Marruecos acusa a Espa?a de echar a los musulmanes ceut¨ªes en brazos del integrismo
El jefe del servicio secreto marroqu¨ª se quej¨® en Mallorca del auge en Ceuta de corrientes isl¨¢micas ajenas a Rabat
Cuando, el 6 de noviembre, el Rey don Juan Carlos pisaba, por primera vez, Melilla, el avi¨®n de Yassin Mansouri, el jefe del servicio secreto exterior de Marruecos (DGED) aterrizaba en Mallorca. Mansouri acud¨ªa a la isla para participar en una reuni¨®n de esp¨ªas del Magreb y del sur de Europa, pero su prop¨®sito era tambi¨¦n transmitir un doble recado a su hom¨®logo espa?ol, Alberto Saiz, director del CNI.
Pese a la tensi¨®n diplom¨¢tica suscitada por la visita real a las ciudades aut¨®nomas, Rabat, le garantiz¨® Mansouri a Saiz, mantendr¨¢ una plena cooperaci¨®n antiterrorista con Espa?a. Ahora bien, le avis¨® a continuaci¨®n, las autoridades espa?olas est¨¢n "jugando con fuego" en Ceuta y, en menor medida, en Melilla, seg¨²n indican fuentes de inteligencia conocedoras de la entrevista.
So pretexto de desvincular a los fieles musulmanes ceut¨ªes de la tutela del Ministerio de Asuntos Religiosos de Marruecos y del Islam malekita que all¨ª se practica, Espa?a les empuja hacia movimientos como el Tablig (Congregaci¨®n para la Propagaci¨®n del Islam) o los Hermanos Musulmanes, a?adi¨® el emisario marroqu¨ª. Son dos corrientes de inspiraci¨®n india y egipcia en las que se han curtido muchos extremistas, son la antesala del yihadismo, advirti¨®. Si sale mal el experimento, espa?oles y marroqu¨ªes pagaremos un alto precio, concluy¨®.
La "bofetada" espa?ola a Marruecos no es solo pol¨ªtica, sino sentimental, precisa un alto cargo marroqu¨ª. Mohamed VI, que adem¨¢s de jefe de Estado es el Comendador de los Creyentes, est¨¢ dolido porque en alguna mezquita ceut¨ª se ha quebrado la tradici¨®n. Ya no se pide a Al¨¢, al final de la oraci¨®n del viernes, que gu¨ªe al rey. El mejor ejemplo de este "olvido" es la mezquita de Al Noor, en manos del Tablig, seg¨²n constataron fieles asiduos del templo.
No era la primera vez que Rabat hacia llegar este mensaje en los ¨²ltimos meses, pero nunca lo hab¨ªa hecho de manera tan contundente y a tan alto nivel. Mansouri, de 45 a?os, es un hombre de plena confianza de Mohamed VI, con qui¨¦n comparti¨® pupitre en el Colegio Real de Rabat, y que despacha casi a diario con el monarca.
El est¨ªmulo que supuestamente da Espa?a a los musulmanes ceut¨ªes para apartarse de Marruecos es el tercer motivo de discordia hispano-marroqu¨ª. Se a?ade a otros dos esgrimidos p¨²blicamente -la visita de los Reyes a Ceuta y Melilla y la decisi¨®n del juez Baltasar Garz¨®n de investigar un supuesto genocidio de saharauis- que incitaron a Mohamed VI a llamar a consultas a su embajador en Madrid, Omar Azziman. ?ste permanece a¨²n en Rabat 40 d¨ªas despu¨¦s de su retirada.
La reagrupaci¨®n del grueso de los musulmanes ceut¨ªes bajo la batuta del Tablig qued¨® escenificada el 20 de julio pasado. Ese d¨ªa se present¨® p¨²blicamente en Ceuta la rama local de la Uni¨®n de Comunidades Isl¨¢micas de Espa?a (UCIDE) que integra a 36 de las 40 comunidades isl¨¢micas de la ciudad. La preside Laarbi Maateis, de 44 a?os, el jefe local del Tablig. Su segundo pertenece a la misma corriente.
A la ceremonia asistieron nada menos que la directora general de Asuntos Religiosos, Mercedes Rico, el presidente de la ciudad, Juan Vivas, el director de la Fundaci¨®n Pluralismo y Convivencia, Jos¨¦ Mar¨ªa Contreras, que subvenciona a las comunidades religiosas, y hasta el comandante general de Ceuta, el general Lu¨ªs G¨®mez-Hortig¨¹ela. "Nos pareci¨® un acto de calado", subraya Contreras.
Aquel evento fue el colof¨®n de una lenta desvinculaci¨®n que arranc¨® a finales de los noventa cuando se empez¨® a dejar de leer en las mezquitas ceut¨ªes los sermones que enviaba desde Rabat el Ministerio de Asuntos Religiosos. A¨²n hoy en d¨ªa ese departamento sufraga los gastos de luz y agua de media docena de templos y complementa el sueldo de sus imanes, retribuidos por los fieles, con unos 50 euros al mes.
