'Conferencia Mundial Operaci¨®n Puerto'

Por los pasillos de la conferencia, mientras una bailaora deleitaba en el gran anfiteatro a los asistentes a quienes el presidente del Comit¨¦ Ol¨ªmpico Internacional (COI), Jacques Rogge, hab¨ªa despertado record¨¢ndoles imperiosamente que Madrid es tambi¨¦n la capital de la Operaci¨®n Puerto, Pat McQuaid deambulaba acelerado, como el conejo de Alicia en el pa¨ªs de las maravillas. "Llegar¨¦ tarde, llegar¨¦ tarde", repet¨ªa el presidente de la Uni¨®n Ciclista Internacional (UCI), mirando el reloj, mientras as¨ªa con firmeza un portafolios. Ten¨ªa cita con el presidente del Consejo Superior de Deportes, Jaime Lissavetzky, a quien llevaba tiempo acusando en la prensa de medio mundo de "tapar" el nombre de famosos deportistas espa?oles, no ciclistas, implicados, seg¨²n ¨¦l, en la Operaci¨®n Puerto. La Conferencia que ha convocado en Madrid a 1.500 delegados, presidentes internacionales, ministros varios, para revisar el C¨®digo, para elegir nuevo presidente de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA), se hab¨ªa convertido en la Conferencia OP.

"No se puede montar una trama tan grande s¨®lo para ciclistas", argument¨® McQuaid

"Que me lo diga con pruebas y directamente", le respondi¨® Lissavetzky

"As¨ª es, as¨ª es", repet¨ªa McQuaid, que es irland¨¦s y rubicundo. "No tengo pruebas, pero me lo han dicho. Lo ha dicho tambi¨¦n Eufemiano [Fuentes, el m¨¦dico detenido por la trama de dopaje], y tambi¨¦n lo dice la l¨®gica: no se puede montar una trama tan grande como la que ¨¦l ten¨ªa s¨®lo para cambiar la sangre a ciclistas". Elucubraciones te¨®ricas a las que Lissavetzky respondi¨® con firmeza, as¨ª lo dijo, en una reuni¨®n calificada por ambos de "constructiva". "Le he dicho que si tiene algo que decir que lo diga con pruebas y que me lo diga directamente, y no denunciando a la prensa antes de dialogar", zanj¨® el secretario de Estado para el Deporte.

Despu¨¦s de los saludos, cruce de documentaciones. Para apoyar su tesis de que en Espa?a se lucha muy seriamente contra el dopaje, Lissavetzky le entreg¨® folletos e informes sobre n¨²mero de controles, sobre prevenci¨®n, investigaci¨®n... Le ofreci¨® su colaboraci¨®n, le record¨® que otros problemas internos del ciclismo enturbian la percepci¨®n de las soluciones al dopaje... McQuaid tampoco se call¨®.

Primero le entreg¨® a Lissavetzky un informe elaborado por Mario Zorzoli, m¨¦dico de la UCI, que ven¨ªa a demostrar, v¨ªa medida de reticulocitos, que en Espa?a y Portugal se segu¨ªa manipulando la sangre pese a todas las pruebas. Y le solicit¨® un aumento de controles dirigidos hacia los m¨¢s sospechosos. Despu¨¦s le habl¨® de Alejandro Valverde, reprendiendo al secretario de Estado espa?ol por su apoyo al ciclista murciano en su lucha por participar en el pasado Mundial de Stuttgart. "Prueba, pruebas", le respondi¨® Lissavetzky. "Sin pruebas no se puede castigar a nadie. Y en el informe de la Guardia Civil no figura Valverde como implicado. Y el Tribunal Arbitral del Deporte le ha dado la raz¨®n".

Ah¨ª no qued¨® la cosa en la primera jornada de la Conferencia OP. Si a las nueve de la ma?ana, Rogge hab¨ªa pedido que el juez entregara a la UCI las bolsas de sangre para comparar el ADN de los sospechosos y poder as¨ª "castigar a los culpables", el secretario general de la AMA, el neozeland¨¦s David Howman, apostill¨® a las siete de la tarde: "El TAS s¨®lo ha dado la raz¨®n a Alejandro Valverde en el asunto del Mundial, pero nosotros tenemos indicios de su implicaci¨®n en la Operaci¨®n Puerto. Todo el mundo sabe que los apodos de los implicados se correspond¨ªan con el nombre de sus perros, y todo el mundo sabe que el perro de Valverde se llama Piti, como el nombre que figura en una bolsa".

Gentes de derecho deportivo, m¨¢s sosegadas, intentaron, sin ¨¦xito, hacer ver a los dirigentes un par de conceptos jur¨ªdicos: si el juez reabre la Operaci¨®n Puerto, ser¨¢ imposible que les deje las bolsas, obtenidas con limitaci¨®n de derechos y para un proceso penal; y si lo archiva definitivamente, que se olviden: las pruebas, las bolsas, se les devolver¨¢n a Eufemiano Fuente y amigos para que puedan hacer lo que quieran con ellas.