Evoluci¨®n o muerte

Es triste ver una ca¨ªda tan estrepitosa de quien hab¨ªa marcado el ritmo del partido hasta ahora. Hay que diferenciar tambi¨¦n entre Pro Evolution Soccer para consolas antiguas, en el que a¨²n conserva la dignidad, y para las actuales, en las que el propio creador admite que les ha salido un mal juego.

Que no cuente con las licencias oficiales es algo que los aficionados criticaban, pero que asum¨ªan porque no ten¨ªa rival como simulador de f¨²tbol. Pero las tornas han cambiado y ahora a la falta de nombres se suma una larga lista de reproches. Centr¨¢ndose en las versiones de PlayStation 3 y Xbox 360, el t¨ªtulo ofrece, en la pr¨¢ctica, una migraci¨®n de la versi¨®n inferior, correspondiente a PlayStation 2, con m¨ªnimas mejoras que no justifican la potencia de estas modernas m¨¢quinas. Los jugadores tienen un dise?o pobre, poco realista, se mueven exageradamente r¨¢pido en las carreras y tremendamente lentos en los giros, restando verosimilitud al partido. A ello contribuye un p¨²blico de baja definici¨®n.

La falta de destreza para programar con m¨²ltiples procesadores no s¨®lo se aprecia en el apartado visual, sino que afecta tambi¨¦n a otros aspectos, como el juego en red, impracticable por el retardo que originan situaciones como goles fantasma o la aparici¨®n de m¨¢s de un bal¨®n en el terreno de juego.

La principal novedad, la TeamVision, es un sistema de contrarr¨¦plica que urde la inteligencia artificial del equipo contrario a los ataques del jugador, adaptando su defensa y balanceando al equipo para dificultar que se golee repitiendo una y otra vez la misma jugada. Funciona a la perfecci¨®n y logra contiendas m¨¢s variadas. Esta entrega supone un avance casi nulo respecto a la anterior, lo que es preocupante, especialmente por la repetici¨®n de fallos t¨¦cnicos, lo que parece indicar que no saben c¨®mo solucionarlos.