Pepe no baila samba
El central del Madrid acalla con su actuaci¨®n en el Camp Nou las cr¨ªticas por haber costado 30 millones de euros
"Me estoy empezando a sentir m¨¢s c¨®modo", dijo Pepe antes de viajar a Barcelona a jugar el cl¨¢sico; "?me sent¨ª muy seguro de mis posibilidades desde que, por fin, hall¨¦ casa en Madrid!".
Pepe, que vivi¨® en un hotel hasta hace poco tiempo, regres¨® del Camp Nou convertido en uno de los h¨¦roes del triunfo del Madrid sobre el Bar?a. Sus mano a mano con Eto'o y Ronaldinho sirvieron para medir su temple competitivo en el escenario m¨¢s exigente. De todos los duelos sali¨® reforzado.
Cuando acab¨® el partido, Pepe hab¨ªa cerrado el debate sobre su traspaso. Si quedaba alguna duda sobre las razones que impulsaron al Madrid a pagar 30 millones de euros por ¨¦l al Oporto, el defensa dio argumentos profundos para disiparlas. En una hora y media tuvo de sobra para confirmar, en un marco tan exigente como el Camp Nou, que sus primeras semanas en el club no serv¨ªan para calibrar su car¨¢cter. Si durante el Trofeo Carranza se mostr¨® irreflexivo y marrullero, si frente al Sevilla en la Supercopa careci¨® del sentido de la medida, demostr¨® que no hab¨ªa que juzgarlo por aquellos lances. Despu¨¦s de su expulsi¨®n ante el Sevilla hizo una solicitud a sus cr¨ªticos: "Si me tienen que valorar, pido que no lo hagan empezando por lo peor que hay en m¨ª".
"F¨ªsicamente, es un superdotado. Es r¨¢pido porque es el¨¢stico"
El Oporto de Mourinho se lo arrebat¨® al Mar¨ªtimo por tres millones
"Sub¨ªa por el carril del 10 y al instante ya estaba en el lateral", dice Lucho Gonz¨¢lez
Como central, Pepe lo tiene casi todo. Hasta diciembre, s¨®lo le faltaba una casa en Madrid. La vivienda no es un tema menor. Para el portugu¨¦s, de origen brasile?o, la vida dom¨¦stica es la piedra fundamental de su carrera. As¨ª lo puede atestiguar su esposa, Sof¨ªa, la ¨²nica persona que estuvo presente en sus celebraciones. Durante su estancia en el Oporto, nunca se fue de fiesta con sus compa?eros para cantar los t¨ªtulos. A pesar de ser una de las referencias m¨¢s importantes del equipo, prefiri¨® la intimidad del hogar a los bailes tribales en las discotecas. De modo que fundar un hogar en Madrid era importante para que pudiera acudir tranquilo al Camp Nou.
Jos¨¦ Mourinho se fij¨® en Pepe cuando jugaba en el Mar¨ªtimo. Dicen que dos cosas llamaron la atenci¨®n del entrenador: las condiciones atl¨¦ticas y la naturalidad con que desplazaba el bal¨®n. El Oporto le fich¨® por tres millones de euros con el fin de situarlo como pivote defensivo, tal y como hab¨ªa querido Mourinho. En esta posici¨®n no jug¨® muchos partidos. El primero en retrasarlo fue Co Adriaanse. Le acusaron de emplear una t¨¢ctica "suicida" cuando decidi¨® jugar con tres defensas. El libre fue Pepe. Fue entonces cuando la hinchada percibi¨® que se trataba de un defensa especial. Era la clase de zaguero que siempre intentaba dejar su sello en los partidos. "Un d¨ªa le vimos subir por el carril del 10 y en la siguiente jugada estaba en el lateral derecho marcando a un rival", recuerda Lucho Gonz¨¢lez; "era incre¨ªble. Estaba en todos lados".
Los preparadores f¨ªsicos del Madrid aseguran que est¨¢n ante un atleta excepcional. "F¨ªsicamente, es un superdotado", explican; "hay dos formas de ser r¨¢pido. Porque eres fuerte, cosa que se puede entrenar trabajando la potencia. O porque eres el¨¢stico. La elasticidad muscular no se entrena. Es gen¨¦tica. Es la condici¨®n imprescindible para ser saltador de altura o de longitud. Pepe tiene este don: m¨²sculos largos y el¨¢sticos, repletos de fibras r¨¢pidas. Cuando corre o cuando salta, progresa f¨¢cilmente porque rebota. Como una pelota de goma".
Pepe, que t¨¦cnica y f¨ªsicamente lo tiene todo, no quiso sentir que no ten¨ªa el aprecio de sus nuevos compatriotas. Naci¨® en Maceio, en Brasil, pero desde que lleg¨® a Madeira luch¨® por integrarse. A tanto lleg¨® su abnegaci¨®n para que le considerasen un portugu¨¦s como los nativos que su mujer asegura que, antes de ir convocado por primera vez con su selecci¨®n, practic¨® el himno en su casa para memorizar la letra y pronunciarla sin acento brasile?o. Ahora habla con acento portugu¨¦s. En su esfuerzo por ser uno m¨¢s, dej¨® hasta de bailar la samba.
Ante el Barcelona, el cuarto jugador m¨¢s caro de la historia del Madrid jug¨® para que le dejasen de considerar un mero fichaje. Siempre dijo que era un madridista y que luchar¨ªa por demostrarlo. Sus antecedentes bien valen un voto de confianza.
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