La disidencia cree que la penuria econ¨®mica impondr¨¢ el cambio
Los opositores exigen m¨¢s hechos y menos declaraciones
Pasaba el mediod¨ªa habanero cuando Oswaldo Pay¨¢, fundador del Movimiento Cristiano de Liberaci¨®n, entregaba en la Asamblea Nacional un proyecto de amnist¨ªa para los presos pol¨ªticos cubanos.
"Fidel se ha dado cuenta de que le ha llegado su hora", se?ala Marta Frayde
"Castro seguir¨¢ intentando influir", dice el economista ?scar Espinosa
A esa hora, los analistas se devanaban los sesos tratando de dilucidar el significado de las palabras de Fidel Castro sobre su "deber de no aferrarse a cargos" -que ha ostentado durante medio siglo- y de dar paso a "personas m¨¢s j¨®venes". Pero Pay¨¢, premio Sajarov del Parlamento Europeo e infatigable promotor de iniciativas que han ido permeando en la sociedad cubana, como el Proyecto Valera o los comit¨¦s de reconciliaci¨®n, no presta o¨ªdos a declaraciones, sobre todo cuando tantos de sus compa?eros cumplen condenas por promover la democratizaci¨®n. "Fidel puede decir lo que quiera. ?Sus palabras son s¨ªntoma de algo? Tal vez. El problema es el r¨¦gimen. La situaci¨®n real no ha cambiado". Habla Carlos Pay¨¢, hermano de Oswaldo, que vive en Madrid desde hace 21 a?os.
Curtidos en cinco d¨¦cadas de espera, los disidentes cubanos de dentro y de fuera de la isla toman las declaraciones de Castro con escepticismo y desconfianza. Porque si algo ha ofrecido el L¨ªder M¨¢ximo en 49 a?os de dictadura son discursos, prolijos y eternos.
"Fidel tiene un gran poder de simulaci¨®n que le ha permitido mantenerse en el poder", se?ala la pedagoga Marta Frayde, ex embajadora de Cuba ante la Unesco y fundadora del Comit¨¦ Cubano Pro Derechos Humanos, antes de partir al exilio en Espa?a en 1979. "Se ha dado cuenta de que le ha llegado su hora, y quiere dejar las cosas bien amarradas". A sus 87 a?os, Frayde ya no quiere o¨ªr hablar de declaraciones. "Lo que tiene que haber es una rectificaci¨®n de los errores pol¨ªticos y econ¨®micos que han cometido, y que nos han causado tantos a?os de sufrimiento. Y esa rectificaci¨®n no se ve por ninguna parte".
"Cambios sustanciales no ha habido, es cierto. Pero se est¨¢n dando movimientos in¨¦ditos", se?ala desde La Habana el economista y diplom¨¢tico ?scar Espinosa Chepe. "En su discurso del pasado 26 de julio, Ra¨²l Castro se comprometi¨® con una serie de reformas, y si no los hace ser¨ªa suicida. Dentro del partido hay mucha presi¨®n. Un dirigente hablaba este fin de semana en Juventud Rebelde de la necesidad del cambio agrario y entregar tierras a los campesinos. Estamos en una situaci¨®n desesperada de desabastecimiento. Cuba, que es un pa¨ªs agr¨ªcola, est¨¢ importando el 84% de los alimentos que necesita, fundamentalmente de Estados Unidos. El salario, en t¨¦rminos reales, es el 24% de los niveles de 1989. Est¨¢n obligados a hacer reformas, lo quieran o no, porque esto es insostenible".
El cambio econ¨®mico es la antesala de la democratizaci¨®n, dice Espinosa, condenado a 20 a?os y en libertad condicional por sus problemas de salud. La derrota de la reforma constitucional del presidente venezolano, Hugo Ch¨¢vez, principal abastecedor de la isla, es otro factor que preocupa a la c¨²pula cubana, se?ala Espinosa.
"Todo es muy sutil. Pero Fidel se acab¨®. No aparece por ning¨²n lado. Las fotos est¨¢n retocadas. Est¨¢ muy mal de salud. El problema es que mientras est¨¦ respirando, seguir¨¢ tratando de influir en la pol¨ªtica. Adem¨¢s, tiene un grupo de colaboradores, los talibanes, cuyo poder depende de que Fidel siga influyendo", explica.
Otros disidentes, como el periodista Carlos Alberto Montaner, encuentra un contrasentido que Fidel sugiera una retirada cuando al mismo tiempo acepta su postulaci¨®n para las elecciones de enero a la Asamblea Nacional. Para Montaner, las palabras de Fidel podr¨ªan revelar problemas internos. "En ¨²ltimos 16 meses, Ra¨²l le ha presentado en tres ocasiones reformas que ¨¦l ha rechazado". Castro expres¨® recientemente sus reservas sobre la firma de convenciones internacionales de derechos humanos, anunciada por el ministro de Exteriores, Felipe P¨¦rez Roque. Al margen de los tira y afloja, Montaner vaticina un "cambio acelerado" tras la muerte de Castro. "Cuando cambia el Estado, las instituciones cambian. Esos Estados totalitarios son teatros, donde cada uno ejecuta su papel. Los cuadros est¨¢n desmoralizados. Hay 50 Adolfo Su¨¢rez que esperan su momento".
Extractos de la carta de Fidel Castro
- "Mi deber elemental no es aferrarme a cargos y mucho menos obstruir el paso a personas m¨¢s j¨®venes, sino aportar experiencias e ideas cuyo modesto valor proviene de la ¨¦poca excepcional que me toc¨® vivir", afirma el dirigente cubano en la carta.
- "No albergo ilusiones, mi m¨¢s profunda convicci¨®n es que las respuestas a los problemas actuales de la sociedad cubana, que posee un promedio educacional cercano al 12? grado, casi un mill¨®n de graduados universitarios (...) requieren m¨¢s variantes de respuesta para cada problema concreto que las contenidas en un tablero de ajedrez".
- "Ni un solo detalle se puede ignorar, y no se trata de un camino f¨¢cil si es que la inteligencia del ser humano en una sociedad revolucionaria ha de prevalecer sobre sus instintos".
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