No esperen demasiado
?Hay que esperar a noviembre a que haya sido elegido un nuevo presidente o presidenta de EE UU? ?O por el contrario es aconsejable intentar influir desde ahora sobre Washington cuando lo ¨²nico seguro es que George W. Bush no puede repetir, pero cuando a¨²n le queda m¨¢s de un a?o en el cargo para cometer errores y aciertos? Una brillante diplom¨¢tica inglesa en las recientes tertulias hispano-brit¨¢nicas celebradas en Edimburgo aconsejaba lo segundo, pues ahora todos en EE UU, republicanos y dem¨®cratas, tienen una disposici¨®n a escuchar y a buscar ideas, y "luego ser¨¢ demasiado tarde". Es verdad, aunque la capacidad de influencia sobre Washington de los europeos es muy limitada.
Pero no nula. De hecho, la cumbre sobre Oriente Pr¨®ximo de esta noche y ma?ana en Annapolis (EE UU) se debe en parte a la influencia europea, aunque s¨®lo sea porque hace algunos meses algunos de sus interlocutores convencieron a Bush y a Condoleezza Rice de que ten¨ªan que hacer algo para no caer en la sima de la historia s¨®lo como los que empezaron una guerra ilegal y basada en mentiras que ha sembrado el caos en Irak y en la regi¨®n.
Las expectativas sobre el cambio de EE UU tras sus elecciones se pueden frustrar
Annapolis es s¨®lo, en el mejor de los casos, el principio de un proceso que constituye "una de sus m¨¢s altas prioridades de la Administraci¨®n en el a?o pr¨®ximo", seg¨²n la carta de invitaci¨®n enviada por Rice a los participantes. Bush desde?¨® el conflicto entre israel¨ªes y palestinos creyendo que una victoria en Irak lo resolver¨ªa todo. No ha habido victoria y la situaci¨®n en Oriente Pr¨®ximo se ha agravado al dividirse los palestinos entre s¨ª y con la crisis en el vecino L¨ªbano. Bush ha comprendido que necesita volver a encarrilar el proceso. Otra cosa es que lo consiga. Tambi¨¦n era impensable en los seis primeros a?os de la Administraci¨®n Bush lo que ahora defiende la secretaria de Estado Rice en su carta: que "el apoyo internacional es esencial para un acuerdo en este conflicto" y "para lograr una paz duradera en Oriente Pr¨®ximo".
Aunque pende a¨²n la espada del ataque contra Ir¨¢n, la actual Administraci¨®n ha cambiado algo para pasar del milenarismo neoconservador a un neorrealismo. Gordon Brown, Nicolas Sarkozy y Angela Merkel han peregrinado a Washington en busca de este cambio y a la vez para intentar influir sobre su sucesor o sucesora. Europa necesitar¨ªa algo m¨¢s que l¨ªderes sueltos. Por ejemplo, comenzar a actualizar su doctrina estrat¨¦gica, el famoso Documento Solana de 2003, intento de encontrarse a medio camino con la Doctrina Bush de la guerra preventiva (fracasada en Irak), abogando por un "multilateralismo eficaz".
En Par¨ªs, en un seminario de Instituto de Estudios de Seguridad de la Uni¨®n Europea, el alto representante de la UE, Javier Solana abog¨® por "converger con EE UU". La pol¨ªtica de seguridad com¨²n est¨¢ entrando en la agenda que Sarkozy quiere impulsar para la presidencia francesa de la UE en el segundo semestre de 2008. No ser¨ªa descabellado pensar que el aggiornamento doctrinal y operativo podr¨ªa llegar en diciembre de ese a?o, cuando se sepa qui¨¦n va a entrar en la Casa Blanca.
Pese a la invitaci¨®n a Miguel ?ngel Moratinos a Annapolis (menos hubiera sido una afrenta personal para quien tanto esfuerzo ha dedicado al asunto), el Gobierno espa?ol prefiere esperar. Un encuentro de Zapatero con Bush no est¨¢ en la agenda. Y si la apuesta por Hillary Clinton es clara, aunque no oficial (para no repetir el error que se hizo con Kerry), las flores que ha echado su marido a Zapatero en Madrid constituyen una aproximaci¨®n indirecta a este intento de influir, dejarse influir y compensar. Claro que para que estas perspectivas se cumplan el socialista espa?ol tiene que repetir el 9 de marzo y Hillary ser elegida en noviembre. El antiguo art¨ªfice demosc¨®pico de las victorias de Bush, Karl Rove, se?alaba en Newsweek que un republicano puede a¨²n ganar, pues la campa?a no va a girar en torno a Irak.
Quiz¨¢s las expectativas sobre el cambio de EE UU tras sus elecciones se frustren, gane quien gane. Porque, como se?ala un an¨¢lisis del Center for European Reform de Londres (La crisis venidera de las altas expectativas) no hay grandes diferencias entre los candidatos sobre Irak, salvo en materia de calendario. En eso y en el resto no hay que esperar, dice este informe, cambios revolucionarios sino evolucionarios. Estados Unidos puede tardar a?os en recuperarse de Irak y pedir¨¢ mayor esfuerzo a los europeos ante las crisis que sobrevendr¨¢n incluso antes de noviembre.
aortega@elpais.es
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.