El alcalde de Gondomar descarta recalificar los terrenos de Borreiros

Benigno Moure Cort¨¦s (Arnoia, 1932), licenciado en Teolog¨ªa y Derecho Can¨®nico, inici¨® su carrera asistencial al frente de C¨¢ritas Diocesana en Ourense en los a?os 70. Un conflicto con la CIG, que en 1990 lo denunci¨® judicialmente amparando las imputaciones de medio centenar de trabajadores que lo acusaban de malos tratos a los residentes de sus geri¨¢tricos, lo apart¨® del organismo oficial de la Iglesia cat¨®lica para el ejercicio de la caridad. Pero fue el principio de una carrera, entre asistencial y empresarial, envuelta siempre en pol¨¦mica.

La denuncia de la CIG fue archivada, pero cinco a?os despu¨¦s el cura Moure demand¨® al secretario de la central sindical en Ourense, Etelvino Blanco, por calumnias. El sindicalista fue juzgado, acusado y condenado a pagarle un mill¨®n de pesetas, que fue sufragado por cuestaci¨®n popular.

La denuncia de la CIG, que lleg¨® a presentar su informe al entonces obispo de Ourense, Di¨¦guez Reboredo, disgust¨® a C¨¢ritas y el sacerdote inici¨® en la actividad asistencial un nuevo rumbo al que dio car¨¢cer propio.

En enero de 1992 cre¨® la Fundaci¨®n San Rosendo, sociedad ben¨¦fico-asistencial a la que, como recuerda el sindicalista Blanco, incorpor¨® los bienes patrimoniales de C¨¢ritas en Ourense, "que en 1990, eran ya una veintena de centros, distribuidos por toda la provincia, en los que se atend¨ªa a 2.000 asistidos y que daban trabajo a 600 empleados".

Desde entonces Moure se ha convertido en cabeza visible de un complejo organigrama de sociedades, sin ¨¢nimo de lucro y vinculado a sectores de la derecha local, que apost¨® por la labor asistencial antes de que ¨¦sta se integrara en los programas pol¨ªticos y por el termalismo antes, tambi¨¦n, de que los poderes f¨¢cticos orensanos descubrieran su potencial.

Casi 16 a?os despu¨¦s de su creaci¨®n, la Fundaci¨®n San Rosendo gestiona 54 centros en Galicia (41 en Ourense), de los que 48 se dedican a la atenci¨®n de la tercera edad. A ellos se a?aden siete centros del Grupo Caldaria (cuatro hoteles y tres balnearios), dedicados a la balneoterapia en una l¨ªnea de negocio que se muestra en los ¨²ltimos tiempos especialmente pujante. De hecho, las plusval¨ªas que ten¨ªa previsto obtener con las operaciones de Vigo y Gondomar pensaba dedicarlas a la construcci¨®n de "un gran balneario" en Ourense, del que rehus¨® aportar mayores datos "para no alertar a los especuladores", declar¨® a este peri¨®dico.

El presupuesto de la fundaci¨®n en 2006, "de contenci¨®n, considerando la previsible inflaci¨®n", fue de casi 30 millones de euros s¨®lo para asistencia. De ¨¦stos, la mayor parte proced¨ªan "de los ingresos en las cuentas de la fundaci¨®n de las cuotas de usuarios", seg¨²n destac¨® p¨²blicamente el propio Moure, y casi un mill¨®n y medio de euros ten¨ªa su origen "en subvenciones, donaciones y legados".

Las n¨®minas de personal (m¨¢s de 1.600 empleados) constituyeron el cap¨ªtulo de gasto m¨¢s importante. Los datos hechos p¨²blicos por Moure ponen de relieve que el presupuesto de la fundaci¨®n se aproxima al de la Diputaci¨®n Provincial de Ourense, cifrado ese a?o en 70 millones de euros.

La actividad del sacerdote ha estado siempre cuestionada. Su vinculaci¨®n con el PP, a trav¨¦s de las subvenciones que la fundaci¨®n recib¨ªa de la Xunta y de la Diputaci¨®n de Ourense, que le ofreci¨® terrenos para instalar sus residencias en ayuntamientos gobernados por este partido, generaron grandes recelos en la oposici¨®n provincial, que vio c¨®mo la entidad se convert¨ªa en la principal generadora de empleo en el rural. PSdeG, BNG y CIG arremetieron siempre contra "la privatizaci¨®n" de la asistencia p¨²blica en esta provincia, que capitalizaba la Fundaci¨®n San Rosendo.

La mala imagen que sobre Moure proyectaban sus detractores fue sistem¨¢ticamente lavada por Manuel Fraga. El entonces presidente de la Xunta le concedi¨® la medalla Castelao en 1993 y la medalla de Plata de la Xunta en 2004, adem¨¢s de asistir a cuantas inauguraciones le propusiera Moure.

Sin embargo, el cura rechaza ahora la proximidad con el PP y sostiene que se entiende mejor con el BNG. "La verdad es que tenemos m¨¢s apoyo del BNG del que tuvimos con el PP, y no nos van a quitar ingresos; nos van a beneficiar", se?ala. "La Ley de Dependencia de la Vicepresidencia [de la Xunta] nos beneficia mucho porque han visto que trabajamos bien", a?ade como justificaci¨®n.

Las residencias de la fundaci¨®n atienden a 3.500 usuarios de los 5.000 totales, seg¨²n sus propios datos. El presidente de la Fundaci¨®n San Rosendo cree que ¨¦sta se reforzar¨¢ "porque gracias a esta ley [la Ley de Dependencia] nos van a llegar tambi¨¦n familias con pocos ingresos".

Pero mientras el negocio asistencial crece con la puesta en marcha de una l¨ªnea cosm¨¦tica y la previsi¨®n de una explotaci¨®n ganadera de 2.000 hect¨¢reas en la comarca de Caldelas, y mientras la fundaci¨®n recibe certificaciones de calidad para algunas de sus residencias, Benigno Moure comienza a visitar los juzgados. La causa m¨¢s importante se ver¨¢ en breve.

Moure est¨¢ imputado por el juez por un supuesto delito de estafa y apropiaci¨®n indebida de 600.000 euros, adem¨¢s de fincas, vi?edos, casas y otras propiedades, de una anciana fallecida, usuaria de uno de sus geri¨¢tricos. El fiscal pide 14 a?os de prisi¨®n para ¨¦l, pero Moure se muestra sereno. "Niego todas las acusaciones. Tengo la conciencia muy tranquila porque no rob¨¦ nada, todo lo cedi¨® voluntariamente la mujer y no a m¨ª, sino a la fundaci¨®n", sostiene, y puntualiza que la petici¨®n del fiscal "es pol¨ªtica".

El sacerdote, que fue demandado por un sobrino de la anciana residente en Catalu?a "que se pas¨® 30 a?os sin verla", adelanta que llevar¨¢ a testificar a su favor "a otros familiares que viven aqu¨ª y la visitaban, y que testificar¨¢n que ella quiso hacer la donaci¨®n".