El sino de Aquiles en Colombia
Carlos Fuentes recrea el asesinato del candidato presidencial Carlos Pizarro en 1990
En pleno vuelo Bogot¨¢-Barranquilla, el joven descarg¨® 15 balazos mortales sobre el ex guerrillero y candidato a la presidencia colombiana. Los guardaespaldas, que reaccionaron tarde, mataron al sicario y encontraron dentro de uno de sus zapatos una nota que dec¨ªa: "No se olviden de darle a mi mamacita los 2.000 d¨®lares que me prometieron".
El ex guerrillero se hab¨ªa incorporado a la pol¨ªtica dos meses antes
Con la lectura p¨²blica de este episodio de su pr¨®xima novela, Aquiles o el guerrillero y el asesino, Carlos Fuentes (Ciudad de Panam¨¢, 1928), gran novelista de la historia hispanoamericana, dej¨® claro en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara que su nombre se inscribir¨¢ en la tradici¨®n de la literatura de Colombia comprometida con su realidad, y que trata de descifrar su historia y el sino fatalista reflejado en la espiral infinita de violencia y violencias que acompa?an al pa¨ªs desde el principio.
Fuentes recrea uno de los hechos recientes m¨¢s dram¨¢ticos del pa¨ªs: el asesinato el 26 de abril de 1990 de Carlos Pizarro Leong¨®mez. El guapo y carism¨¢tico ex guerrillero asesinado en la campa?a electoral junto a otros tres candidatos a la presidencia, ya sea por fuerzas del narcotr¨¢fico, los paramilitares y aquellas empe?adas en abortar la paz. Pizarro, hijo de un militar y una maestra, fue uno de los fundadores del grupo guerrillero M-19, que en 1985 tom¨® el Palacio de Justicia de Bogot¨¢ (con un saldo de 11 magistrados y 100 personas entre guerrilleros, empleados y militares muertos y un edificio calcinado), pero que se incorpor¨® a la pol¨ªtica firmando un acuerdo de paz, aunque dos meses despu¨¦s fue asesinado por 2.000 d¨®lares.
Desde el principio de su historia, los escritores colombianos han estado muy comprometidos con su realidad m¨¢s inmediata. El nombre de Carlos Fuentes se une a una lista que incluye a otros como Jorge Isaacs, que con ese comienzo memorable de La vor¨¢gine, en 1924, deja claro el mundo en el que se adentra: "Antes de que me hubiera apasionado por mujer alguna, jugu¨¦ mi coraz¨®n al azar y me lo gan¨® la violencia".
A ellos les acompa?an escritores que han abordado la violencia en sus diferentes ¨¦pocas y manifestaciones como Eduardo Caballero Calder¨®n, Manuel Mej¨ªa Vallejo, Manuel Zapata Olivella, Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez, Evelio Rosero, Burgos Cantos, Rafael Baena, Germ¨¢n Espinosa, Fernando Vallejo, Alfredo Molano, Laura Restrepo y, m¨¢s recientemente, William Ospina, Jorge Franco, Mario Mendoza, Juan Gabriel V¨¢squez y H¨¦ctor Abad Faciolince. Todos han tratado de descifrar a la misteriosa Colombia de eternos andares zigzagueantes por el borde del abismo.
Y el ¨²ltimo en seguir ese rastro ha sido Fuentes, que en sus obras "se ha enfrentado al monstruo de la historia. M¨¢s que ning¨²n otro novelista de nuestra lengua, Fuentes se ha dedicado a indagar en el curioso matrimonio entre los hechos del pasado colectivo (eso que llamamos historia) y el lenguaje intensamente individual de la mejor herramienta ideada por los seres humanos para explorarse a s¨ª mismos (eso que llamamos novela). Ha comprendido que la novela que nos habla de nuestro pasado no reproduce el mundo, sino que lo reinventa", explic¨® Juan Gabriel V¨¢squez. Y record¨® la obra del autor mexicano: "Del pasado recompuesto de Terra Nostra al futuro especulativo de La silla del ?guila, de la historia de un d¨ªa que es Cambio de piel a la historia de un siglo que es Los a?os con Laura D¨ªaz, Carlos Fuentes se ha convertido en el mayor domador de nuestra experiencia hispanoamericana. Nadie como Fuentes ha metido la cabeza entre las fauces de nuestra historia; a ¨¦l la historia le permite cosas que no le permitir¨ªa a nadie m¨¢s, a ¨¦l la historia le revela cosas que a los dem¨¢s les proh¨ªbe".
Ahora ¨¦l llega a territorio colombiano con un hecho real pero contado desde predios de la ficci¨®n, donde establece un puente entre realidad, mitolog¨ªa e imaginaci¨®n y sue?o. Todo le¨ªdo en media hora detr¨¢s de una cerca de rosas, margaritas, aves del para¨ªso de m¨¢s flores amarillas.
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