Tiempo muerto para Rebraca

El coraz¨®n le pidi¨® un tiempo muerto a Zeljko Rebraca (Apatin, Serbia; 35 a?os de edad) hace una semana, durante el partido con el Granada. Despu¨¦s de siete minutos y medio de juego, el p¨ªvot del Pamesa Valencia se march¨® al vestuario con una fatiga inusual y un dolor en el pecho. "Un ligero mareo con s¨ªntomas de gastroenteritis", explic¨® el club en un primer momento.

Nada de eso. Las alarmas saltaron cuando en la entidad recordaron el historial m¨¦dico de Rebraca: dos operaciones de coraz¨®n, en 2003 y 2005.

"S¨®lo fue un mareo, nada de coraz¨®n", dijo el p¨ªvot tras retirarse del partido. Se equivocaba. El club le impidi¨® volver a entrenarse y jugar hasta conocer el resultado de las pruebas. Rebraca sufri¨® una "arritmia auricular", una alteraci¨®n de la cadencia normal de los latidos. Y el Pamesa le ha mandado parar durante dos semanas hasta que se recupere despu¨¦s de tratarle con impulsos el¨¦ctricos y recetarle los especialistas una medicaci¨®n anticoagulante durante 15 d¨ªas.

El serbio sufri¨® el mismo problema cuando jugaba en los Pistons

Ante un percance f¨ªsico grave, el club puede rescindirle el contrato

"Hay una irregularidad en su coraz¨®n. Su funcionamiento normal se altera. Pero lo hemos controlado y no hay problema para que vuelva otra vez a jugar a un nivel alto. Ahora se encuentra normal, pero hemos de mantener un margen de seguridad. Volver¨¢ a entrenarse como antes", asegura Jorge Candel, m¨¦dico del Pamesa y tambi¨¦n de la selecci¨®n espa?ola de f¨²tbol.

El club, pese a todo, se cubri¨® las espaldas al contratarle por una temporada con una cl¨¢usula que permite rescindir su contrato en caso de alg¨²n percance f¨ªsico grave. Adem¨¢s de sus antecedentes cardiacos, fue operado de la espalda la campa?a pasada.

"Es un jugador que ven¨ªa con unas condiciones concretas. Por encima de todo, est¨¢ la persona y su salud", explica Manuel Llorente, presidente ejecutivo del Pamesa.

A sus 35 a?os, Rebraca (2,12 metros de estatura y 120 kilos de peso) lucha por mantener viva una larga carrera. Despu¨¦s de jugar en el Partiz¨¢n, el Benetton y el Panathinaikos, con el que gan¨® una Euroliga, y de llevarse con Serbia el Mundial de 1998, pas¨® seis temporadas sin mucha gloria en la NBA: seis puntos y tres rebotes de media en su deambular por Detroit Pistons, Atlanta Hawks y Los ?ngeles Clippers.

Ya en 2003 se perdi¨® 50 partidos con Detroit por culpa de una arritmia cr¨®nica que se reprodujo dos a?os despu¨¦s. Y que ha vuelto ahora a poner en jaque su permanencia en las canchas.

"Por lo que sea, el latido de su coraz¨®n se descontrola. Puede seguir jugando, pero s¨®lo con medicaci¨®n no se soluciona el problema. Puede volverle a pasar", advierte Carmela Alonso, cardi¨®loga de la Cl¨ªnica Ruber, de Madrid.

El p¨ªvot, padre de cuatro hijos, quiere volver ya a los entrenamientos, pero el Pamesa prefiere esperar y no precipitarse. Sobre todo, despu¨¦s del fallecimiento de varios deportistas en los ¨²ltimos a?os por problemas cardiacos.

"Vamos a estudiar si puede seguir jugando al m¨¢s alto nivel y ver qu¨¦ pasa con ¨¦l en el futuro y con su contrato", puntualiza Johnny Rogers, director deportivo del Pamesa y compa?ero de Rebraca en el Panathinaikos en 1999 y 2000. "Entonces ya ten¨ªa esos problemas", recuerda Rogers.