El 'Quijote', 2? parte

Ahora llega la segunda parte. Sancho Panza ya tiene datos suficientes sobre su se?or Don Quijote. Pero el t¨ªo va y le sigue. Ah¨ª va Pedro Solbes, guardi¨¢n del sentido com¨²n, dispuesto a seguir a su se?or en una segunda parte. El mensaje sobre la continuidad de Solbes tiene una doble lectura: ahora que ya tiene todos los datos que necesita sobre Zapatero, ha decidido que merece la pena. O bien, tras cuatro a?os junto a ZP, Sancho Panza Solbes se ha contagiado de la locura de su se?or. Que cada cual escoja la que m¨¢s le apetezca o m¨¢s le convenga. A todo el mundo le parece estupendo Don Quijote como personaje literario, no todo el mundo le encargar¨ªa la gobernaci¨®n de un pa¨ªs. Espa?a, s¨ª. Pero Don Quijote, que ser¨¢ quijote pero no tonto, no ha querido hacer su segunda salida sin la escolta de Sancho Solbes.

Con todo, est¨¢ por ver c¨®mo ser¨¢ la segunda parte de las Aventuras del Ingenioso Hidalgo Zetap¨¦. En estos cuatro a?os, el caballero (al que no se puede llamar triste, sino en todo caso m¨¢s bien del alegre Gobierno: otra cosa, quiz¨¢ no; pero buen rollo, a raudales) ha intentado promover la paz en el mundo y en Espa?a, defender a las mujeres de la violencia, otorgar derechos a los homosexuales, dar pisos a los j¨®venes, aumentar salarios a los trabajadores, facilitar la vida a los discapacitados, aumentar las becas a los estudiantes y resolver las disputas entre espa?oles. ?xito desigual, como les pasa a todos. Tambi¨¦n es que se ha propuesto muchas cosas, como quien va a un restaurante autoservicio y se hincha los platos. As¨ª son las personas quijotescas: se lo proponen todo a la vez. ?Deja algo para la segunda parte, criatura!, le dec¨ªan. Pero ¨¦l, nada, venga a aliar civilizaciones, venga a aliar civilizaciones.

A ver, ahora qu¨¦. Para la segunda parte, el Ingenioso ZP ha pedido m¨¢s diputados. En eso, la verdad, tampoco ha estado muy ingenioso. Es lo que piden todos. M¨¢s diputados... ?para hacer m¨¢s locuras!, se quejar¨¢n los rivales. En realidad, el mensaje es el contrario: quiere m¨¢s diputados precisamente para hacer menos locuras. Hay un consenso bastante amplio, responda a la realidad o no, sobre el origen de la mayor de las locuras de ZP: su debilidad parlamentaria, que le ha tenido preso de acuerdos con Esquerra Republicana. De manera que si ZP pide m¨¢s diputados es para cometer menos locuras. Y Sancho Solbes quiz¨¢ se embarca en la nueva aventura para cometer locuras. Tal vez se crucen los papeles. Tal vez veamos a Solbes pidiendo doblar salarios m¨ªnimos y pensiones, y al presidente, pidiendo prudencia. La otra posibilidad es que no haya aventura, claro, que el PP gane las elecciones, pero ¨¦sa es otra historia. -