El esp¨ªritu de la colmena

Leo el extenso reportaje que explica la conducta social de los insectos y los mecanismos que hacen que miles de miembros de una comunidad se comporten al un¨ªsono. De c¨®mo la suma de miles de peque?as iniciativas individuales dan lugar a lo que los entom¨®logos llaman un cerebro colectivo. Esta capacidad de armonizar muchos para "pensar" como uno solo ya fascin¨® a Maurice Maeterlinck, el dramaturgo y Premio Nobel belga, en su libro La vida de las abejas (1901), donde no consegu¨ªa explicarse el funcionamiento interior de una colmena. En su visi¨®n literaria de las cosas, la abeja reina no era m¨¢s que una reh¨¦n sometida a la tiran¨ªa de una inmensa rep¨²blica de obreras. Todas ellas hijas suyas, por cierto. Para definir lo que ahora empiezan a descubrir los entom¨®logos acu?¨® una expresi¨®n bell¨ªsima. Una expresi¨®n que, adem¨¢s, har¨ªa fortuna en otro ¨¢mbito muy distinto del de la entomolog¨ªa: el esp¨ªritu de la colmena.