Las protestas de mujeres contra el r¨¦gimen se extienden en Ir¨¢n
600 'madres de la Paz' cuestionan p¨²blicamente la pol¨ªtica de Ahmadineyad
La sociedad civil de Ir¨¢n empieza a mostrar su preocupaci¨®n por la actitud desafiante de sus dirigentes frente a la comunidad internacional. En una carta abierta a las autoridades, 600 mujeres que se autodenominan Madres de la Paz expresan su temor a que el programa nuclear de su pa¨ªs desencadene una guerra. El inusual gesto se produce adem¨¢s en un momento en el que el Gobierno trata de acallar el menor signo de disidencia y los tribunales se encuentran llenos de casos contra estudiantes, sindicalistas, feministas y activistas de los derechos humanos.
La nobel Ebad¨ª apoya el Comit¨¦ por la Paz inspirado por las madres
"Nosotras, Madres de Paz, queremos expresar nuestra profunda preocupaci¨®n sobre la cr¨ªtica situaci¨®n del pa¨ªs", asegura la carta hecha p¨²blica esta semana en el sitio web motherspeace.blogfa.com. Las firmantes, entre las que hay artistas, amas de casa y activistas pol¨ªticas, cuestionan tanto la pol¨ªtica nuclear del Gobierno Ahmadineyad como sus consecuencias sobre los iran¨ªes.
El texto, que hace referencia a las sanciones econ¨®micas que la ONU ha impuesto a Ir¨¢n por su negativa a suspender su programa at¨®mico, advierte al Gobierno que sus signatarias no est¨¢n dispuestas a apoyarle en ese objetivo si el riesgo es un enfrentamiento militar con Estados Unidos. "Nos preocupa el precio que nosotras y nuestros hijos tendremos que pagar durante un periodo de semejante inseguridad", escriben antes de recordar que a¨²n guardan luto por los seres queridos que perdieron durante la guerra contra Irak.
"Queremos vivir en paz. Ya sabemos lo qu¨¦ es la guerra y no deseamos que sea el sino de nuestros hijos", declara a este diario Khadije Moghadam, una de las firmantes. Moghadam, una activista del medio ambiente, subraya el apoyo que est¨¢n recibiendo de hijos y maridos. "Ya se han sumado 300 hombres", apunta.
La fundaci¨®n de Madres de la Paz hace tres meses sirvi¨® de inspiraci¨®n para el lanzamiento del Comit¨¦ Nacional por la Paz, que cuenta con el respaldo de la Premio Nobel Shir¨ªn Ebad¨ª. El Comit¨¦, que pretende coordinar a todos los grupos que trabajan en Ir¨¢n por la paz, desea contribuir a la reconciliaci¨®n entre Ir¨¢n y Estados Unidos, enfrentados ideol¨®gicamente desde el triunfo de la revoluci¨®n isl¨¢mica de 1979 y cuyas fr¨ªas relaciones se han deteriorado a¨²n m¨¢s a causa de la crisis nuclear.
Aunque hasta ahora no ha habido ninguna reacci¨®n oficial a las Madres de la Paz, el presidente Ahmadineyad calific¨® recientemente de "traidores" a quienes critican su pol¨ªtica nuclear. De momento, la carta sigue pudi¨¦ndose leer, y firmar, en Internet a pesar de los filtros que impone el Gobierno iran¨ª.
Otras iniciativas de la sociedad civil, como la campa?a de Un mill¨®n de firmas por la igualdad (de las mujeres), han desatado una respuesta inesperadamente agresiva por parte de las autoridades. En las ¨²ltimas semanas, dos de sus activistas, Jelve Javaheri y Maryam Hoseinkhah, fueron detenidas cuando se presentaron ante el juez. Una tercera, Nahid Keshavarz est¨¢ pendiente de una citaci¨®n judicial a causa de su p¨¢gina web. Al menos otras dos, Ronak Safarzadeh y Hana Abdi, permanecen en prisi¨®n desde septiembre y octubre, respectivamente.
Hoseinkhah y Javaheri han sido acusadas de "actuar contra la seguridad nacional" por el contenido de sus art¨ªculos en la Red. Fuentes de la oposici¨®n reformista opinan que sus detenciones, como otras que se han producido con anterioridad, constituyen un intento de silenciar a todos aquellos que se muestran cr¨ªticos con el Gobierno.
"Los pr¨®ximos dos meses van a ser clave para las mujeres porque los tribunales tienen que pronunciarse sobre varios casos abiertos", conf¨ªa M.M., que espera sentencia la semana que viene por haber participado en una manifestaci¨®n. El ambiente entre las activistas pro derechos de la mujer es sombr¨ªo. "Sol¨ªamos trabajar por las mujeres, pero ahora tenemos que trabajar para defendernos a nosotras mismas, nos roba mucha energ¨ªa", se lamenta esta feminista.
Las mujeres no son las ¨²nicas. Estudiantes y sindicalistas se encuentran en una situaci¨®n parecida. Adem¨¢s, desde la llegada al Gobierno de Ahmadineyad, al menos 50 ONG han sido clausuradas y sus impulsores detenidos o amenazados.
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