Cae el ¨²ltimo resto del tel¨®n de acero

El ¨²ltimo vestigio del tel¨®n de acero, el control fronterizo que separaba a los antiguos pa¨ªses comunistas de la Europa del Este de las democracias occidentales, ha ca¨ªdo esta madrugada. Los ciudadanos de las antiguas rep¨²blicas socialistas (hoy Eslovenia, Eslovaquia, Estonia, Rep¨²blica Checa, Hungr¨ªa, Letonia, Lituania, Polonia) y Malta pueden circular libremente a partir de hoy sin controles en las fronteras terrestres y mar¨ªtimas interiores de estos pa¨ªses y las de los 15 Estados que hasta ahora formaban el llamado espacio Schengen.

Las fronteras exteriores del espacio Schengen crecen 4.278 kil¨®metros

Barroso: "La gente puede viajar sin problemas desde Portugal a Polonia"

La entrada en vigor del nuevo espacio de libertades supone un extraordinario aumento de los derechos de los ciudadanos y un avance real y palpable del proyecto europeo a pesar de sus crisis institucionales. Las eternas colas y las pesadillas asociadas a muchos controles fronterizos dejar¨¢n de existir.

Con los nuevos nueve socios, la zona Schengen estar¨¢ formado por 24 pa¨ªses con una poblaci¨®n de 404 millones de ciudadanos. Las fronteras exteriores de este espacio ampliado de libre circulaci¨®n de ciudadanos aumentan en 4.278 kil¨®metros, las m¨¢s extensas son con Bielorrusia (1.264), Rusia (1.058), Croacia (1.014) y Ucrania.

El presidente de la Comisi¨®n Europea, Jos¨¦ Manuel Barroso, ejemplific¨® de manera pr¨¢ctica el significado de la ampliaci¨®n. "A partir de hoy", dijo, "la gente puede viajar sin problemas entre 24 pa¨ªses de la zona Schengen sin controles en las fronteras terrestres y mar¨ªtimas, desde Portugal a Polonia y desde Grecia a Finlandia". Y a?adi¨® que "juntos hemos superado los controles fronterizos, como obst¨¢culos hechos por el hombre, para lograr la paz, la libertad y la unidad de Europa, mientras que creamos las condiciones para aumentar la seguridad".

Austria y Eslovaquia lanzaron ayer el saque de salida del nuevo acuerdo derribando la barrera aduanera del puesto fronterizo de Berg-Petrzalka. El canciller austriaco, Alfred Gusenbauer, manifest¨® que "el acto era un acontecimiento hist¨®rico despu¨¦s de la destrucci¨®n de dos guerras mundiales y la divisi¨®n del continente por el tel¨®n de acero". Por parte eslovaca, el primer ministro, Robert Fico, manifest¨® entusiasmado que esta noche "se podr¨¢ viajar por unos 4.000 kil¨®metros entre Tall¨ªn [Estonia] y Lisboa sin ning¨²n control fronterizo", seg¨²n la agencia France Presse.

El Acuerdo de Schengen fue firmado en esta poblaci¨®n luxemburguesa, pr¨®xima a Alemania, B¨¦lgica y Francia, por estos pa¨ªses y Holanda en 1985. El acuerdo tiene dos objetivos: por una parte, eliminar los controles para las personas en las fronteras interiores y definici¨®n de las fronteras exteriores comunes y, por otra, un paquete de "medidas compensatorias" para reforzar y aumentar las fronteras exteriores como la cooperaci¨®n judicial y policial, instauraci¨®n de derechos de observaci¨®n y persecuci¨®n transfronteriza para las fuerzas policiales de los Estados pertenecientes a la zona. Entre estas medidas destacan la cooperaci¨®n en materia de visados e informaci¨®n a trav¨¦s del Sistema de Informaci¨®n Schengen (SIS).

Al acuerdo inicial de estos cinco Estados se sumaron a principios de los a?os noventa, Italia, Espa?a, Portugal y Grecia. En 1995, Austria firm¨® el convenio y al a?o siguiente se incorporaron Dinamarca, Finlandia, y Suecia. Paralelamente se sumaron Noruega e Islandia aunque estos pa¨ªses no forman parte de la Uni¨®n.

En 1999, con la entrada en vigor del Tratado de ?msterdam, el acervo del convenio de Schengen se incorpor¨® al derecho europeo, mediante un protocolo. En este documento adjunto, del mismo valor que los tratados, el Reino Unido e Irlanda, se establece que pueden participar parcialmente en las disposiciones del acuerdo. Ambos pa¨ªses lo hacen en la cooperaci¨®n policial y penal en el SIS.

Adem¨¢s de favorecer la movilizaci¨®n de los ciudadanos, el espacio Schengen ha favorecido el dinamismo econ¨®mico regional y cultural de Europa, de manera especial en las zonas fronterizas. Por otra parte, con un solo visado, cualquier visitante extranjero puede viajar a los 24 Estados pertenecientes al convenio, lo que supone una notable ventaja para el desarrollo de la actividad econ¨®mica y el turismo.

La plena participaci¨®n de Bulgaria y Chipre y Rumania, as¨ª como la de Suiza, est¨¢ prevista que se consiga en los pr¨®ximos a?os, seg¨²n se?alan fuentes del consejo.

El vicepresidente de la Comisi¨®n, Franco Frattini, responsable de Libertad, Seguridad y Justicia, manifest¨® ayer que "una zona de 24 pa¨ªses sin control en las fronteras interiores es un acontecimiento ¨²nico e hist¨®rico. Me siento muy orgulloso y privilegiado en haber participado para que esto haya sucedido. Incorporarse al espacio Schengen no es tarea f¨¢cil. Doy un enorme cr¨¦dito a los Estados que lo han conseguido".

Los nuevos miembros del espacio Schengen han tenido que reforzar la seguridad a lo largo de las nuevas fronteras terrestres y mar¨ªtimas, con un coste de unos 1.045 millones de euros a cargo de la UE. Los Estados que se incorporan han invertido a su vez unos 348 millones de euros.