Tradici¨®n beduina

El coronel Gaddafi ha solicitado que el Gobierno portugu¨¦s le se?ale un espacio donde plantar la jaima en la que se alojar¨¢ durante la pr¨®xima cumbre Uni¨®n Europea-?frica, prevista para los d¨ªas 8 y 9 de diciembre en Lisboa. El l¨ªder libio se instalar¨¢, as¨ª, en el Forte de S?o Juliao da Barra (Oeiras), un lugar que ofrece "las condiciones de seguridad requeridas", seg¨²n los servicios de protocolo lusos. Adem¨¢s, dispone de "una extensa zona de hierba" en la que Gaddafi podr¨¢ fijar c¨®modamente los vientos del teatrito port¨¢til que le acompa?a en sus salidas internacionales. No es la primera vez que lo exhibe, y la explicaci¨®n con la que ha justificado esta extravagancia es que se trata de una exigencia de la tradici¨®n beduina.

Si fuera as¨ª, nadie deber¨ªa reprocharle a Gaddafi que respete tan venerable tradici¨®n instal¨¢ndose en una jaima. Lo que habr¨ªa que afearle, por el contrario, es que la desprecie de manera tan flagrante en el trayecto entre Tr¨ªpoli y Lisboa, que piensa realizar en avi¨®n y no a lomos de camello. Lo mismo que en los recorridos por la capital portuguesa, para los que ha solicitado un veh¨ªculo blindado. En realidad, el l¨ªder libio est¨¢ a tiempo de corregir la intolerable ofensa a la tradici¨®n beduina que est¨¢ llevando a cabo con esta preferencia por el avi¨®n en lugar de por el camello: aunque el tiempo apremia, tal vez si ensillase su montura y se pusiera ya en camino el 8 de diciembre podr¨ªa estar en Lisboa. Adem¨¢s, la diplomacia portuguesa siempre podr¨ªa facilitarle el paso de las fronteras, con el ahorro de tiempo que eso representa.

De qu¨¦ gran escena nos va a privar el coronel Gaddafi por no respetar la tradici¨®n beduina en su integridad. Qu¨¦ espect¨¢culo inolvidable nos ofrecer¨ªa cruzando por el Tajo al frente de una gran caravana de camellos. Qu¨¦ deleite verlo llegar a la sala de conferencias, no en la vulgaridad de un coche blindado, sino a lomos de la montura que le habr¨ªa tra¨ªdo desde Tr¨ªpoli. Antes de subir a la tribuna de oradores se sacudir¨ªa el polvo del viaje sobria y gr¨¢cilmente, como s¨®lo saben hacerlo los beduinos que conocen su tradici¨®n. ?De cu¨¢nto nos privar¨¢ el coronel Gaddafi por respetarla s¨®lo a medias!