Ibarretxe quiere que Aznar y Zapatero testifiquen sobre sus contactos con ETA

El lehendakari, Juan Jos¨¦ Ibarretxe, est¨¢ decidido a elevar al m¨¢ximo el tono pol¨ªtico de su defensa ante el juicio abierto contra ¨¦l y contra los dirigentes socialistas vascos Patxi L¨®pez y Rodolfo Ares por reunirse con representantes de Batasuna tras su ilegalizaci¨®n.

El Foro Ermua pidi¨® como prueba las actas de las reuniones con ETA

Patxi L¨®pez considera "rid¨ªcula" la estrategia de defensa de Ibarretxe

La representaci¨®n legal de Ibarretxe presentar¨¢ hoy ante la Sala de lo Civil y lo Penal del Tribunal Superior de Justicia del Pa¨ªs Vasco (TSJPV) su escrito de defensa en el que pide que comparezcan como testigos el presidente del Gobierno, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, y su antecesor, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar. Ambos hablaron "con ETA y con Batasuna", alega el escrito, como tambi¨¦n lo hizo Felipe Gonz¨¢lez, aunque a este ¨²ltimo no se le llama a declarar porque durante su mandato no exist¨ªa la Ley de Partidos.

Adem¨¢s, el lehendakari quiere que se llame al actual titular de Interior, Alfredo P¨¦rez Rubalcaba, y a su predecesor, Jaime Mayor Oreja, as¨ª como a Javier Zarzalejos, secretario general de Presidencia con Aznar, y al presidente del PSE-EE (Partido Socialista de Euskadi-Euskadiko Ezkerra), Jes¨²s Eguiguren.

El escrito pide asimismo que se cite a los m¨¢ximos dirigentes de los tres partidos del Gobierno vasco, Josu Jon Imaz (PNV), Bego?a Errazti (Eusko Alkartasuna) y Javier Madrazo (Ezker Batua) y, entre otras personalidades internacionales, al premio Nobel de la Paz Adolfo P¨¦rez Esquivel, quien medi¨® entre ETA y el Gobierno en los a?os 90. "Vamos a demostrar que [el di¨¢logo] no est¨¢ penado en ning¨²n lugar del mundo", dijo la portavoz del Gobierno vasco, Miren Azkarate.

La aceptaci¨®n o no de estas pruebas testificales la decidir¨¢ la Sala que debe juzgar el caso. El tribunal tiene tambi¨¦n sobre la mesa la petici¨®n del Foro Ermua de que se reclamen al centro suizo Henry Dunant las actas de las reuniones entre ETA y los enviados del Gobierno.

Ambas decisiones deber¨¢n esperar, porque la constituci¨®n del tribunal est¨¢ pendiente de la recusaci¨®n de tres de los cinco miembros de la Sala de lo Civil y lo Penal del TSJPV: Antonio Garc¨ªa y Fernando Ruiz Pi?eiro, por parte del lehendakari y Nekane Bolado por parte del Foro Ermua. La denominada sala especial del 77 debe despejar primero esas recusaciones y s¨®lo despu¨¦s podr¨¢ constituirse el tribunal y decidir sobre las pruebas.

La propia celebraci¨®n del juicio est¨¢ por dilucidar, pendiente de una decisi¨®n de la Sala Segunda de lo Penal del Tribunal Supremo. ?sta debe decir si en una causa por el procedimiento abreviado es posible dictar la apertura del juicio oral cuando s¨®lo existe acusaci¨®n popular. As¨ª sucede en el caso abierto a Ibarretxe, L¨®pez, Ares y los cinco dirigentes de Batasuna, una vez que la fiscal¨ªa estim¨® que no hay delito y no present¨® acusaci¨®n.

Ibarretxe articula su justificaci¨®n a partir de las expectativas creadas por la tregua de ETA en marzo de 2005 y de la resoluci¨®n del Congreso que autorizaba un final dialogado de la violencia. Su defensa entiende que esta resoluci¨®n facult¨® "a los poderes competentes del Estado", y no s¨®lo al Gobierno central, para dialogar con quienes decidieran abandonar el terrorismo. El lehendakari es uno de esos poderes, reclama el escrito.

Su defensa reclama tambi¨¦n la legalidad de su actuaci¨®n por la inexistencia de indicaci¨®n judicial alguna en contra. Ni la Sala Especial del Supremo que decret¨® la ilegalizaci¨®n de Batasuna dio orden "expresa, concreta y directa al lehendakari para que anulara o suspendiera la reuni¨®n, [....] a pesar de ser p¨²blica y notoria su convocatoria", ni el Juzgado Central de Instrucci¨®n n¨²mero 5 de la Audiencia Nacional le dirigi¨® requerimiento alguno, alega. "Dif¨ªcilmente se puede desobedecer a quien no ha expresado criterio previo alguno", concluye el escrito.

Por su parte, el secretario general del PSE-PSOE, Patxi L¨®pez, acus¨® ayer al lehendakari de "montar un circo medi¨¢tico" y tach¨® su estrategia de "irresponsable, rid¨ªcula y sin sentido".