estos dos altos cargos eclesi¨¢sticos, ambos alineados en el sector m¨¢s reaccionario de la conferencia episcopal, tenga como fondo una entidad financiera, Cajasur, cuyo estatuto es, por cierto, otro enigma dif¨ªcil de comprender. Pero hay otro dato mucho m¨¢s revelador y sobre el que han insistido ambos medios. Me refiero a la capa de ampulosa ret¨®rica en la que el arzobispo de Granada se ha envuelto a la hora de comparecer ante el tribunal con la finalidad, en un primer momento, de eludir la actuaci¨®n de la justicia de los hombres aduciendo privilegios que afortunadamente el derecho ya no ampara, y despu¨¦s, cuando la comparecencia ante el juez era inevitable, afirmando (como hizo en la homil¨ªa del domingo, que como es habitual se pudo seguir en la retransmisi¨®n de Localia; le falt¨® llorar) que iba a juicio como Jesucristo. Monse?or necesitaba desesperadamente blindar con algo contundente la presunci¨®n de inocencia que como ciudadano le ampara, y no dud¨® en acudir a la especie de que en Granada (ciudad lev¨ªtica donde las haya) la Iglesia cat¨®lica vive una situaci¨®n de persecuci¨®n atizada por no se sabe qu¨¦ hordas.
Es inconcebible su desfachatez, su victimismo es injusto y peligroso
Los ciudadanos tomamos nota del mensaje de paz de este monse?or y su notable contribuci¨®n a la convivencia pac¨ªfica de los ciudadanos: es inconcebible su desfachatez, su victimismo es injusto y peligroso.
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