Amnist¨ªa se?ala la mayor indefensi¨®n de las inmigrantes
Las mujeres inmigrantes est¨¢n mucho m¨¢s indefensas que las espa?olas ante la violencia de g¨¦nero, porque la incomprensi¨®n del idioma, el dif¨ªcil acceso a la informaci¨®n y la dependencia econ¨®mica de sus parejas les impide desenvolverse para frenar las agresiones de que puedan ser objeto. La tasa de inmigrantes asesinadas por sus parejas o ex parejas es seis veces superior que de espa?olas.
A todo ello hay que a?adir la amenaza de ser expulsadas si se acercan a un puesto policial para denunciar un caso de maltrato. Esta es la situaci¨®n que recoge un informe de Amnist¨ªa Internacional (AI) cuando se han cumplido m¨¢s de dos a?os de la entrada en vigor de la Ley Integral contra la Violencia de G¨¦nero. La autora del informe, Mar¨ªa Naredo, afirm¨® ayer que puede decirse que, desde entonces, la discriminaci¨®n de estas mujeres incluso "ha aumentado".
En el ¨¢mbito judicial, AI detalla tres circunstancias que convierten a las inmigrantes en un colectivo m¨¢s vulnerable ante las agresiones machistas que las espa?olas: la ausencia de int¨¦rpretes especializados en los juzgados, la desinformaci¨®n sobre sus derechos y el miedo a ser expulsadas. "Y lo hubieran sido, pero en algunos casos la polic¨ªa no aplica la instrucci¨®n o se deja caducar el expediente", aseguraron ayer. La organizaci¨®n dijo que se alega escasez de recursos para contratar un buen int¨¦rprete, "cuando muchas comunidades han devuelto parte del dinero para la aplicaci¨®n de la ley", record¨® Naredo.
La abogada Esther Garc¨ªa, de la organizaci¨®n catalana Dones Juristas, lament¨® que los abogados de oficio no tengan la preparaci¨®n suficiente para abordar estos casos. Garc¨ªa recomend¨® que las denuncias por maltrato las redacten directamente los abogados en lugar de pasar por la comisar¨ªa, para evitar el riesgo de expulsi¨®n.
La organizaci¨®n explica que estas mujeres sufren una dependencia econ¨®mica de sus parejas porque suelen tener un permiso de residencia, por reagrupaci¨®n familiar, pero no de trabajo, lo que las impide "romper el c¨ªrculo de la violencia".
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