Azotes y cachetes
Ha vuelto a discutirse sobre la supresi¨®n del cachete a los ni?os. Se ha concluido, en sede parlamentaria, que se puede dar un cachete a los ni?os. Siempre y cuando sean ni?os propios. No quiere decirse con esto que pueda ir uno por la calle dando indiscriminadamente capones a las criaturas, como hac¨ªa un personaje de Mario Vargas Llosa en La t¨ªa Julia y el escribidor. En realidad, era un personaje de Pedro Camacho, el escribidor de la novela. El personaje en cuesti¨®n, tratado por la psiquiatra Luc¨ªa Ac¨¦mila, daba cachetes y capones a los ni?os como terapia. El Gobierno de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero hab¨ªa llevado al Senado una iniciativa que podr¨ªamos llamar ley antiac¨¦mila. Contra el azote a los ni?os. Al final, nos vamos a convertir en buenas personas y nos vamos a aburrir como ostras.
Es verdad que el maltrato infantil es intolerable. Eso est¨¢ fuera de discusi¨®n. Pero cu¨¢ntos padres nos conformar¨ªamos con que nuestros hijos no nos pegaran. Hijos ¨²nicos, s¨ª, pero tambi¨¦n somos ¨²nicos los padres y buenos puntapi¨¦s que nos llevamos. Cito un chiste de Forges: en la consulta del pediatra, un ni?o salta sobre la cabeza del sanitario, mientras la madre mira embelesada. El pediatra receta: "Le vamos a quitar las vitaminas y le vamos a dar cada seis horas un par de tortas bien dadas. A ser posible, en los morros".
Todo esto sea dicho con el relajo humor¨ªstico que corresponde al domingo. Ahora no empezamos a levantar la vista del peri¨®dico y a mirar con ojos torvos a las criaturas que andan saltando encima del sof¨¢ con los zapatos puestos y tir¨¢ndolo todo por los suelos. Apolog¨ªa de la violencia, ni en broma. Adem¨¢s, yo hablo por hablar. A m¨ª, mi hija no me ha pegado casi nunca. Recuerdo cuatro o cinco azotes, pero nunca me ha dado una paliza. Tampoco mi padre ni mi madre me pegaban mucho. En ese sentido, me siento afortunado, porque perteneciendo como pertenezco a la ¨²ltima generaci¨®n que pod¨ªa ser azotada por los padres y la primera que ha comenzado a ser pegada por los hijos, podr¨ªa haberme llevado buenas tundas. Y no. Me ha ido bien. En todo caso, por cierto, no es lo mismo un cachete que un azote. Un cachete es una bofetada. En la cara. El azote se asocia al culo. En mi ¨¦poca, te daban en el culo hasta cierta edad en que pod¨ªan empezar a darte en la cara. Era una manera de hacerse mayor. En el cole ve¨ªas a algunos que alardeaban: "A m¨ª ya me pegan en la cara". Con todo, si alguien considera excesivas algunas expresiones, procedo a aclarar: cuanto menos nos peguemos todos, mejor. Yo, lo aseguro, ni pego ni pegar¨¦ a mi hija. Ni en defensa propia. -
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.