La 'cosecha de las zorras'
"Los ingleses son m¨¢s apasionados
y m¨¢s sencillos".
Manuel Almunia, portero del Arsenal, comparando a los fans ingleses con los espa?oles.
Ya que parece que no es broma esto de Manuel Almunia como futuro portero de la selecci¨®n inglesa, le ofreceremos aqu¨ª un par de consejos para ayudarle en el proceso de adaptaci¨®n a la cultura de los jugadores de f¨²tbol ingleses (como los cuatro a?os que lleva en Inglaterra los ha pasado en el Arsenal, el club de los exiliados, su contacto con los nativos ha sido m¨ªnimo).
Es posible que se sienta obligado a hacer un esfuerzo por mejorar su ingl¨¦s. Ser¨ªa un grave error. Cuanto peor hable el idioma, menos riesgo correr¨¢ de provocar el rechazo de sus compa?eros. Todo el mundo sabe que los jugadores ingleses corren mucho, juegan duro y nunca se rinden. Menos conocido fuera de las islas es su inoperancia gramatical, su incapacidad de pronunciar m¨¢s de tres palabras a la vez sin caer en un error absolutamente elemental. El tipo de error que, si lo cometiese en el colegio un ni?o espa?ol de diez a?os, su profesor de ingl¨¦s le castigar¨ªa.
Tomemos como ejemplo a David Beckham, figura universal, ex capit¨¢n de Inglaterra y (?qui¨¦n sabe?) posible futuro capit¨¢n bajo el mando de su admirador y nuevo seleccionador nacional, Fabio Capello. A sus treinta y tantos a?os, Beckham todav¨ªa no se ha enterado de c¨®mo construir la frase "nosotros fuimos" en el idioma de su madre y su padre.
Imag¨ªnense que, al final de un partido que ha empatado el Real Madrid, Ra¨²l declarara a los medios: "Nosotros fue mejor". Inconcebible, ?no? Pues, en el caso de que Beckham expresara lo mismo en ingl¨¦s, ¨¦sa ser¨ªa la traducci¨®n exacta de sus palabras al espa?ol. Y como Beckham, todos.
O sea, el peligro para Almunia no ser¨ªa tanto no hablar el ingl¨¦s, sino hablarlo demasiado bien. Le mirar¨ªan como si fuese un tipo raro. Como fue el caso de Graham le Saux, ex lateral del Chelsea e Inglaterra. Le Saux hab¨ªa acabado secundaria, le¨ªa libros y s¨ª sab¨ªa construir frases correctas en ingl¨¦s. Como premio, se burlaban de ¨¦l. La ¨²nica explicaci¨®n con la que pudieron dar sus compa?eros y despu¨¦s la afici¨®n fue que no hab¨ªa salido del armario.
En el caso de que sea demasiado tarde para Almunia, de que gracias a la influencia de sus compa?eros franceses y togole?os ya dominara el uso de los verbos b¨¢sicos ingleses, le quedar¨ªa una salida. Beber como un animal. Y dar exuberantes muestras p¨²blicas de su voracidad heterosexual.
Lo ideal ser¨ªa seguir el ejemplo que dieron los jugadores del Manchester United en la fiesta navide?a que celebraron el 13 de este mes. Se reunieron en un restaurante al mediod¨ªa, de ah¨ª fueron a un pub, despu¨¦s a una discoteca y finalmente a un hotel de lujo donde hab¨ªan reservado 30 habitaciones. La prensa inglesa (a diferencia de la espa?ola, no se corta en estos temas) detall¨® que en el bar del hotel les esperaban 100 mujeres seleccionadas individualmente la semana anterior por amigos de los jugadores. Seg¨²n el Sunday Times, ¨¦sta es una pr¨¢ctica habitual para eventos de esta naturaleza. Incluso tiene nombre: "la cosecha de las zorras". Los amiguetes de los futbolistas recorren la ciudad en busca de candidatas. Ya que los atributos necesarios no incluyen un alto coeficiente intelectual, la demanda es enorme. "Hacen cola", contaba el rotativo dominical, para entrar en la selecci¨®n.
Manuel Almunia, en cambio, se lo podr¨ªa ir pensando dos veces. Tras ir conociendo lo que le espera fuera del refugio que le ofrece el Arsenal del altamente civilizado Ars¨¨ne Wenger. Puede que prefiera optar por la alternativa menos insalubre de esperar la llamada de Luis Aragon¨¦s.
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