3.800 euros por "una chiquillada"

Si alguna vez viaja a Letonia, se toma un par de copas con unos amigos y se le ocurre descolgar de la calle una bandera para llev¨¢rsela de recuerdo, podr¨ªa ocurrile lo siguiente: pasar¨¢ m¨¢s de dos semanas en prisi¨®n; le dejar¨¢n volver a casa con el firme compromiso de regresar para ser juzgado, y deber¨¢ pasar los meses siguientes peleando a distancia con una fiscal¨ªa intransigente. Pasar¨¢n cinco meses y deber¨¢ volver a Letonia para enfrentarse a un juez que le multar¨¢ con 3.800 euros por ultraje a la bandera. Eso s¨ª, el magistrado le regalar¨¢, mientras pronuncia la sentencia, "una sonrisa", para despu¨¦s a?adir, comprensivo, que todo ha sido una "chiquillada".

En resumen, es lo que les ha ocurrido a Miguel L¨®pez y a Ed¨¦n Galv¨¢n, los dos espa?oles, de 25 y 24 a?os, acusados de robo premeditado en grupo de la bandera letona y profanaci¨®n del s¨ªmbolo del Estado, penados con hasta nueve a?os de c¨¢rcel en Letonia. Ayer, por fin, pudieron regresar a Espa?a. A pesar de que el acuerdo lo hab¨ªan atado "al 99%", estaban convencidos de que "algo raro" les pasar¨ªa. Y as¨ª fue. Finalmente, el juez decidi¨® que los 3.800 euros que aportaron de fianza en su d¨ªa eran suficientes, y no habr¨ªa que pagar otros 4.000 de multa, como estipulaba el acuerdo firmado por ambas partes.

"Ahora, lo ¨²nico que queremos es poner fin a esta historia", aseguraba ayer Miguel, de regreso a Espa?a. S¨®lo si apelan la sentencia, lo evitar¨ªan. Pero, claro, en ese caso, tendr¨ªan que volver a Letonia.