Europa mediterr¨¢nea

Sarkozy lanz¨® su proyecto de Uni¨®n Mediterr¨¢nea como una manera para Francia de recuperar el liderazgo que iba perdiendo en la UE, y a la vez apartar a Turqu¨ªa. Ni un objetivo ni el otro se cumplir¨¢n de este modo, pero tras la reuni¨®n en Roma del presidente franc¨¦s y de los de Gobierno de Espa?a e Italia, el proyecto, con el nombre de Uni¨®n por el Mediterr¨¢neo, cobra nuevos ¨ªmpetus y se presenta como la ocasi¨®n de renovar el proceso de cooperaci¨®n que se lanz¨® en 1995, y que, pese a sus ¨¦xitos, no ha dado los frutos deseados. La zona de libre comercio que se plantearon para 2010 sigue a¨²n estando muy lejana.

El Gobierno de Zapatero se mostr¨® en un principio sumamente reticente al considerar dinamitado el Proceso de Barcelona. No sin raz¨®n, porque este di¨¢logo es el ¨²nico que, pese a sus limitaciones, funciona y tiene financiaci¨®n de la UE, aunque haya fracasado en uno de sus objetivos que era impulsar la integraci¨®n de la ribera sur del Mediterr¨¢neo, y en particular del propio Magreb. Pero est¨¢ necesitado de algo m¨¢s que un remozamiento, y ¨¦ste puede venir de la mano de la Uni¨®n por el Mediterr¨¢neo.

No hay que caer, sin embargo, en el error inicial de Sarkozy de querer formar una uni¨®n meramente entre mediterr¨¢neos, lo que hubiera excluido a Alemania y otros pa¨ªses, con su inter¨¦s y sus importantes contribuciones financieras. Pensar que el destino del Magreb es algo que s¨®lo concierne a Italia, Francia, Espa?a y Portugal es producto de una miop¨ªa geopol¨ªtica, pues la evoluci¨®n de esas sociedades, tanto para la cuesti¨®n de las migraciones, como de la radicalizaci¨®n islamista o el terrorismo yihadista afecta a todos, desde Helsinki hasta C¨¢diz.

Aunque sean los europeos mediterr¨¢neos los que lleven la voz cantante, es obligatorio asociar a esta idea al conjunto de la UE. Sarkozy parece haberlo comprendido. En tales condiciones, hay que dar luz verde a la iniciativa si sirve para desarrollar e integrar esa zona. Europa debe reducir lo que es una de las desigualdades econ¨®micas m¨¢s marcadas del mundo entre el norte y el sur del Mediterr¨¢neo, adem¨¢s de desactivar el polvor¨ªn de Oriente Pr¨®ximo que todo lo contamina, incluida esta nueva Uni¨®n que no pasa a¨²n de ser un mero borrador y una declaraci¨®n de intenciones.