"En 20 a?os no he tenido unas llaves de piso en las manos"
Miquel Fuster est¨¢ como un ni?o con zapatos nuevos. "Es la primera vez que tengo unas llaves en las manos en 20 a?os", sonr¨ªe mientras las muestra y abre la puerta del piso donde ha pasado su primera noche. Pertenece a Arrels, fundaci¨®n que atiende a personas sin hogar, y lo comparte con dos compa?eros.
Paga por ¨¦l 235 euros al mes, algo m¨¢s de la mitad de sus ingresos, la pensi¨®n de 417 euros del Programa Interdepartamental de Renta M¨ªnima de Inserci¨®n. "Ahora estoy de puta madre. Quiero decir que tengo techo". Durante 15 a?os vivi¨® en la calle. Arrels "me recogi¨® medio muerto hace cuatro a?os en Sants", el barrio donde naci¨® en 1944. No exagera, toc¨® fondo. Sin casa, sin blanca, m¨¢s all¨¢ de las 2.000 o 3.000 pesetas que sacaba al d¨ªa pintando acuarelas en el parque de la Ciutadella, y alcoholizado. "Algunos d¨ªas no llegu¨¦ ni a probar bocado", relata mientras sorbe una taza de t¨¦ con hielo. "No ingiero nada caliente, no puedo, en la calle me acostumbr¨¦ a comer fr¨ªo".
Dej¨® la bebida hace cuatro a?os, tras pasar por centros de desintoxicaci¨®n. Eso s¨ª, siempre con su carpeta de c¨®mics y acuarelas bajo del brazo. Es ilustrador. Entr¨® como aprendiz en Bruguera e interrumpi¨® sus estudios de Bellas Artes a los 20 a?os, cuando se cas¨® y tuvo a su hijo. Est¨¢ separado. "Llegu¨¦ a vivir muy bien", recuerda. "Hace 20 a?os cobraba ?hasta 200.000 pesetas!, como ilustrador de historias rom¨¢nticas". Era free lance, no ten¨ªa n¨®mina.
Y como las desgracias nunca vienen solas, con la demanda de sus dibujos en pleno declive, se incendi¨® el piso de Sants, por el que pagaba 2.000 pesetas al mes, "y el due?o aprovech¨® para subir los alquileres. No pude asumirlo". Primero deambul¨® por varias pensiones, "car¨ªsimas", y luego en la calle: a caballo entre Barcelona, "donde intentaba ganarme la vida" y "los bosques de Vallvidrera", donde dorm¨ªa cada noche junto a jabal¨ªes. "?Cajeros? Nunca me ha gustado estar en un escaparate, y en la ciudad hay mucho peligro". Tras buscar trabajo sin ¨¦xito como ayudante de cocina, jardinero, en Mercabarna, est¨¢ a punto de colgar en un blog un c¨®mic sobre sus 15 a?os en la calle.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.