Feministas contra el odio
Juristas y asociaciones de mujeres defienden a una madre de O Grove a la que retiraron la custodia de su hija por el 's¨ªndrome de alienaci¨®n parental'
Cada hora, una pareja se rompe en Galicia. En 2006 fueron un total de 8.673 (sumando nulidades, divorcios y separaciones). En un 51,3% de los casos hab¨ªa hijos menores de por medio, seg¨²n datos facilitados por el Instituto Nacional de Estad¨ªstica. Con este panorama, una pol¨¦mica figura toma cada vez m¨¢s protagonismo en los juzgados, el denominado s¨ªndrome de alienaci¨®n parental (SAP). Un arma de doble filo que pone la guinda a divorcios destructivos que los hijos viven de forma traum¨¢tica.
El SAP alude al lavado de cerebro que uno de los progenitores, el que tiene la custodia, traslada al ni?o consiguiendo que ¨¦ste haga suyo el rechazo hacia el otro, habitualmente el padre ya que son las madres las que suelen retener la patria potestad.
El juez ha ampliado el internamiento de la ni?a hasta el pr¨®ximo mayo
"Este mal llamado s¨ªndrome es un invento contra las mujeres"
El SAP ha levantado ampollas entre algunos sectores de la judicatura y la sanidad que deslegitiman una patolog¨ªa no reconocida por la Organizaci¨®n Mundial de la Salud y que es utilizada como fundamento jur¨ªdico para retirar la tutela, por ser considerada una forma de abuso. Es el caso de Ana Porto, una vecina de O Grove a la que un juzgado de Cambados, bas¨¢ndose en este s¨ªndrome, retir¨® la custodia de su hija de 10 a?os, T.P.P., y decret¨® su ingreso en un centro de acogida, donde la peque?a convive con otros ni?os v¨ªctimas de maltrato y abusos. La sentencia proh¨ªbe toda v¨ªa de comunicaci¨®n (postal, telef¨®nica y personal) con la madre y su entorno, en el que la peque?a ha crecido junto a sus dos hermanos (de un matrimonio anterior) y a los abuelos. La familia materna considera la medida "una aberraci¨®n".
El juez acaba de prorrogar el internamiento hasta mayo de 2008, siguiendo las indicaciones de los psic¨®logos judiciales, con el fin de proseguir lo que se llama proceso de "desprogramaci¨®n", que pretende facilitar la relaci¨®n con el padre biol¨®gico. La ni?a no lo ve¨ªa desde 2004, pero ahora es el ¨²nico que tiene derecho a visitarla, incluso durante las fiestas navide?as. A pesar de que los informes de los psic¨®logos certifican la integraci¨®n de la ni?a en el centro y los avances, lentos, en su relaci¨®n con el padre, Ana Porto est¨¢ dispuesta a llevar ante la Fiscal¨ªa unas cartas que su hija le ha hecho llegar: "Dice que no sabe por qu¨¦ est¨¢ castigada, que no entiende nada y me pide que la saque de all¨ª. Ya se las he ense?ado al subdirector del Menor de la Xunta porque aqu¨ª alguien est¨¢ mintiendo. Mi hija no est¨¢ bien y hay otras opciones para continuar con la terapia sin que tenga que seguir en el centro de acogida".
"Ni siquiera puedo llamar al centro para que me informen de c¨®mo est¨¢", lamenta Porto. "Yo nunca le habl¨¦ ni bien ni mal de su padre, simplemente no le habl¨¦". Los informes periciales determinan que los padres son personas estables, aptos para la educaci¨®n de sus hijos y bien integrados en su entorno laboral y social. Sin embargo, el incumplimiento reiterado del r¨¦gimen de visitas deriv¨® en un cruce de denuncias hasta que el padre reclam¨® la custodia de la peque?a.
Montserrat Fern¨¢ndez, responsable de la asociaci¨®n Dones Juristes, que agrupa a 150 profesionales de la judicatura de Barcelona, acaba de entregar a Montserrat Comas, presidenta del Observatorio contra la Violencia Dom¨¦stica y vocal del Consejo General del Poder Judicial, un documento en contra del SAP respaldado por las firmas de 30 organizaciones espa?olas de juristas y de 70 m¨¦dicos. "Este mal llamado s¨ªndrome es un invento utilizado en un momento de protecci¨®n para las mujeres para que dejen de exigir ciertas cosas y acepten, por ejemplo, pensiones miserables", explica Fern¨¢ndez, quien sostiene que al SAP apelan "hombres maltratadores y abusadores" para volver la situaci¨®n en contra de su ex pareja. Mujeres que "muchas veces son buenas profesionales integradas perfectamente en su entorno" y que se ven obligadas a demostrar que est¨¢n capacitadas para educar a sus hijos despu¨¦s de que en el momento de la ruptura "no quisieran denunciar a sus ex parejas para salir cuanto antes de aquel infierno". "Una enfermedad mental que no tiene cura la debe diagnosticar un psiquiatra, no un psic¨®logo", tal y como ahora sucede, apunta Fern¨¢ndez. "Hay que ver las necesidades de los menores y, desde luego, como en este caso de O Grove, sacar a la ni?a de su entorno puede tener consecuencias demoledoras para ella".
En la parte contraria, son varias las asociaciones de padres divorciados que aludiendo a opiniones de psic¨®logos y psiquiatras defienden la validez de este s¨ªndrome como la ¨²nica salida para recuperar a los hijos fruto de una relaci¨®n rota.
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