La importancia de Bali

La cumbre del clima iniciada en Bali deber¨ªa suponer un avance serio en la lucha planetaria contra la contaminaci¨®n atmosf¨¦rica y el cambio clim¨¢tico tras la concertaci¨®n conseguida en Kioto y cuya fecha de caducidad es 2012. El Protocolo de Kioto involucraba a los 39 pa¨ªses m¨¢s desarrollados, que eran los principales emisores de gases de efecto invernadero, aunque no fue ratificado por algunos, entre ellos Australia y, muy especialmente, Estados Unidos. El borr¨®n australiano ha sido enmendado esta misma semana por el nuevo Gobierno de Kevin Rudd, que ha ratificado el Protocolo.

Queda, pues, Estados Unidos como ¨²nica naci¨®n desarrollada fuera del pacto e impermeable administrativamente a los incontrovertibles argumentos medioambientales que prev¨¦n un futuro sombr¨ªo para nuestro planeta si no se act¨²a inmediata y en¨¦rgicamente contra la contaminaci¨®n. Los motivos aducidos por la Administraci¨®n de Bush son el posible impacto negativo sobre su econom¨ªa, algo que es com¨²n al resto de los pa¨ªses que s¨ª lo han ratificado, la reticencia a aceptar acuerdos multilaterales en el marco de la ONU, o la ausencia en Kioto de compromisos exigibles a pa¨ªses emergentes, como China, India o Brasil, que pueden convertirse en grandes emisores de gases de invernadero.

Pero incluso en el pa¨ªs m¨¢s contaminante del planeta en t¨¦rminos absolutos y relativos va abri¨¦ndose paso imparablemente la necesidad de actuar. Una parte significativa de la sociedad estadounidense lo exige as¨ª, importantes Estados est¨¢n adoptando medidas para disminuir las emisiones de di¨®xido de carbono y un comit¨¦ senatorial acaba de proponer un embri¨®n de legislaci¨®n nacional sobre topes m¨¢ximos para la industria y el transporte.

El masivo c¨®nclave auspiciado por la ONU en Bali, donde est¨¢n reunidos miles de representantes de 190 pa¨ªses, demuestra hasta qu¨¦ punto ha aumentado el perfil pol¨ªtico del cambio clim¨¢tico en el ¨²ltimo a?o. Las condiciones para el ¨¦xito de un acuerdo pos-Kioto exigen, adem¨¢s de la implicaci¨®n convencida de EE UU, unos objetivos mucho m¨¢s ambiciosos que los acordados en la ciudad japonesa, quiz¨¢ en la l¨ªnea de los planteados por la Uni¨®n Europea de reducciones de al menos el 20% para el a?o 2020; o la incorporaci¨®n de los grandes pa¨ªses emergentes, con compromisos que tendr¨¢n que ser distintos de los que afecten a los desarrollados, pero que supongan una contribuci¨®n efectiva al objetivo marcado.

Convendr¨ªa, de otra parte, empezar a debatir sobre los criterios utilizados en Kioto, que penalizan a los pa¨ªses que part¨ªan de un menor nivel de emisiones, como es el caso de Espa?a, y que utilicen como baremo las emisiones per c¨¢pita, a fin de no introducir un factor adicional de injusticia en el reparto de la carga. En cualquier caso, Bali debe permitir fortalecer y unificar el esfuerzo al que la humanidad est¨¢ abocada si quiere preservar sus condiciones ambientales.