Un mandato para RTVE
Culmina la aprobaci¨®n del primer "mandato-marco" para la Corporaci¨®n RTVE. Un texto destinado, seg¨²n se afirma, a concretar durante los pr¨®ximos nueve a?os los objetivos generales y las l¨ªneas estrat¨¦gicas del servicio p¨²blico que le corresponde prestar. Hoy martes ese "mandato-marco" se debate en el pleno del Congreso de los Diputados y pasado ma?ana, jueves, llegar¨¢ al pleno del Senado. La aceleraci¨®n del tr¨¢mite qued¨® patente en el dictamen encomendado a la correspondiente Comisi¨®n Mixta de Control Parlamentario. La base de partida ha sido una propuesta del Grupo Socialista a la que se han acoplado despu¨¦s algunas enmiendas transaccionales procedentes de Izquierda Unida, Entesa y BNG.
A ese servicio p¨²blico se le impone que alcance todas las ¨¢reas pobladas del planeta sin reparar en costes
Para los socialistas, la aprobaci¨®n del "mandato-marco" completa la reforma del modelo de RTVE, emprendida por el ejecutivo para desgubernamentalizarla y ofrecer la garant¨ªa de "una radiotelevisi¨®n p¨²blica de calidad, independiente, plural y saneada econ¨®micamente", seg¨²n la fraseolog¨ªa al uso. Insisten en que constituye la base sobre la cual el Gobierno y RTVE habr¨¢n de negociar los sucesivos contratos-programa, de car¨¢cter trienal, que "aportar¨¢n transparencia y claridad en la financiaci¨®n". Como de costumbre, los socialistas se atribuyen a s¨ª mismos la m¨¢xima voluntad de acuerdo con el resto de los grupos parlamentarios y lamentan la imposible incorporaci¨®n del PP al deseado consenso.
El impedimento es, a su juicio, que "el PP no comparte este nuevo modelo de televisi¨®n p¨²blica, como lo prueba que no lo aplique en las comunidades aut¨®nomas donde gobierna". Pero la aplicaci¨®n del principio evang¨¦lico de por sus frutos los conocer¨¦is har¨ªa imposible diferenciar el signo pol¨ªtico de las Comunidades Aut¨®nomas a partir de la tendencia universal que todas ellas comparten de utilizar sus sistemas de radiotelevisi¨®n como servicio dom¨¦stico del gobierno establecido. Aceptemos que puede haber diferencias de grado pero que nada sustancial separa la instrumentalizaci¨®n de la radiotelevisi¨®n en la Valencia de los populares o en la Andaluc¨ªa de los socialistas.
Tampoco se advierten diferencias, ni graves ni menores, al comparar las dos propuestas de "mandato-marco" disponibles: la del Grupo Socialista presentada el 23 de noviembre y la del Grupo Popular, que tuvo entrada en el registro del Congreso tres d¨ªas despu¨¦s. Ambas obedecen a un mismo esquema basado en dos ejes. Primero, el de las menciones de las obligaciones impuestas por la Constituci¨®n, la Ley 17/2006 de la Radio y Televisi¨®n de Titularidad Estatal y los Tratados de la UE. Segundo, el de la remisi¨®n permanente -tanto de cualquier noci¨®n del servicio p¨²blico a prestar, como de detalles o precisiones derivados- al momento del contrato-programa, que seg¨²n se se?ala una y otra vez seguir¨¢ en plazo inmediato.
Se parte de la existencia de una Radio y Televisi¨®n de Titularidad Estatal, al amparo de la Ley m¨¢s arriba mencionada, y despu¨¦s se desgranan una serie de cap¨ªtulos que renuncian a la definici¨®n del servicio p¨²blico, sin la cual es imposible establecer los criterios subsiguientes que diferencien los dos grandes rubros de la peculiar financiaci¨®n mixta de RTVE, es decir la que viene de los presupuestos generales del Estado y la que aportan los ingresos publicitarios y otros obtenidos del mercado audiovisual. Las referencias al servicio p¨²blico son tan gen¨¦ricas y omnicomprensivas que al final se cobra la impresi¨®n de que las aportaciones del Estado cubrir¨¢n la diferencia que resulte entre el total de los gastos en que incurra RTVE y los ingresos comerciales que genere.
A ese servicio p¨²blico impreciso se le imponen enseguida en el "mandato-marco" unos deberes de emisi¨®n y difusi¨®n que alcance sobre todas las ¨¢reas pobladas del planeta, sin reparar para nada en costes cuya estimaci¨®n se omite. Adem¨¢s la Corporaci¨®n RTVE queda obligada a militar en todas las justas causas, a ser punta de lanza de las nuevas tecnolog¨ªas y a sostener de modo independiente la Orquesta, los Coros, los sellos discogr¨¢ficos, el Instituto Oficial de Radiodifusi¨®n y Televisi¨®n (IORT) y cuanto quepa imaginar. Menos mal que el paso del tiempo ha ido incrementando el patrimonio inmobiliario de RTVE y sumando hect¨¢reas en Prado del Rey, el Pirul¨ª, Aravaca o Arganda a las que se les est¨¢ poniendo carita de adosados. O tal vez de torres como las erigidas en lo que fue ciudad deportiva del Real Madrid por encima de la Plaza de Castilla, para el caso de que nos decidi¨¦ramos por soluciones audaces encomendadas a los Mansillas que sean precisos. Continuar¨¢.
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