El precio de la vivienda y los alimentos agudiza los problemas de la pobreza
Crece la demanda de servicios sociales b¨¢sicos y la brecha con los ricos
Los precios de los alimentos m¨¢s b¨¢sicos, como el pan, la leche, el pollo o los huevos, se han desmadrado este a?o. Ha sido la guinda al encarecimiento exorbitante de la vivienda, que est¨¢ agudizando la lacra de la pobreza en Catalu?a y, sobre todo, en el ¨¢rea metropolitana de Barcelona. Entidades como C¨¢ritas y los servicios sociales de los ayuntamientos explican que las demanda de ayudas por parte de los m¨¢s necesitados se ha disparado en los ¨²ltimos a?os. Y la tendencia es negativa, pese a que tiene remedio.
Los precios de los alimentos m¨¢s b¨¢sicos, como el pan, la leche, el pollo o los huevos, se han desmadrado este a?o. Ha sido la guinda al encarecimiento exorbitante de la vivienda, que est¨¢ agudizando la lacra de la pobreza en Catalu?a y, sobre todo, en el ¨¢rea metropolitana de Barcelona. Entidades como C¨¢ritas y los servicios sociales de los ayuntamientos explican que las demanda de ayudas por parte de los m¨¢s necesitados se ha disparado en los ¨²ltimos a?os. Y la tendencia es negativa, pese a que tiene remedio.
C¨¢ritas y los responsables de su actividad asistencialista han debido atender al 20% m¨¢s de personas entre 2004 y 2006, a las que entrega alimentos y ropa. La tendencia al alza se mantiene en los mismos t¨¦rminos en 2007. Para la entidad, las cosas han cambiado: "Vamos a un rejuvenecimiento de la pobreza, la mitad de los atendidos tienen hasta 29 a?os, y tambi¨¦n hacia una feminizaci¨®n, porque el 60% son mujeres", dice el director de C¨¢ritas en Barcelona, Jordi Rogl¨¤.
La pobreza se ceba en los inmigrantes y las mujeres. El 17,2% de los catalanes se sit¨²a en este umbral, es decir, ingresa menos de 7.470 euros anuales, el 19% en el caso de mujeres y el 15% en hombres, de acuerdo con los datos hechos p¨²blicos por el Instituto Catal¨¢n de Estad¨ªstica en mayo. Pobre, a tenor de la definici¨®n de la Uni¨®n Europea, es la persona que vive con menos del 60% de la renta media de su pa¨ªs. El viernes pasado, el Instituto Nacional de Estad¨ªstica (INE) situ¨® el porcentaje de pobres en Catalu?a en el 12,1%, pero los expertos advierten que lo correcto es aplicar la renta media catalana, en lugar de la media espa?ola. As¨ª, el peso de los pobres en Catalu?a contin¨²a irremediablemente por encima del 17%.
Son 1,27 millones de personas y, de ¨¦stos, unos 100.000 menores en Catalu?a que viven en hogares pobres, asegura la Fundaci¨®n Un S¨®l M¨®n, de Caixa Catalunya. No crece el peso de los hogares pobres, pero ¨¦stos "se alejan del umbral por el coste de la vivienda y los precios de los alimentos b¨¢sicos", se?ala el director de la fundaci¨®n, ?ngel Font. Lo ilustra as¨ª: "Es como un tren que avanza a buena velocidad. De sus cinco vagones, cuatro avanzan y el ¨²ltimo est¨¢ cada vez m¨¢s lejos de la m¨¢quina". Los ricos son cada vez m¨¢s ricos y los pobres, m¨¢s pobres.
Todos estos cambios tardan en reflejarse en las estad¨ªsticas. Pero los ayuntamientos, que son la administraci¨®n de proximidad, la primera a la que acude la persona en apuros, son un buen term¨®metro para detectar las nuevas dificultades. El ¨¢rea metropolitana lo ha notado, sobre todo, en la atenci¨®n domiciliaria y en las ayudas para pagar las viviendas. "Hemos atendido a 3.000 personas m¨¢s en los centros de atenci¨®n primaria, y han aumentado las familias en riesgo de desahucio. La vivienda ya es el primer problema atendido por los servicios de atenci¨®n primaria de Barcelona", explica el teniente de alcalde de Acci¨®n Social del Ayuntamiento de Barcelona, Ricard Gom¨¤.
Las cifras sobre atenci¨®n domiciliaria tambi¨¦n dan buena idea de la negativa evoluci¨®n. En los ¨²ltimos cuatro a?os, se ha pasado a atender de 4.000 a 12.000 personas. En total, han atendido a 45.000 y el plan de inclusi¨®n social, con un presupuesto de 58 millones de euros en 2005, ha subido a unos 115 millones para 2008.
En Santa Coloma de Gramenet, de 2006 a 2007, se ha duplicado el n¨²mero de personas que reciben asistencia domiciliaria, y las ayudas econ¨®micas directas para ayudar a pagar el alquiler o la hipoteca han crecido un 50% desde 2005. La directora adjunta de Bienestar Social de este Ayuntamiento, Nico Villena, cree que la pobreza se agudiza porque "cada vez hay menos familias capaces de soportar el precio de la vivienda, y tambi¨¦n por la precariedad laboral".
2"En Santa Coloma lo hemos sufrido porque aqu¨ª todav¨ªa hay muchas familias en las que s¨®lo trabaja el marido y, si ¨¦ste enferma o va al paro, comienzan los problemas. Si, adem¨¢s, hay hijos a los que cuidar... Pues la cosa es peor", reflexiona Nico Villena.
