Polonia se blinda tras convertirse en la ¨²ltima gran frontera de Europa
Los expertos temen una avalancha de inmigrantes de la antigua URSS y Asia
Polonia se ha convertido en el gran guardi¨¢n de la ¨²ltima frontera de Europa. All¨ª se sit¨²a, desde anoche, el l¨ªmite m¨¢s oriental del imperio Schengen, lo que ha obligado a blindar la l¨ªnea que les separa de sus vecinos de m¨¢s al Este. El objetivo: tapar el principal agujero de entrada de inmigrantes de la ex Uni¨®n Sovi¨¦tica y Asia.
Se trata de un paso hist¨®rico no s¨®lo para Polonia, sino para los pa¨ªses que ingresaron en la UE en 2004 y que ahora entran de forma definitiva en el club comunitario. Pero los empresarios de los nuevos nueve socios de Schengen tendr¨¢n m¨¢s dificultades para importar la mano de obra que necesitan sus negocios para crecer.
"Es un momento que esper¨¢bamos hace 15 a?os", dice un guarda fronterizo
El l¨ªmite oriental polaco es el mayor coladero para la inmigraci¨®n ilegal
El mayor tramo de frontera oriental de la UE se sit¨²a desde ayer en Polonia: 1.176 kil¨®metros. Una l¨ªnea vigilada por 10.000 funcionarios, con la ayuda de los 1.300 veh¨ªculos todoterreno que el Gobierno ha comprado para patrullar los pasos que conectan el pa¨ªs con Bielorrusia y Ucrania. "Es un momento importante que esper¨¢bamos hace 15 a?os", declar¨® ayer Anna Wojcik, responsable de un puesto fronterizo informa Efe.
"El efecto principal de estar en Schengen es psicol¨®gico", afirma desde Varsovia Krzysztof Bobinski, del centro de estudios Unia & Polska. "Para nosotros, es reconfortante saber que las fronteras con nuestros vecinos, especialmente los alemanes, se han abierto", a?ade. De hecho, la polic¨ªa alemana podr¨¢ entrar en territorio polaco para perseguir a presuntos criminales.
Pero la apertura amenaza con tener un impacto menos positivo. Desde la ca¨ªda del comunismo, en 1989, la frontera oriental de Polonia es el mayor coladero para los inmigrantes provenientes de la ex URSS o de pa¨ªses asi¨¢ticos, como China, Bangladesh y Pakist¨¢n. Para los expertos, supone una v¨ªa de entrada m¨¢s importante que la del sur de Europa. Al resto de socios de la UE les preocupa que, pese a las medidas de seguridad y vigilancia que exige la entrada en el sistema Schengen, este agujero se extienda hasta sus territorios.
Uno de los puntos calientes se encuentra en las monta?as de Bieszczady, que lindan con Ucrania. A diario cruzan este paso ilegal ciudadanos del C¨¢ucaso que pagan m¨¢s de 2.000 euros para alcanzar el sue?o europeo y tener una vida mejor. Las mafias no dudan en abandonar a sus clientes, como sucedi¨® con Kamisa Djamaldinova, una chechena que perdi¨® a sus tres hijas (murieron de fr¨ªo) en septiembre pasado cuando intentaban alcanzar Polonia. En 2006, 455 indocumentados fueron interceptados en esas monta?as.
Mientras el oeste europeo teme una nueva avalancha de inmigrantes, el este se enfrenta a una nueva barrera para poder importar la mano de obra que tanto necesita. El pa¨ªs m¨¢s afectado es Polonia, que ha visto c¨®mo, desde su entrada en la UE, entre 800.000 y 1,5 millones de trabajadores aut¨®ctonos han emigrado a otros pa¨ªses (Reino Unido e Irlanda) en busca de mejores salarios. Esa fuga laboral ha dejado sin mano de obra a compa?¨ªas locales, que intentan atraer empleados de Ucrania, Bielorrusia, Rusia y China.
"Se calcula que m¨¢s de 100.000 personas, de Ucrania sobre todo, trabajan ilegalmente en Polonia y son imprescindibles para nuestro mercado laboral", explica Grzegorz Gromadzki, experto de la Fundaci¨®n Batory, un think tank de Varsovia. "Estar en Schengen har¨¢ m¨¢s dif¨ªcil la entrada a los que quieran trabajar aqu¨ª", a?ade.
Algunos pa¨ªses del Este europeo han relajado recientemente los requisitos para los empleados extranjeros. Los ucranios pod¨ªan trabajar durante tres meses en Polonia sin necesidad de un visado especial. "Todo esto cambiar¨¢ a partir de ahora y las condiciones para conseguir un visado ser¨¢n m¨¢s estrictas", explica Jacek Kucharczyk, del Instituto de Asuntos P¨²blicos.
El n¨²mero de permisos para trabajadores legales se reducir¨¢ con casi toda probabilidad. En 2006, Polonia concedi¨® 600.000 visados para ucranios, el mayor n¨²mero de la UE. Todo apunta a que los problemas en la frontera oriental ser¨¢n mayores cuando Rumania y Bulgaria, que ingresaron en la UE hace un a?o, entren en Schengen, quiz¨¢ en 2011.
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