Kindle, el ¨²ltimo aparato que intenta sustituir al libro
JEFF BEZOS, EL JEFE DE AMAZON, ha presentado Kindle, un lector de libros. Intenta, como otros antes, transformar nuestros h¨¢bitos de lectura as¨ª como su supertienda en la Red modific¨® nuestros h¨¢bitos de compra.
El m¨¦rito de Kindle es que se conecta a la Red, de donde recibe libros, revistas, peri¨®dicos y blogs. El acceso gratuito se hace mediante Whispernet, un servicio de conexi¨®n por telefon¨ªa m¨®vil de alta velocidad de Sprint. Kindle pesa menos de 300 gramos y almacena hasta 200 libros. Las bater¨ªas duran 30 horas y se cargan en dos. Un teclado permite anotar textos, consultar Google, Wikipedia y seguir enlaces en la web. La tecnolog¨ªa de tinta electr¨®nica de e-link permite leer sobre la pantalla casi como si fuera papel. Lamentablemente, Amazon no adopt¨® los est¨¢ndares y se qued¨® con el formato de Mobipocket, empresa europea comprada en 2005.
El tama?o de la pantalla de Kindle es apenas superior a 15 cent¨ªmetros. Cada lector se atribuye una direcci¨®n de e-mail para recibir y leer los documentos (aunque los formatos aceptados son limitados). Los libros que se compran se descargan en menos de un minuto; se puede buscar palabras en ellos. El primer cap¨ªtulo de casi todos los libros es gratuito. Con la Digital Text Platform cualquiera puede poner directamente a la venta su libro para Kindlefilos.
El aparato tiene dos inconvenientes: su apariencia arcaica y el precio, 400 d¨®lares. Pero si todo va seg¨²n cree el due?o de Amazon, en pocos a?os veremos modelos m¨¢s elegantes, m¨¢s baratos y con pantalla en color. El aparato, sin embargo, no es lo importante. Hasta la fecha, todas las tentativas de libro electr¨®nico han fracasado, incluido el ¨²ltimo Sony Reader. Amazon podr¨ªa tener ¨¦xito porque tiene los recursos y la audacia de modificar un modelo de negocio. El objetivo parece ser el pasar de la venta del libro-objeto a la distribuci¨®n. "No es un aparato, es un servicio", dice Bezos.
Kindle nace con m¨¢s de 90.000 t¨ªtulos. Los best-sellers se venden por 10 d¨®lares y los cl¨¢sicos por menos de 2. Amazon se distancia de los editores que venden libros electr¨®nicos al mismo precio que los de papel sin justificaci¨®n. Buena parte del ¨¦xito o fracaso de Kindle depender¨¢ del precio, como ocurri¨® con iTunes para la m¨²sica.
M¨¢s all¨¢ del aparato y del servicio, lo importante de Kindle es que podr¨ªa contribuir al ¨¦xito del libro electr¨®nico. Centenares de aparatos con capacidad de conexi¨®n a Internet y una pantalla m¨¢s grande que la de un m¨®vil saldr¨¢n a la luz pr¨®ximamente. El iPod Touch goza de una legibilidad extraordinaria y de Wi-Fi, lo cual permite imaginar que pronto iTunes vender¨¢ elibros a buen precio. Todo esto podr¨ªa conducir a un punto de inflexi¨®n en nuestra relaci¨®n con el libro digital.
En Newsweek, Steven Levy nos recuerda las ventajas del libro conectado, de los textos enlazados entre s¨ª, del libro como proceso m¨¢s que como producto. Con su mordacidad, el bloguero Nicholas Carr nota que Bezos no entra en ning¨²n delirio futurista cuando presenta el Kindle: "Adoro sentarme en un confortable sill¨®n para una larga lectura", escribe en Amazon. "A medida que me voy hundiendo en el sill¨®n, me abandono tambi¨¦n a las palabras, las historias y las ideas del autor. El libro f¨ªsico es un objeto tan elegante que desaparece en el fondo. El papel, el pegamento, la tinta y las costuras que hacen el libro desaparecen y s¨®lo queda el universo del autor".
Carr no tiene duda alguna de que el gur¨² Kevin Kelly se equivoca al escribir que la virtud del Kindle es estar conectado y que "la capacidad de interactuar, manipular, dar forma, cortar, seleccionar, anotar o mezclar" de estos aparatos es lo que har¨¢ que el libro siga siendo grande. Carr afirma, por el contrario, que son "el respeto al autor, al lector y a la santidad del libro como contenedor cerrado" los elementos que permitir¨¢n preservar la importancia del libro.
Nada impide, sin embargo, sentir una pasi¨®n de los libros a la Bezos y tener mucha esperanza en la renovaci¨®n de un objeto que tanto ha mejorado en cinco siglos, desde la aparici¨®n de la imprenta.
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