Directo y diferido
Cuando la televisi¨®n se convierte en una ventana al mundo, sea en directo o en diferido, potencia, en bien o en mal, la fascinaci¨®n para la que fue creada. Ser ventana a la realidad no es f¨¢cil: las cadenas muestran, sin quererlo, verg¨¹enzas y virtudes. As¨ª, la conexi¨®n en directo de TVE-1 con la manifestaci¨®n de Madrid -20 promocionados minutos de programa especial- nos descubri¨® que la tele puede asistir a un acontecimiento sin enterarse de nada. La famosa foto de la unidad, de PP y PSOE, se dio despu¨¦s, en el telediario, pero la imagen estrella del directo fue para la plana mayor del PP. Apenas se entrevi¨® a L¨®pez Garrido, y Pepi?o apareci¨® al final, rodeado de periodistas: pod¨ªa haber estado en otro sitio. Tampoco supimos si hab¨ªa poca o mucha gente. En un directo como ¨¦ste -con su complemento de cinco minutos de esforzada tertulia en el vac¨ªo- qued¨® claro que ETA y el PP marcan la agenda. Para que luego digan.
El riesgo del diferido es menor, siempre y cuando se sepa manejar a favor de quien se asoma a la ventana televisiva. La gala de los Ondas -en Cuatro- tuvo todas las virtudes de la televisi¨®n en vivo y ninguno de sus defectos. Se potenci¨® el espect¨¢culo con acierto, con ritmo, subrayando lo interesante, que fue mucho: desde los presentadores -eficaces, con presencia- hasta los premiados, emocionados y tan divertidos a veces como el camale¨®nico Santi Mill¨¢s. Hay mucho trabajo oculto en estos premiados y homenajeados: de eso iba la fiesta. ?Lo mejor? La fastuosa combinaci¨®n del marco del Liceo con las nuevas tecnolog¨ªas; el mestizaje de medios de expresi¨®n, de la ¨®pera a la radio; los premiados, que aparecieron en pelot¨®n, con sus equipos, o con sus jefes, como Lorenzo Mil¨¢; el spot espa?ol de Polonia, un gui?o a futuras audiencias. ?Ah! Y el vestido de Eva Hache, por el que merecer¨ªa otro Ondas. Tras 54 ediciones, los Ondas han consolidado algo m¨¢s que un star system.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.