"Aqu¨ª vivimos muertos"
Ingrid Betancourt, secuestrada por las FARC en 2002, narra su desesperaci¨®n en una estremecedora carta a su madre, intervenida a la guerrilla
Una mujer al l¨ªmite de sus fuerzas. ?sa es la impresi¨®n que deja Ingrid Betancourt, secuestrada por la guerrilla colombiana hace casi seis a?os, en una larga carta a su madre, escrita desde la desolaci¨®n m¨¢s conmovedora. "Piden pruebas de supervivencia a quemarropa, y aqu¨ª estoy escribiendo mi alma tendida sobre este papel", comienza la ex candidata presidencial por el Partido Verde Ox¨ªgeno. El documento fue requisado el jueves a tres miembros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). Junto a la carta hab¨ªa otras misivas, fotograf¨ªas y v¨ªdeos de 16 de los 45 rehenes que el grupo armado pretende intercambiar por 500 guerrilleros presos.
Las autoridades colombianas creen que las pruebas de vida iban a ser entregadas este fin de semana al presidente venezolano, Hugo Ch¨¢vez, como golpe propagand¨ªstico, despu¨¦s de que Bogot¨¢ decidiera poner fin a su mediaci¨®n con las FARC, y justo antes de la celebraci¨®n de su refer¨¦ndum constitucional.
A lo largo de 17 folios, con letra peque?a y apretada, Ingrid detalla las secuelas de seis a?os a?os de cautiverio en plena selva, sometida por captores inhumanos a un proceso de destrucci¨®n f¨ªsica y ps¨ªquica, al que apenas hace frente con el recuerdo de su familia y con su fe religiosa. Betancourt est¨¢ exhausta, como refleja el v¨ªdeo rodado en octubre. "Estoy mal f¨ªsicamente. No he vuelto a comer, el apetito se me bloque¨®, el pelo se me cae en grandes cantidades", escribe. El fr¨ªo y las marchas agudizan su tortura. "La precariedad es la ¨²nica constante. En cualquier momento dan la orden de empacar y duerme uno en cualquier hueco, tendido en cualquier sitio, como cualquier animal".
Los secuestradores se encargan de liquidar cualquier atisbo de esperanza o ilusi¨®n de sus rehenes. "En esta selva la ¨²nica respuesta a todo es no", cuenta Ingrid. No a un libro con el que matar el tiempo, no a que le permitan hacer un pastel por el cumplea?os de sus hijos, no a los recuerdos: ni fotos, ni dibujos, ni cartas, ni el escapulario de su padre, que muri¨® al poco de haber sido secuestrada, y cuyo recuerdo la atormenta. "En las requisas le quitan a uno lo que m¨¢s quiere (....). Cada d¨ªa me queda menos de m¨ª misma".
Buena parte de la carta est¨¢ destinada a sus hijos, Lorenzo, M¨¦lanie y Sebasti¨¢n, a los que la ex candidata colma de consejos. Y lamenta el abandono en el que se encuentran los rehenes. "Los secuestrados somos como los leprosos que afean el baile (...), suena mejor decir que hay que ser fuertes frente a la guerrilla". Entre los agradecimientos, Ingrid Betancourt menciona a Hugo Ch¨¢vez, y declara su admiraci¨®n por Estados Unidos y su amor por Francia, pa¨ªs en el que vivi¨®, donde nacieron sus hijos y del que tiene la nacionalidad.
Con la intervenci¨®n de Nicolas Sarkozy, George Bush y el propio Ch¨¢vez, dice, "podr¨ªamos presenciar un milagro": la libertad de "todos los que aqu¨ª vivimos muertos".
"Cada d¨ªa me queda menos de m¨ª misma"
- "La vida aqu¨ª no es vida, es un desperdicio l¨²gubre de tiempo. Vivo o sobrevivo en una hamaca tendida entre dos palos, cubierta con un mosquitero y con una carpa encima, que oficia de techo, con lo cual puedo pensar que tengo una casa".
- "Aqu¨ª nada es propio, nada dura, la incertidumbre y la precariedad son la ¨²nica constante. En cualquier momento dan la orden de empacar y duerme uno en cualquier hueco, tendido en cualquier sitio, como cualquier animal".
- "En las requisas le quitan a uno lo que uno m¨¢s quiere. Una carta que me lleg¨® tuya me la quitaron despu¨¦s de la ¨²ltima prueba de supervivencia en el 2003. Los dibujos de Natasha y Stanis [sus sobrinos], las fotos de Mela y Loli [sus hijos], el escapulario de mi pap¨¢".
- "Cada d¨ªa me queda menos de m¨ª misma. Todo es duro (...). Durante a?os no pude pensar en los ni?os".
- "Durante mucho tiempo hemos sido como los leprosos que afean el baile, los secuestrados no somos un tema pol¨ªticamente correcto, suena mejor decir que hay que ser fuertes frente a la guerrilla a¨²n sin sacrificar algunas vidas humanas".
- "No voy a alcanzar a escribir todo lo que quisiera. A Piedad [C¨®rdoba] y a Ch¨¢vez todo, todo mi afecto y mi admiraci¨®n. Nuestras vidas est¨¢n ah¨ª, en el coraz¨®n de ellos, que s¨¦ que es grande y valeroso".
- "Todos estos a?os han sido terribles, pero no creo que podr¨ªa seguir a¨²n viva sin el compromiso que nos brindaron a todos los que aqu¨ª vivimos muertos".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.