La Junta derriba por orden judicial las primeras viviendas ilegales de C¨®rdoba
Los cinco chal¨¦s estaban enclavados en una urbanizaci¨®n de Obejo
La excavadora dio la primera dentellada al ladrillo a las diez y media de la ma?ana. Y, unos minutos despu¨¦s, s¨®lo quedaban cascotes en el solar. Sobre los escombros se sent¨® Jes¨²s Casas, el due?o de la parcela. Su chal¨¦ de la urbanizaci¨®n ilegal Pedrique de Obejo (C¨®rdoba) fue el primero en caer ayer.
Luego, las m¨¢quinas acabaron con cuatro edificaciones m¨¢s de la misma parcelaci¨®n. Se trata de las cinco primeras casas ilegales que se derriban en la provincia de C¨®rdoba tras una orden judicial. Es un hecho hist¨®rico para la Junta de Andaluc¨ªa, encargada de ejecutar la sentencia de demolici¨®n y empe?ada ahora en poner frena al urbanismo desordenado en la comunidad. Y es una tragedia para las cinco familias que viv¨ªan o pasaban los fines de semana all¨ª y que, seg¨²n dicen, pagaron entre 60.000 y 90.000 euros por unas parcelas en las que sab¨ªan que no se pod¨ªa construir al estar en suelo no urbanizable.
La Polic¨ªa auton¨®mica impidi¨® que hubiera altercados durante la operaci¨®n de demolici¨®n y restauraci¨®n del terreno. S¨®lo uno de los moradores, Antonio Alonso, tuvo que ser evacuado en una ambulancia al sufrir un ataque de ansiedad. ?l y su mujer eran los ¨²nicos que resid¨ªan de forma habitual all¨ª.
La demolici¨®n de ayer se produjo tras una sentencia del Juzgado de lo Penal, de 1 de noviembre del 2006, confirmada en marzo por la Audiencia.El fallo conden¨® al promotor a un a?o y ocho meses de prisi¨®n, a una multa de 2.520 euros y a hacerse cargo del derribo de las edificaciones, algo que finalmente no ha ocurrido, por lo que la Consejer¨ªa de Obras P¨²blicas, que hab¨ªa reservado para este a?o seis millones de euros para hacer frente a demoliciones, ha costeado la operaci¨®n.
Los cinco moradores de las casas han intentado frenar los derribos hasta el ¨²ltimo momento en el Tribunal Constitucional. Ayer se quejaron de que, durante todo el proceso judicial, ellos no han estado personados, ya que el promotor no mencion¨® que hab¨ªa vendido las parcelas a terceros. "Hemos pagado el pato nosotros", dijo ayer Fernando Lora, uno de los afectados.
El abogado de los cinco parcelistas, Rafael Aranda, reconoci¨® ayer que entre el promotor y sus clientes s¨®lo existe un contrato de compraventa que no fue registrado, aunque indic¨® que han aportado facturas bancarias que acreditan la transacci¨®n. Aranda anunci¨® que demandar¨¢n al constructor por presunto delito de estafa.
Una ley, dos interpretaciones
El art¨ªculo 319 del C¨®digo Penal establece que "los Jueces o Tribunales, motivadamente, podr¨¢n ordenar, a cargo del autor del hecho, la demolici¨®n de la obra" como condena por levantar edificaciones ilegales. Los fiscales llevan a?os solicitando a los magistrados que apliquen esta medida. Pero ese "podr¨¢n ordenar" se traduce en que cada juez hace lo que le parece.
En el caso de las demoliciones de Obejo, la magistrada Ascensi¨®n Miranda se ha inclinado por aplicar con la mayor dureza la norma. Las cinco casas derribadas se encuentran en una urbanizaci¨®n ilegal en la que hay un centenar de edificaciones m¨¢s y el suelo no tiene protecci¨®n especial.
Una interpretaci¨®n radicalmente opuesta a esta norma fue la que realiz¨® hace unas semanas Jos¨¦ Antonio Carnerero, titular del Juzgado de lo Penal 3 de C¨®rdoba. No solo no orden¨® demoler una construcci¨®n (la ampliaci¨®n de una casa y una piscina) realizada en 2006, sino que el juez absolvi¨® al acusado pese a que la casa est¨¢ ubicada en el entorno de Medina Azahara, zona de m¨¢xima protecci¨®n municipal y auton¨®mica, declarada zona Bien de Inter¨¦s Cultural (BIC).
En Medina Azahara, existen unas 240 viviendas levantadas ilegalmente a partir de mediados de los a?os noventa. Y, por el momento, ning¨²n magistrado ha optado por ordenar la demolici¨®n de alguna construcci¨®n en la zona.
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