Casa: m¨¢quina para vivir
Se debe construir hacia arriba o a lo ancho? Hasta hace poco se daba por supuesto que la segunda opci¨®n era la buena, y se citaba a Benidorm como ejemplo horrible de los efectos de lo primero. Sin embargo, el fuerte crecimiento de la poblaci¨®n, que seguramente seguir¨¢ durante algunos lustros m¨¢s, debido sobre todo a la inmigraci¨®n, ha hecho que renazca en Espa?a como problema pr¨¢ctico lo que hace 40 a?os era discusi¨®n te¨®rica entre urbanistas y arquitectos sobre la mejor forma de aprovechar el espacio.
?ltimamente el factor ambiental ha entrado a formar parte de la discusi¨®n. La ocupaci¨®n del espacio hacia arriba, por oposici¨®n a las urbanizaciones de chalecitos individuales, permite un mayor ahorro en infraestructuras y combustible; y ello va en el sentido de las pol¨ªticas contra el cambio clim¨¢tico, seg¨²n argumentan sus defensores.
El suizo Le Corbusier, seguramente el m¨¢s influyente arquitecto y urbanista del siglo XX, teoriz¨® ya desde los a?os veinte la idea de vivienda como m¨¢quina para vivir; no s¨®lo para estar en ella, sino para vivirla. Ventanas longitudinales y amplias para aprovechar la luz natural, jardines en las terrazas y construcci¨®n en vertical para poder destinar el terreno ganado en la superficie a jardines e instalaciones deportivas; o simplemente a preservar el espacio natural. Esos edificios integrar¨ªan, por ejemplo en el piso central, ciertos servicios. Los vecinos podr¨ªan bajar o subir en bata al piso 15 y adquirir los peri¨®dicos y los cruasanes del desayuno.
Un informe de la UE del pasado a?o llamaba la atenci¨®n sobre la disfuncionalidad del modelo anglosaj¨®n de ciudad dispersa. El debate se ha planteado en Madrid a ra¨ªz de la aprobaci¨®n de una ley auton¨®mica que limitaba a cuatro alturas los edificios de los futuros planes urban¨ªsticos. El informe de Bruselas recordaba que en Madrid el suelo urbano hab¨ªa crecido en los a?os noventa 10 veces m¨¢s que la poblaci¨®n.
Prefiero Benidorm a Florencia", declaraba hace dos d¨ªas el dise?ador Javier Mariscal, creador de la mascota de los Juegos Ol¨ªmpicos de Barcelona. Queda la duda de si era una boutade o un pronunciamiento cient¨ªfico.
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