La prueba del nueve

Los ¨²ltimos y m¨¢s novedosos datos de la investigaci¨®n oficial sobre las actividades de Acci¨®n Nacionalista Vasca (ANV) dejan las cosas muy claras sobre su vinculaci¨®n directa con la ilegalizada Batasuna y el Partido Comunista de las Tierras Vascas (EHAK), y a la postre con ETA. El hecho de que haya sido descubierta la existencia de una cuenta bancaria central, que act¨²a como caja com¨²n de las tres formaciones, deber¨ªa ser prueba suficiente para, al menos, facilitar la demanda de ilegalizaci¨®n tanto de ANV como de EHAK.

El Gobierno parece ya decidido a no demorar m¨¢s sus movimientos y a que el Fiscal General del Estado eleve esa petici¨®n al Tribunal Supremo, a fin de que ambos grupos no puedan presentar candidaturas en las elecciones generales del pr¨®ximo 9 de marzo. Se podr¨¢ afirmar, como insiste el Partido Popular, que ese paso tendr¨ªa que haberse dado antes de los comicios municipales y forales del pasado mayo, lo cual hubiera impedido la presencia de ediles de esas formaciones abertzales en diversos ayuntamientos vascos. E igualmente se podr¨¢ cuestionar la trabada decisi¨®n de la Fiscal¨ªa y de la Abogac¨ªa del Estado de impugnar s¨®lo la mitad de las listas de ANV y dejar pasar el resto.

En cualquier caso, ese debate resulta ahora ocioso. Lo cierto es que desde entonces a hoy las autoridades judiciales y policiales han venido acumulando pruebas m¨¢s concretas y sustanciales para determinar que tanto ANV como EHAK son grupos que act¨²an como pantalla de ETA, al igual que Batasuna, y que por consiguiente est¨¢n fuera de la ley. As¨ª se deduce, entre otras certidumbres, del dato seg¨²n el cual una veintena de miembros de la Mesa Nacional de Batasuna est¨¦ en la n¨®mina de EHAK.

La investigaci¨®n oficial parece indicar que la conexi¨®n financiera permite sin problemas la recepci¨®n y distribuci¨®n de fondos entre los dirigentes de los tres partidos. Como ya sucedi¨® con el atentado mortal de dos guardias civiles el pasado 1 de diciembre en Francia, ANV y EHAK tampoco han condenado la ¨²ltima acci¨®n etarra, ocurrida el pasado lunes contra una sede socialista en la localidad vizca¨ªna de Balmaseda. La bomba explot¨® casi al tiempo que el Rey reclamaba la unidad democr¨¢tica contra el terrorismo. No es probable que eso se produzca a corto plazo. El PP ha vuelto a su sonsonete de culpar al PSOE de romper el consenso y de poner incluso en duda que el Gobierno busque la derrota de la banda, aspecto ¨¦ste que resulta inaceptable entre dos fuerzas democr¨¢ticas que han sufrido en sus filas los zarpazos de la banda.

El lehendakari Ibarretxe, entretanto, est¨¢ cada vez m¨¢s resuelto a captar votos del mundo abertzale. Poco le importa que sea a costa de cuestionar la labor de las instituciones democr¨¢ticas. As¨ª lo indican sus desafortunadas afirmaciones el lunes equiparando la violencia de ETA con las recientes actuaciones policiales y judiciales contra la banda.