Del paro, al paro de larga duraci¨®n; del alquiler pagado con apuros, al alquiler impagado, y al final, el desahucio. Cuando la ayuda no da para m¨¢s, as¨ª es la espiral de empobrecimiento hasta acabar en la calle. En Barcelona hay entre 800 y 900 personas sin techo y los servicios que ayudan a los vagabundos atienden a 3.000 personas al a?o.
Y lo que est¨¢ creciendo, adem¨¢s, es el n¨²mero de pobres con enfermedades mentales. No por discapacidades cl¨¢sicas, sino fruto del estr¨¦s y la presi¨®n: sufren severas depresiones que degeneran en enfermedad mental, subrayan Rogl¨¤ y Font.
La puntilla ha sido el incremento de la inmigraci¨®n. C¨¢ritas atendi¨® a 25.300 personas el a?o pasado, el 80% inmigrantes. El a?o anterior, los extranjeros eran el 75% de la demanda.
Pero inmigrante o no, el perfil de la persona sin recursos siempre se detiene en una formaci¨®n escasa. "Atenci¨®n al problema del fracaso escolar. Los j¨®venes que entran en el mercado laboral a los 15 a?os sin estudios formar¨¢n sin duda las familias pobres de ma?ana", comenta el director de Un Sol M¨®n.
Los pobres de hoy lo tienen peor que los de anta?o. Lo piensa as¨ª Arcadi Oliveres, catedr¨¢tico de Econom¨ªa de la Universidad Aut¨®noma de Barcelona y presidente de Just¨ªcia i Pau. "La situaci¨®n es m¨¢s dura para ellos porque hoy no existe la antigua beneficencia, una palabra que no gusta mucho, pero que era muy importante. A su juicio, con la creaci¨®n del Estado de bienestar, se dej¨® toda la responsabilidad al sector p¨²blico y desapareci¨® la beneficencia tradicional.
"El problema consiste en que la pobreza es asumida como normal, cuando es posible erradicarla. El colectivo de personas en riesgo de exclusi¨®n cuenta para muy pocos", opina Pilar Malla, s¨ªndica de greuges de Barcelona. Malla y Rogl¨¤ piden un pacto a los partidos para acabar con esta lacra. Todos los expertos coinciden en que Catalu?a dispone de recursos econ¨®micos suficientes para acabar con ella.
Radiograf¨ªa de la pobreza
- Vive bajo el umbral de la pobreza en Catalu?a aquella persona cuyos ingresos se sit¨²an por debajo del 60% de la renta media de los catalanes; es decir, que gana menos de 7.400 euros anuales. Las pensiones no contributivas se sit¨²an entre 3.000 y 4.000 euros.
- Los alimentos se han encarecido el 22,28% entre 2001 y 2006.
- Los servicios de atenci¨®n a los sin techo de Barcelona asisten a 3.000 personas al a?o, y la vivienda es ya el primer problema atendido por el consistorio barcelon¨¦s.
- Ocho de cada diez personas atendidas por C¨¢ritas son inmigrantes y la mitad tiene hasta 29 a?os. La entidad detecta un "rejuvenecimiento" de la pobreza y una feminizaci¨®n.
"Llevo siete a?os sin un solo d¨ªa de fiesta"
Carmela -el nombre que ha escogido esta ecuatoriana de 40 a?os para no revelar su identidad-: "No quiero tener problemas en el trabajo", aclara- se levanta a las cinco de la ma?ana y tres d¨ªas a la semana regresa a casa a las diez de la noche. Se pasa el d¨ªa limpiando, por la ma?ana en una cadena de restaurantes y por la tarde en casas particulares. "Desde que llegu¨¦ a Espa?a, en 2000, no he hecho ni un d¨ªa de fiesta", explica. Se saca unos 700 euros al mes y, aun as¨ª, vive en situaci¨®n de pobreza severa. Tiene tres hijos a su cargo.
El encuentro es en el Raval, en un piso que C¨¢ritas le ha facilitado, y le ayuda a pagar. Pero se hosped¨® en habitaciones realquiladas para cuatro personas por las que pag¨® 30.000 pesetas, pisos de una habitaci¨®n a 375 euros y estuvo 15 d¨ªas en la calle.
A Carmela le desvalijaron la tienda de calzado y ropa que ten¨ªa en Quito y emigr¨® a Barcelona con una bolsa (deuda contra¨ªda para poder realizar el viaje) de 5.000 d¨®lares con intereses de hasta el 50%. "Venimos por necesidad, para ofrecer un futuro mejor a nuestros hijos. Venimos dispuestos a trabajar, pero no esperas esto". En su periodo de supervivencia, ha combinado trabajos de limpieza con tareas de tejedur¨ªa, "gracias a una se?ora que me cogi¨® cari?o y se convirti¨® en mi garante para conseguir un piso y los papeles".
Sus dos hijos mayores -tiene una peque?a de cinco a?os nacida en Barcelona- no trabajan. La de 15 a?os cursa segundo de bachillerato y el mayor, de 19, tiene estudios de enfermer¨ªa, pero no encuentra empleo porque no tiene permiso de trabajo. "Est¨¢ muy mal montado", exclama. "?De qu¨¦ sirve que tenga el permiso de residencia por reagrupamiento familiar si luego no puede trabajar?". "Lo m¨¢s duro es que mi peque?a se ha quedado sorda", dice entre l¨¢grimas. No tiene subvenci¨®n por familia numerosa porque no puede demostrar que los tres son hijos suyos.
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