Los h¨¦roes ensayaban debajo

Los habitantes de las 18 viviendas de uno de los bloques de la calle de Almansa (dos pisos y bajo), cerca de la glorieta de Cuatro Caminos, despertaron ayer a las dos de la madrugada por los gritos de una vecina de la primera planta. Estaba en su terraza.

"Si esto no se soluciona, vamos a salir ardiendo, ?pero todos!", oyeron vociferar a la se?ora, de unos 60 a?os, que vive sola. Luego la vieron abajo, al lado de los buzones, en pijama, tapada con una manta. Nadie la hizo caso, ya que como dicen ellos, sol¨ªa comportarse raro. Explican que se sent¨ªa perseguida por todo el mundo y muchas veces les insultaba y cerraba la puerta cuando ve¨ªa a alguien pasar. Su caso lo llaman "paranoia pura y dura y whisky".

Unas horas m¨¢s tarde, a mediod¨ªa de ayer, la escalera se llen¨® de humo y las llamas sal¨ªan por la ventana de la vecina del primero. Su due?a estaba en la calle. "?sta es mi casa. La he quemado yo", dijo a un vecino y se alej¨®. Fue la ¨²ltima vez que la vieron.

En el momento del suceso, en el gimnasio Serrato, que se sit¨²a en el mismo edificio, varios bailarines ensayaban un musical, Cruce de v¨ªas, que van a estrenar en Granada en febrero. Cuando los chicos se dieron cuenta del incendio, dos de ellos no tardaron ni un rato en ponerse a ayudar. "?Hubo tanta confusi¨®n! Recuerdo un par de ni?os, unas ni?as, la gente mayor". Daniel Minguela no sabe a cu¨¢ntas personas ayud¨® ayer. ?l y su compa?ero Alex Pericon llamaban a todas las puertas, buscaban a los que pod¨ªan estar durmiendo y ayudaban a salir a los que encontraban de camino. "Hubo much¨ªsimo humo. Cuando era imposible respirar, sac¨¢bamos la cabeza por la ventana de la escalera para coger aire y poder seguir", dice Daniel, que ayudaba a los habitantes a bajar.