Temporal

El agua suscita desavenencias y conflictos entre intereses y territorios. El agua en embalse y recorrido tiene una problem¨¢tica que afecta a m¨¢s de una autonom¨ªa. Pero mucho m¨¢s compleja es la pretensi¨®n de traspasar recursos h¨ªdricos de una comunidad aut¨®noma a otra. El precedente lo tenemos en el trasvase Tajo-Segura y la pol¨¦mica prosigue con el aporte de caudales del Ebro a la Comunidad Valenciana y Murcia. Una causa perdida por motivos pol¨ªticos que, a su vez, origina tensiones interesadas y artificiosas.

El nacionalismo ha pasado a ser un concepto confuso por las distintas reivindicaciones que parten de un impulso federal que permanece impl¨ªcito en el Estado de las autonom¨ªas que se dise?¨® en la Constituci¨®n espa?ola de 1978, la Carta Magna que inspira al Tribunal Constitucional que ha confirmado la legalidad del Estatuto de la Comunidad Valenciana que se reform¨® recientemente. En este caso fue Arag¨®n, la autonom¨ªa que plante¨® el recurso sobre la constitucionalidad de la reforma aprobada en consenso de PSOE y PP. En esta ocasi¨®n, la comunidad aragonesa suscit¨® sus reservas por la apelaci¨®n del derecho de las autonom¨ªas a reclamar la aportaci¨®n de recursos h¨ªdricos de otras zonas. En esta demanda coinciden Murcia y Comunidad Valenciana frente a Arag¨®n y Catalu?a.

Arag¨®n, por su parte, ha proyectado un ambicioso parque tur¨ªstico y de ocio en los p¨¢ramos des¨¦rticos de los Monegros que requerir¨¢n todos los aportes hidrol¨®gicos posibles. Catalu?a, tambi¨¦n afectada por la falta de aportes pluviales, alega la necesidad de mantener el caudal del Ebro para salvaguardar el ecosistema del delta en su desembocadura y el equilibrio medioambiental de los humedales que, por otra parte, son colindantes con la Comunidad Valenciana.

El enrarecimiento del conflicto del agua, acrecentado por la proximidad de las elecciones generales, han provocado, por ejemplo, el boicot a un tenista valenciano, Juan Carlos Ferrero, en Zaragoza, por defender el trasvase del Ebro hacia tierras valencianas. Por esta misma raz¨®n, se han complicado las relaciones entre catalanes y valencianos en una disputa que deber¨ªa zanjarse con una negociaci¨®n razonable, que reconociera la oportunidad del aporte del agua del Ebro a la Comunidad Valenciana, siempre que se supeditara a situaciones excedentarias.

Jordi Pujol ha reiterado en varias ocasiones que la normalidad de las relaciones entre valencianos y catalanes pasa por una negociaci¨®n sobre el agua admisible para ambas partes. Y fue tambi¨¦n Pujol, presidente de la Generalitat de Catalunya durante 23 a?os, quien afirm¨® en una reciente entrevista realizada para canal 4 de televisi¨®n, que lo que est¨¢n haciendo con Catalu?a las fuerzas centr¨ªpetas del Estado Espa?ol es "impresentable". El hecho de que estas declaraciones, fueran pronunciadas por Jordi Pujol, l¨ªder durante muchos a?os de la Convergencia i Uni¨®, partido m¨¢s votado en Catalu?a desde que se inici¨® la transici¨®n democr¨¢tica en Espa?a, marca un antes y despu¨¦s a partir de esta entrevista, al tiempo que se?ala una descalificaci¨®n impl¨ªcita para el actual presidente de la Generalitat de Catalunya, Jos¨¦ Montilla, limitado por su pertenencia al PSC, rama catalana del PSOE.

El sentimiento de postergaci¨®n que se respira en Catalu?a es notable y los perjuicios econ¨®micos en las relaciones econ¨®micas y comerciales que provocan los enconamientos auton¨®micos son graves y dejan huella. Con el agua y sus turbulencias nos podemos ahogar todos.