Aguirre quiere saber c¨®mo afectar¨¢ el tr¨¢fico a las zonas cercanas

A la Comunidad de Madrid no le gust¨® ayer nada que el ministro de Cultura, C¨¦sar Antonio Molina, pusiera fin al conflicto sobre el eje Prado-Recoletos con un acuerdo entre el Ayuntamiento, el ministerio y la Fundaci¨®n Thyssen. Por eso, a media tarde, el Gobierno regional se apresur¨® a anunciar que condiciona su visto bueno preceptivo al proyecto municipal a que el Consistorio le presente "exhaustivos" planes de movilidad y de medio ambiente, seg¨²n explic¨® un portavoz del Ejecutivo regional.

A mediod¨ªa, el vicepresidente primero, Ignacio Gonz¨¢lez, hab¨ªa recordado que en la tramitaci¨®n del proyecto municipal, la Comunidad de Madrid tiene la ¨²ltima palabra. El paseo del Prado fue declarado Bien de Inter¨¦s Cultural (BIC) en la categor¨ªa de monumento por el Gobierno regional en 1999, cuando lo presid¨ªa el hoy alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallard¨®n. Eso somete a cualquier proyecto de obras a fuertes limitaciones ambientales y de protecci¨®n del patrimonio.

"Es un proyecto de envergadura extraordinaria", recalc¨® ayer el vicepresidente Ignacio Gonz¨¢lez, que insisti¨® en que afectar¨¢ a unos 600.000 vecinos de cuatro distritos: Arganzuela, Centro, Retiro y Salamanca.

"Las limitaciones de tr¨¢fico en la zona supondr¨¢n el desplazamiento de veh¨ªculos a otras zonas y, en la medida en que esa circulaci¨®n afecte al Jard¨ªn Bot¨¢nico o al Retiro, implica unas afecciones medioambientales sobre las que la Comunidad va a estar muy vigilante", puntualiz¨®. Por eso, reclama al Ayuntamiento un estudio que incluya "todos los contaminantes atmosf¨¦ricos que se generen por el tr¨¢fico y su repercusi¨®n" sobre los ciudadanos.