El rector ense?a sus ecuaciones
Raneda compagina la gesti¨®n con las clases de Econom¨ªa Internacional
Tobias Oefner no sab¨ªa que su profesor de Econom¨ªa Internacional es el rector de la Universidad de Alicante. Este estudiante Erasmus, de 26 a?os y procedente de Innsbruck (Austria), esperaba, a las siete de la tarde del mi¨¦rcoles pasado en los pasillos del Aulario I, la llegada del profesor Ignacio Jim¨¦nez Raneda. "Explica econom¨ªa mundial, no s¨®lo de Espa?a, o por qu¨¦ las industrias se instalan en un determinado pa¨ªs", resume. Junto a ¨¦l, Eva Maria Egger, tambi¨¦n austriaca de 22 a?os, admite que sus clases son "interesantes" aunque los alumnos extranjeros "tenemos cierta dificultad para entenderlas". Raneda imparte los martes y mi¨¦rcoles de siete a nueve de la noche sus clases. Se trata de una asignatura optativa pero obligatoria para cada especialidad de la Licenciatura de Ciencias Econ¨®micas. De los 21 alumnos matriculados m¨¢s de 60% son extranjeros. "Es complejo explicar a gente tan diversa, eso me obliga a poner muchos ejemplos y casos pr¨¢cticos", admite Raneda que empez¨® a dar clases en 1974. "Como extranjeros nos interesa todo lo que sea internacional, y luego es m¨¢s f¨¢cil convalidar esta asignatura en nuestro pa¨ªs", admiten las dos alumnas alemanas de Dusserdorf de la primera fila.
"Dar clases facilita el regreso a la docencia y me sirve para desconectar"
"Me matricul¨¦ sin saber que era el rector, luego vi su cara en la agenda"
El predecesor de Raneda, Salvador Ord¨®?ez, tambi¨¦n compagin¨® el rectorado con la docencia. Pero esto no tan frecuente. Por ejemplo, los dos rectores de Valencia se dedican s¨®lo a la gesti¨®n, al igual que hizo Andr¨¦s Pedre?o. Raneda, aunque la agenda institucional se complique, prefiere mantener el contacto con los alumnos. "Esto facilita el regreso a mi profesi¨®n docente, y me sirve para desconectar", confiesa el rector, "al menos dos veces por semana hago cosas atractivas y diferentes de la responsabilidad del cargo, es mi terapia", agrega. No obstante, tiene el refuerzo y apoyo de un compa?ero de su departamento que se encarga de sustituirle cuando las clases coinciden con sus viajes o actos institucionales irrenunciables.
Cada semana, tras una jornada de reuniones, actos p¨²blicos o visitas, el rector se convierte en profesor. Llega a clase con corbata, pero sin chaqueta, y con una carpeta con apuntes. Saca algunas transparencias, las coloca en el retroproyector y empieza la sesi¨®n. Recuerda los modelos econ¨®micos explicados en la sesi¨®n anterior, coge la tiza y llena la pizarra de ecuaciones y gr¨¢ficos. "Me matricul¨¦ sin saber que era el rector, luego vi su cara en la agenda escolar en valenciano", comenta Sandra, una alumna alicantina de 21 a?os quien explica que estas clases "no son muy matem¨¢ticas, te razona y explica los casos pr¨¢cticos". No obstante, reconoce que es necesario y conveniente para poder seguir con atenci¨®n sus explicaciones, "tener una buena base de micro y macro econom¨ªa". En las clases los alumnos han analizado, entre otras cosas, los motivos por los que si el comercio es bueno en general haya gente que est¨¦ en contra, por qu¨¦ si hay excedentes en la agricultura luego hay personas que se mueren de hambre o sobre el encarecimiento de los precios. "Nos explica c¨®mo funciona el comercio internacional que es el origen de la econom¨ªa", agrega Roberto Reig, otro alumno de Alicante que tiene 21 a?os y est¨¢ dispuesto a hacer un m¨¢ster en econom¨ªa internacional el pr¨®ximo a?o. Raneda despeja sus ecuaciones, plantea modelos de externacionalizaci¨®n de empresas y calcula los crecimientos crecientes y decrecientes.
Al inicio de curso nadie sab¨ªa que era el rector, pero ahora que lo saben aprovechan la ocasi¨®n y al final de algunas clases, le preguntan sobre la oferta de m¨¢steres, la reforma universitaria o "qu¨¦ nos interesa m¨¢s cuando seamos licenciados", explica un alumno. "Nos atiende fenomenal, alguna ventaja tenemos", comentan otra alumna del profesor, y a su vez rector.
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