"?Hay alguien a quien no quieras ver?"
La productora de 'El diario de Patricia' asegura que extrem¨® las cautelas - La muerte de Svetlana no es el primer caso de asesinato de violencia de g¨¦nero con preludio en televisi¨®n
Jos¨¦ Ignacio apu?al¨® a su esposa en 1998 porque ella se neg¨® a ir a Lo que necesitas es amor para escuchar su propuesta de reconciliaci¨®n. Estaban en tr¨¢mites de separaci¨®n y ¨¦l ya hab¨ªa pactado con el programa la reconquista en directo. En 2004, en El diario de Patricia, Ricardo pidi¨® perd¨®n a Teodora por sus infidelidades, como mencionaron varios peri¨®dicos. Ella le perdon¨®. Semanas m¨¢s tarde la polic¨ªa encontr¨® su cad¨¢ver en el maletero de un coche. Ricardo la hab¨ªa asesinado, seg¨²n sentenci¨® despu¨¦s la Audiencia de Le¨®n. El ¨²ltimo caso de mezcla tr¨¢gica de violencia de g¨¦nero y medios de comunicaci¨®n ha sido el de Svetlana. Ella fue a la televisi¨®n esperando una sorpresa. All¨ª se encontr¨® con su ex pareja, Ricardo Navarro, quien le propuso matrimonio. Ella no accedi¨® y ¨¦l la mat¨® d¨ªas despu¨¦s del rechazo televisivo. ?l estaba condenado por malos tratos a 11 meses de prisi¨®n y dos a?os de alejamiento, pero la sentencia todav¨ªa no se le hab¨ªa notificado.
Si una ruptura se produce en p¨²blico el riesgo de agresiones es mayor
La productora del programa, Boomerang TV, asegura que el equipo no sab¨ªa nada de todo esto. Y, lo que es m¨¢s importante, que no ten¨ªan forma de saberlo. Baldomero Lim¨®n, director de programas de Boomerang, explica el modus operandi de El diario de Patricia. "Les preguntamos absolutamente todo. ?l llam¨® diciendo que quer¨ªa pedirle perd¨®n a Svetlana. Que hab¨ªan tenido un problema econ¨®mico y que quer¨ªa recuperarla. Habl¨® de alg¨²n problema de celos, pero sin darle mucha importancia". Despu¨¦s, alguien llam¨® a la mujer. Le dijeron que "alguien" muy cercano quer¨ªa decirle algo, enviarle un mensaje. "Ella pens¨® que pod¨ªa tratarse de alg¨²n familiar de Rusia", se?ala Lim¨®n. "Pero tambi¨¦n baraj¨® que pudiera ser su ex pareja. Se lo plante¨® como una de las probabilidades y no dijo que le pareciera mal".
"?Hay alguien a quien no quieras ver?" le preguntaron. Y ella respondi¨® que no. Una vez que ambos aceptaron, les pasaron un formulario extenso. "Tienen que responder si tienen causas pendientes con la justicia, si han sido maltratados f¨ªsica o psicol¨®gicamente por alguien, aunque sea de forma leve, y tambi¨¦n preguntamos si existe alguna orden de alejamiento que deban respetar o si son ellos los protegidos con una medida de este tipo", detalla Lim¨®n. Ricardo y Svetlana lo contestaron por separado. Y ambos respondieron que no a todo, seg¨²n aseguran en el programa. "Svetlana cont¨® incluso que ten¨ªa un hijo, y dijo que para asistir al programa lo pod¨ªa dejar con su ex pareja. Todos los indicios apuntaban a una relaci¨®n normal entre ellos", insiste Lim¨®n. Incluso se marcharon juntos del plat¨® con el hijo de ella. Y, en el formulario, ninguno de los dos dijo la verdad: que Svetlana hab¨ªa presentado dos denuncias este a?o contra Ricardo y que ¨¦l hab¨ªa sido juzgado por violencia de g¨¦nero.
"Ha sido una situaci¨®n sumamente desgraciada y el equipo est¨¢ destrozado, pero creemos que no hay una relaci¨®n causa-efecto entre el programa y el asesinato", concluye el director de programas de Boomerang. "Nosotros no tenemos m¨¢s formas legales de controlar estas situaciones. No hay registros de maltratadores ni podemos acceder a las bases de datos de la polic¨ªa. Casi siempre investigamos el entorno, incluso. Hablamos con alg¨²n familiar para ver que no hay ning¨²n problema y no aceptamos a muchos invitados porque percibimos que puede haber algo raro. En este caso no notamos nada y no hablamos con su familia porque no la tiene en Espa?a. De todas formas, extremaremos las precauciones en el futuro, aunque no podemos hacer mucho m¨¢s".
?Influy¨® la aparici¨®n en televisi¨®n en el crimen? "El homicidio no es un arrebato que se produce ante un hecho puntual", se?ala el m¨¦dico forense Miguel Lorente. "Es un proceso largo en el que la violencia es una forma de reforzar la identidad del agresor, que siempre pretende perpetuar la relaci¨®n. Pero el momento grave es la separaci¨®n, cuando ¨¦l pierde el control, y si esa ruptura se produce en p¨²blico, delante de toda Espa?a, s¨ª que puede aumentar notablemente el riesgo. Por la humillaci¨®n que siente el agresor. Hay que extremar las cautelas".
Ha habido tambi¨¦n mujeres que han acudido a la televisi¨®n para denunciar que sufr¨ªan malos tratos. Como Ana Orantes, en 1997. La mujer, de 60 a?os, fue a un programa de Canal Sur para relatar una vida entera de vejaciones y malos tratos. Su marido, del que llevaba un a?o separada, la quem¨® viva en la puerta de su casa semanas despu¨¦s. El a?o siguiente, Ana Bel¨¦n Barroso fue acuchillada en Madrid despu¨¦s de hablar en directo con Ana Rosa Quintana. Y, en 1999, Mar Herrero muri¨® brutalmente asesinada tras contar su desesperado caso ante las c¨¢maras.
"No mueren por haber salido en televisi¨®n, sino asesinadas por violentos. Y entiendo que despu¨¦s de poner varias denuncias y sentirse desprotegidas, las mujeres vayan a un programa" opina Lorente. "Pero yo no lo recomiendo porque en muchos espacios se trivializa la violencia. El Estado tiene que lograr que se sientan seguras".
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