Burbujas en La Pecera
El lunes pasado, tras ser restaurada, abri¨® La Pecera, el escenogr¨¢fico sal¨®n del hotel Espa?a de la calle de Sant Pau, construido por Dom¨¨nech i Montaner y decorado, seg¨²n las ¨²ltimas investigaciones -hay cierta discusi¨®n sobre ello-, por Ramon Casas, que ser¨ªa, pues, el responsable de esas inquietante sirenas con dos piernas terminadas en sendas colas de pez esgrafiadas en las paredes entre rodaballos, pulpos, anguilas y otros modernistas ornamentos marinos. El hotel Espa?a, la fonda Espa?a, est¨¢ de restauraciones, en toda la amplitud de la palabra. La primera fase, ahora a punto de concluir, ha consistido en la rehabilitaci¨®n de la fachada y del mencionado sal¨®n, al que a¨²n le quedan algunos retoques, pero que ya reluce en todo su magnificencia surrealista (ante litteram). Este febrero se empezar¨¢ a restaurar la sala Arnau, as¨ª llamada por el escultor Eusebi Arnau, que realiz¨® la impresionante chimenea en alabastro con alegor¨ªas a la familia, y el llamado sal¨®n de fumadores, por el que se accede a la recepci¨®n. Dar¨¢ trabajo todo eso. La sala Arnau fue hasta hace no demasiado una barra americana que cubri¨® las paredes con papel rojizo, aunque tuvo el detalle de conservar la chimenea de Arnau y la gran l¨¢mpara original. En el sal¨®n de fumadores habr¨¢ que recuperar los decorados de las vigas, ahora pintadas, y el suelo, pero han sobrevivido, incre¨ªblemente, espejos de azogue y vitrales hechos a mano.
El 17 de agosto el hotel Espa?a cerrar¨¢ para acometer la ¨²ltima fase de la reforma, que seg¨²n previsiones de su director, V¨ªctor Godall, deber¨ªa estar concluida en septiembre de 2009. El establecimiento renacer¨¢ as¨ª como lo que debe ser a estas alturas de la pel¨ªcula: un cuatro estrellas -dos m¨¢s de las que tiene ahora- que figurar¨¢ en todas las gu¨ªas como hotel con encanto, con todo el confort y los servicios propios de la categor¨ªa. Entre ellos, una renovada cocina de la que se responsabilizar¨¢ el chef Miguel Berasategui. "No ser¨¢ una cocina complicada, sino que recuperar¨¢ el esp¨ªritu de fonda que nunca ha dejado de tener el hotel Espa?a", apunta Godall. Puestas as¨ª las cosas, uno piensa que de aqu¨ª a muy poco ser¨¢ el hotel en el que le gustar¨ªa alojarse si fuera extranjero y aterrizara en Barcelona.
La historia del Espa?a es singular. Antes de ser hotel fue casa de ba?os -hecho que se supone en el origen de La Pecera-, pero a partir de 1857 ya estuvo consagrado a la hosteler¨ªa. Su momento de gloria lleg¨® con la febre d'or de principios del siglo XX, momento en que el pistolerismo conviv¨ªa con los grandes espect¨¢culos del Paralelo a los que acud¨ªan acaudalados hombres de negocios. En 1897, Miquel Salvad¨®, heredero de una importante f¨¢brica textil de Puigcerd¨¤ y cu?ado del escritor Narc¨ªs Oller, decidi¨® reformar el local y encarg¨® la obra a Llu¨ªs Dom¨¨nech i Montaner, al que hab¨ªa conocido unos a?os antes en Manresa durante la asamblea de la Uni¨® Catalanista. El establecimiento abri¨® en 1903 y al a?o siguiente el Ayuntamiento de Barcelona le conced¨ªa su premio anual de arquitectura. La I Guerra Mundial, que gener¨® una gran presencia de viajeros en Barcelona, y el horizonte de la Exposici¨®n de 1929 estuvieron en la base de su momento de esplendor. Sin embargo, para esa fecha el hotel hab¨ªa entrado ya en decadencia, superado por los nuevos establecimientos que surg¨ªan en Barcelona. Fue conocido en ese momento como Los Toreros, porque los diestros que actuaban en la ciudad sol¨ªan alojarse all¨ª, como tambi¨¦n algunos cantantes del Liceo, desde luego no los que encabezaban el reparto.
"Probablemente, la gran suerte del Espa?a es que los propietarios ya no ten¨ªan por entonces una gran fortuna, con lo cual nunca se decidieron a derribar el edificio y construirlo de nuevo. Gracias a ello ha sobrevivido", razona Godall.
Coordinan la restauraci¨®n Cristina Ti¨® y el arquitecto Carles Bass¨®. Las burbujas est¨¢n volviendo a La Pecera de la calle de Sant Pau.
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