Entradas al asombro
Dice Lorca en su conferencia Sketch de la nueva pintura que "no hay que hacer caso a los ojos que enga?an. Hay que libertarnos de esta realidad natural para buscar la verdadera realidad pl¨¢stica".
Romper las dos dimensiones, dotar a la obra de una profundidad no real que insin¨²a el procedimiento es lo que consigue el pintor Ricardo Garc¨ªa (Granada 1963) en cada una de sus obras pict¨®ricas, a trav¨¦s de un c¨²mulo de t¨¦cnicas que configuran un lenguaje personal y cautivador.
Apasionado de Sch?nberg -el creador de la m¨²sica dodecaf¨®nica- comparte con ¨¦l la inquietud por ampliar las posibilidades creativas. Esta afinidad le llev¨® a titular la exposici¨®n de 1999 en la Caja de Ahorros de Granada como La noche transfigurada, t¨ªtulo de una pieza del compositor.
Este inter¨¦s por otras disciplinas art¨ªsticas se extiende tambi¨¦n a la poes¨ªa. Su ¨²ltima exposici¨®n (Centro de Estudios Lorquianos de Fuentevaqueros, septiembre 2007) tuvo lugar durante los actos de homenaje a la poeta Elena Mart¨ªn Vivaldi; y la que se inaugurar¨¢ pr¨®ximamente, titulada ?rboles, est¨¢ emparentada con los versos de Antonio Carvajal, tanto en el nombre de la exposici¨®n como en el t¨ªtulo de los cuadros.
Fruto de su actividad multidisciplinar fue la performance presentada el pasado verano durante los Cursos sobre la Cultura del Agua en el balneario de Lanjar¨®n. Chorros de color y juegos de agua sobre fotograf¨ªas pintadas en el fondo de una ba?era, que recreaban el final de Ofelia, relacionando pintura y literatura de una forma extraordinaria.
En sus acr¨ªlicos se pueden apreciar trazos valientes en los rojos vibrantes, azules infinitos, pinceladas violentas como las de Kiefer. Las entradas a sus cuadros -lo que capta la atenci¨®n en el primer momento- nos introducen en espacios que ignoran el l¨ªmite f¨ªsico de su marco. A la manera de Rothko, utiliza formas geom¨¦tricas que no aprietan; y recurriendo a soluciones atrevidas, consigue pinceladas que eternizan el movimiento.
La obra de Ricardo Garc¨ªa ha sido exhibida en distintos pa¨ªses. En 1998 expuso en la Galer¨ªa Dialogue de Par¨ªs y en el a?o 2000 en el Instituto Cervantes de Londres; ha expuesto en muestras individuales y colectivas, y tanto en colecciones p¨²blicas de la Universidad o La Diputaci¨®n de Granada como privadas en Wisconsin, M¨²nich o Bruselas.
Los cuadros de la muestra ?rboles son una prueba de su continua evoluci¨®n. Utilizando nuevas t¨¦cnicas digitales, deconstruye fotograf¨ªas tomadas en un bosque, las trata inform¨¢ticamente y las desnaturaliza para que le sirvan de fondo casi imperceptible. En estas obras el blanco y el negro son los protagonistas, sin obviar otras gamas que conforman un espect¨¢culo de color y textura. Los lienzos logran una atm¨®sfera intimista donde reinan los detalles: huecos por donde se cuela la luz, imprecisas ventanas donde ¨¦sta se manifiesta como una presencia f¨ªsica; tonos negros de un vitalismo asombroso donde se adivina el sol aunque no est¨¦ presente el amarillo.
Conocer la obra de Ricardo Garc¨ªa es entrar en un mundo fascinante y desconocido en el que el gesto de una pincelada se agranda ante el asombro del que los mira. Sus cuadros no dejan indiferente e interpelan a quienes los contemplan. La obra de Ricardo Garc¨ªa contin¨²a definiendo con trazo acertado y firme el arte moderno.
Marga Blanco es autora de los poemarios En un continente cualquiera (Universidad de Granada, 1997) y Mirando p¨¢jaros (col. Maillot Amarillo, Diputaci¨®n de Granada, 2003).
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