El l¨ªder cat¨®lico de Inglaterra pide cambios sobre el celibato

El debate sobre el celibato opcional de los sacerdotes de la Iglesia romana vuelve sobre la mesa del Vaticano, ahora de la mano de quien menos pod¨ªa esperarlo el Papa: un pr¨ªncipe de la Iglesia. Se trata del cardenal arzobispo de Westminster y presidente de la Conferencia de Obispos Cat¨®licos de Inglaterra y Gales, Cormac Murphy O'Connor. El prelado sostiene que la Santa Sede deber¨ªa replantearse su posici¨®n sobre el celibato del clero y permitir que los hombres casados puedan ser sacerdotes, en una entrevista concedida al diario Financial Times.

El cardenal Cormac Murphy O'Connor, de 75 a?os, defiende la ordenaci¨®n sacerdotal de hombres casados con estas palabras. "Nosotros tenemos un cierto n¨²mero de antiguos anglicanos en esta di¨®cesis que est¨¢n casados. Si usted me dice: ?Cree que la Iglesia podr¨ªa cambiar y ordenar a muchos hombres casados?, la respuesta es s¨ª, podr¨ªa".

No es ¨¦sta la primera vez que O'Connor cuestiona el celibato sacerdotal. Ya en el a?o 2000, poco despu¨¦s de ser nombrado arzobispo de Westminster, caus¨® una gran tormenta medi¨¢tica al declarar que el celibato sacerdotal "es una normativa eclesial que podr¨ªa modificarse" y a?adir que de su regulaci¨®n "se hablar¨¢ en el futuro".

En la Iglesia cat¨®lica espa?ola trabajan ya varios sacerdotes casados, procedentes de los pa¨ªses del Este de Europa. Pero no son los ¨²nicos. Evans D. Gliwitzki, un pastor anglicano de 66 a?os, casado y con dos hijas, fue ordenado sacerdote cat¨®lico hace dos a?os por el obispo de Tenerife, Felipe Fern¨¢ndez. Adem¨¢s, hay casi 6.000 curas casados, agrupados en el Movimiento por el Celibato Opcional (MOCEOP), a la espera de que Roma admita su situaci¨®n y les permita volver a sus tareas pastorales.

Desdichado Papa

La entrevista al cardenal Murphy O'Connor, a quien se le atribuye una l¨ªnea teol¨®gica m¨¢s liberal que la de Benedicto XVI, desvela otros aspectos de inter¨¦s para los cat¨®licos. As¨ª, dice que tanto el Sumo Pont¨ªfice actual como su predecesor captaban la atenci¨®n de la gente por v¨ªas muy distintas. "Juan Pablo II captaba la imaginaci¨®n de la gente con sus gestos y su proximidad. Este Papa capta la mente y los corazones de la gente por lo que ense?a y predica", dice.

El cardenal Murphy O'Connor present¨® el pasado verano al Papa, al cumplir los 75 a?os, su renuncia al cargo de arzobispo de Westminster, porque, seg¨²n dice, quiere ser el primero de la historia en no morir en el puesto. Pero Benedicto XVI le indic¨® que deb¨ªa continuar al menos un a?o m¨¢s.

Algunos detalles de la elecci¨®n de Benedicto XVI en el c¨®nclave cardenalicio de 2005 han quedado vivamente grabados en la memoria de O'Connor, que los relata con un toque de humor, parodiando las teor¨ªas de la conspiraci¨®n antivaticanistas. "Nadie pod¨ªa ponerse en contacto con nosotros. Algunos ten¨ªan tel¨¦fonos m¨®viles, pero si tratabas de usarlos no funcionaban. Hab¨ªan bloqueado los tel¨¦fonos m¨®viles. No s¨¦ c¨®mo lo hicieron, pero lo hicieron. Cada d¨ªa nos mir¨¢bamos los unos a los otros y pens¨¢bamos: 'Dios, alg¨²n desdichado va a salir de aqu¨ª Papa".