Oliveira vale por once
Dos goles del brasile?o rescatan al final a un Zaragoza en inferioridad ante el Espanyol
Le alcanz¨® a Oliveira con un cuarto de hora para sonrojar al Espanyol, tan tremendo en el ataque como pusil¨¢nime en la defensa, y sellar unas tablas que parec¨ªan imposibles. Dos remates y dos goles del brasile?o que reanimaron a un Zaragoza para entonces con diez, derrocado hasta su aparici¨®n, y otorgaron una partida extra a V¨ªctor Fern¨¢ndez, en entredicho. Zarandeado y cabizbajo, el Espanyol no se cobr¨® la victoria al pecar de ingenuo y relajar los m¨²sculos cuando Oliveira los tens¨®.
Coherente con sus ideas, Fern¨¢ndez apost¨® por su sistema, el 4-4-2 con dos medios centro y los volantes a pierna cambiada: rechaza el juego por las bandas, una vez que los laterales descartan el papel de carrileros, y se limita al ataque frontal, con pases interiores y paredes sucesivas. Se sab¨ªa de antemano la lecci¨®n el Espanyol, que fundament¨® su defensa en las coberturas de los medios centro y de los laterales a los dos centrales, con trabajo doble. Se col¨® en el primer gol, pero, taponada la v¨ªa interior y cerradas las l¨ªneas de pase, desdibuj¨® al Zaragoza, que fracas¨® hasta que apareci¨® Oliveira. Lo padeci¨® el Espanyol, ingenioso en los ¨²ltimos metros, y renqueante en los primeros.
ZARAGOZA 3 - ESPANYOL 3
Zaragoza: C¨¦sar, Diogo (Oliveira, m. 73), Sergio, Ayala, Paredes; D'Alessandro (Celades, m. 68), Luccin, Zapater, Aimar (?scar, m. 68); Sergio Garc¨ªa y Diego Milito. No utilizados: L¨®pez Vallejo; Valero, Gabi, Celades y Juanfran.
Espanyol: Kameni; Zabaleta, Torrej¨®n, Lacruz, Clemente; Mois¨¦s (Lola, m. 62), ?ngel; Valdo, Luis Garc¨ªa, Riera (Moha, m. 86); y Tamudo (Corominas, m. 77). No utilizados: Lafuente; Chica, Jonathan y Serr¨¢n.
Goles: 1-0. M. 5. Diego Milito aprovecha un pase de D'Alessandro. 1-1. M. 7. Tamudo, por la escuadra. 1-2. M. 10. Riera pasa a Valdo, que marca desde fuera del ¨¢rea. 1-3. M. 14. Zabaleta remata una asistencia de Riera. 2-3. M. 85. Oliveira, a pase de Diego Milito. 3-3. M. 89. Oliveira, de volea.
?rbitro: Lizondo Cort¨¦s. Amonest¨® a Luccin, Mois¨¦s Hurtado, D'Alessandro, Zapater, Aimar, Ayala y Riera. Expuls¨® por doble amarilla a Luccin (m. 48).
La Romareda: 28.000 espectadores.
El repertorio ofensivo del Espanyol es exquisito por lo variado. Con la complacencia del adversario, result¨® definitivo. Entre otras cosas, porque el Zaragoza jug¨® abocado al ataque, con las l¨ªneas bien estiradas. Un riesgo que a punto estuvo de pasarle factura. Se despliega el Espanyol por los costados, con las subidas de los volantes, el continuo doblar de los laterales y las llegadas desde la segunda l¨ªnea. Demasiado trabajo para la zaga blanquilla, a verlas venir.
Desabrido y destensado, el Zaragoza pas¨® de hacer los marcajes ante un saque de falta inocente sobre la medular. El bal¨®n lo recibi¨®, libre y sin nadie que le tosiera en la espalda, Tamudo. Y se invent¨® una genialidad: amag¨® un disparo con la cintura, se perfil¨® hacia el centro y, armonioso y pl¨¢stico, envi¨® el bal¨®n a la red tras acariciar la cruceta contraria. Poco le import¨® al Zaragoza, que encaj¨® los golpes como un pugilista en declive, tambale¨¢ndose de pie y con el ojo cerrado a la espera del siguiente. Fueron dos. Uno de Valdo, desde fuera del ¨¢rea; otro de Zabaleta, que inici¨® un contragolpe y acab¨® de rematarlo tras otra concesi¨®n defensiva. Pero apareci¨® Oliveira, a quien no le import¨® que Luccin abandonara el campo instantes antes por doble amarilla.
Criticado por su individualismo, el brasile?o se le atraganta a la afici¨®n aragonesa como al t¨¦cnico, que le ha postergado en los dos ¨²ltimos duelos. Hasta ayer, cuando se rebel¨®, cuando recibi¨® dos pases de Diego Milito, uno raso y el otro a media altura, y fundi¨® la porter¨ªa del Espanyol. ?l solo hizo lo que no pudo todo el Zaragoza.
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