Pero el respaldo gubernamental espa?ol va m¨¢s lejos que la mera asistencia al lanzamiento de la UCIDE, seg¨²n Mohamed Ali, el presidente de una de las pocas comunidades ceut¨ªes a¨²n af¨ªn a Marruecos. "Desde la generosidad de las subvenciones" del Ministerio de Justicia y del ayuntamiento "hasta el favoritismo en el empleo p¨²blico, pasando por la agilidad con la que se tramitan los permisos de residencia para los imanes que traen, todo son facilidades para la UCIDE de Ceuta", se lamenta.
Contreras, el director de la fundaci¨®n del Ministerio de Justicia, refuta la acusaci¨®n: "Con una media de 5.000 euros que damos de subvenci¨®n a las comunidades cuyos proyectos son aprobados no creo que potenciemos o dejemos de potenciar a nadie". "Si la UCIDE recibe m¨¢s es porque reagrupa a m¨¢s comunidades y estas son m¨¢s activas".
El presidente de Ceuta tambi¨¦n rechaza de plano el reproche aunque admite que la creaci¨®n de la rama local de la UCIDE es ben¨¦fica para la ciudad: "Necesit¨¢bamos un interlocutor representativo de la comunidad musulmana y por fin lo tenemos desde hace cuatro meses".
Laarbi Matteis, que encabeza la UCIDE y el Tablig, insiste en que su "crecimiento se debe a m¨¦ritos propios aunque los gobiernos central y local han sido receptivos". El Tablig no solo se ha expandido en Ceuta, donde cuenta con siete mezquitas todas muy activas, sino en toda Espa?a, sobre todo en el Pa¨ªs Vasco, Andaluc¨ªa y en Catalu?a. El presidente del Consejo Isl¨¢mico de esta comunidad pertenece a esa corriente. Entre sus pr¨®ximas metas figura Melilla.
Si la UCIDE y su jefe "est¨¢n bien vistos por las autoridades espa?olas es porque apuestan por la desvinculaci¨®n religiosa de los musulmanes ceut¨ªes de Marruecos", insiste Mohamed Ali partidario de que Ceuta sea marroqu¨ª. "Es antinatural pero, sobre todo, peligroso porque el Tablig ha sido con frecuencia una escuela de formaci¨®n de radicales". "Resumiendo: la Administraci¨®n espa?ola financia el integrismo". "Cr¨¦ame, son lobos con piel de cordero", recalca Abselam Hamadi, que dirige otra peque?a etiquetada de promarroqu¨ª.
Sol Tarr¨¦s y Javier Jord¨¢n, dos investigadores de las universidades de Huelva y Granada, dan la raz¨®n a los promarroqu¨ªes en un art¨ªculo acad¨¦mico publicado en marzo por "Athena Intelligence": "A pesar de su car¨¢cter declaradamente pac¨ªfico y apol¨ªtico, las actividades del Tabligh pueden ser utilizadas -y, de hecho, lo han sido con frecuencia- de manera indirecta por los yihadistas".
Desde Abu Dahdah hasta Amer Azizi y Aziz el Bakri la lista de terroristas que, seg¨²n ellos, en alg¨²n momento de su vida estuvieron en relaci¨®n con el Tabligh es larga. Para m¨¢s inri esta corriente fundada en India hace 80 a?os obstaculiza, seg¨²n ellos, la integraci¨®n de los musulmanes en las sociedades europeas.
"?Yo, un peligroso integrista?", se pregunta at¨®nito Laarbi Matteis, el presidente de la UCIDE en Ceuta. "Pero si mi hija juega al f¨²tbol". "?Se imagina usted a un integrista permitiendo a sus hijas que hagan deporte en p¨²blico?", a?ade con una sonrisa socarrona en la puerta de la mezquita Al Noor que regenta su asociaci¨®n. A primera hora de la tarde apenas hay fieles en el templo -que permite visitar al periodista- pero las dos "madrassas" adyacentes est¨¢n atiborradas de ni?os y ni?as que, por separado, aprenden el Cor¨¢n.
"En cuanto a la acusaci¨®n de educar a futuros radicales", prosigue Matteis, "que me den el nombre de un solo miembro del Tabligh detenido por ser sospechoso de actividades terroristas". "Colaboramos con las cuerpos de seguridad que tienen en nosotros una confianza absoluta", asegura.
Si se except¨²an un par de incidentes menores, por grabaciones con c¨¢maras de reuniones religiosas efectuadas por el servicio de informaci¨®n de la Guardia Civil, las fuerzas de seguridad confirman que mantienen en Ceuta una buena relaci¨®n con Matteis y sus seguidores. "Son bastante transparentes y cooperan con nosotros", afirma un agente dedicado a su seguimiento. "Marruecos, que nos export¨® involuntariamente a los que perpetraron el 11-M, no puede dar lecciones de c¨®mo luchar contra el radicalismo", concluye.
Matteis resta importancia a las recientes quejas de Rabat: "No estamos preocupados, porque nosotros somos espa?oles y trabajamos en Espa?a". ?l asegura no tener problemas cuando viaja a Marruecos, pero algunos de sus disc¨ªpulos sostienen que, desde la creaci¨®n de la UCIDE, les ponen a veces trabas en la frontera. "Va a llegar un d¨ªa en que no podremos cruzarla", se teme otro de los responsables del Tablig, consciente de que Rabat les mira con algo m¨¢s que recelo.
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