"Es una marcha atr¨¢s de la Iglesia"
Francisco V¨¢zquez, que regresar¨¢ en los pr¨®ximos d¨ªas a Roma, cree que el Gobierno no debe precipitarse tras la agresi¨®n del sector radical de la jerarqu¨ªa. ?l espera una reacci¨®n de la propia Iglesia, y que lo haga con gestos m¨¢s que palabras.
Pregunta. ?C¨®mo valora las declaraciones cr¨ªticas con el Gobierno de algunos obispos y cardenales espa?oles en la concentraci¨®n que organiz¨® el domingo la jerarqu¨ªa eclesi¨¢stica en la plaza de Col¨®n de Madrid?
Respuesta. Fueron unas declaraciones muy injustas y desproporcionadas que han distorsionado la naturaleza de un acto de apoyo a la familia ante gente de buena fe. Algunos cardenales, sobre todo Antonio Mar¨ªa Rouco Varela y Agust¨ªn Garc¨ªa-Gasco, lo convirtieron en un mitin pol¨ªtico.
"Antonio Rouco y Garc¨ªa-Gasco convirtieron el acto en un mitin"
"El Vaticano ha acogido lo ocurrido con sorpresa y disgusto"
"La Iglesia debe exigir el cambio de la l¨ªnea editorial de la Cope"
P. ?Qu¨¦ le ha parecido la expresi¨®n del cardenal Garc¨ªa-Gasco de que la legislaci¨®n del Gobierno disuelve la democracia?
R. Me doli¨® mucho. No se corresponde con el tratamiento que la acci¨®n de este Gobierno ha dado a la Iglesia. Entiendo que pueda estar en desacuerdo con una parte de la legislaci¨®n del Gobierno. Pero lo que no puede es poner en entredicho la naturaleza de un Gobierno democr¨¢tico que ha buscado el di¨¢logo con la Iglesia espa?ola. Es una marcha atr¨¢s de la Iglesia espa?ola que arrincona a quienes apostamos por el di¨¢logo y refuerza a quienes est¨¢n por el enfrentamiento.
P. ?Le ha sorprendido esta ofensiva contra el Gobierno?
R. Me ha sorprendido. Yo cre¨ªa que no hab¨ªa ning¨²n problema. Hace unas semanas coincid¨ª con el presidente del Gobierno, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, en el aeropuerto de Roma, con motivo de la reuni¨®n de dirigentes europeos que se celebr¨® en la capital italiana, y le inform¨¦ de que el acto ser¨ªa reivindicativo, pero dentro de los cauces normales. Es la informaci¨®n que yo ten¨ªa del Vaticano, de las intenciones del Papa. Por tanto, me qued¨¦ sorprendido cuando percib¨ª aquel tono pol¨ªtico beligerante. Tengo que decir que no es esa la postura de la Iglesia sino de s¨®lo un sector.
P. ?Ha hablado con el Vaticano?
R. S¨ª.
P. ?C¨®mo ha acogido lo que sucedi¨® en el acto de Madrid?
R. Con sorpresa y disgusto. Nuestras relaciones con el Vaticano son buenas.
P. Usted dice que hay varios sectores en la Iglesia. ?Cu¨¢les son esos sectores?
R. Ser¨ªa un error hablar de una Iglesia ¨²nica. La Iglesia es muy plural, incluso en su jerarqu¨ªa. Hay dos l¨ªneas distintas. Por un lado, la del Papa Benedicto XVI y el Vaticano, la del presidente de la Conferencia Episcopal Espa?ola, Ricardo Blazquez, o la de los cardenales de Barcelona y Sevilla, que mantienen algunas cr¨ªticas, pero dentro de los cauces. Los discursos de la mayor¨ªa de ellos, en la concentraci¨®n de Madrid, fueron le¨ªdos porque no estuvieron presentes en ella, y se mantuvieron en la correcci¨®n. Por otro lado, est¨¢ la l¨ªnea que han marcado los cardenales de Madrid, de Valencia y alg¨²n seglar de confrontaci¨®n pol¨ªtica con el Gobierno.
P. ?A qu¨¦ atribuye la beligerancia pol¨ªtica, exhibida el domingo, del sector de Rouco y Garc¨ªa-Gasco?
R. La Iglesia espa?ola est¨¢ en un proceso electoral. En marzo, los obispos y cardenales eligen al nuevo presidente de la Conferencia Episcopal Espa?ola y su nueva direcci¨®n. Ligado a esto hay un sector de la Iglesia, incapaz de convivir con un Gobierno de izquierda, lo mismo que existe en Espa?a una parte de la izquierda, anticlerical, incapaz de convivir con la Iglesia. Son extremos que se alimentan. El gran error ahora ser¨ªa dar argumentos a este sector radical que quiere la confrontaci¨®n. Por eso, apelo a la serenidad. Ser¨ªa un error tirar por la borda el trabajo del Gobierno de toda una legislatura que empez¨® con problemas con la Iglesia y que luego se normaliz¨® con los acuerdos sobre financiaci¨®n y educaci¨®n.
P. El PSOE est¨¢ convencido de que hay una connivencia entre ese sector radical de la jerarqu¨ªa eclesi¨¢stica y el PP. Y la celebraci¨®n de un acto contra el Gobierno a casi dos meses de las elecciones es una expresi¨®n de esa connivencia ?Qu¨¦ piensa usted?
R. Estoy de acuerdo en que existe una connivencia entre un sector de la jerarqu¨ªa eclesi¨¢stica y el PP en la b¨²squeda de objetivos electorales. Pero la izquierda no debe cometer el error de politizar las relaciones con la Iglesia. Hay sectores en la Iglesia que quieren colaborar con el Gobierno en cuestiones evang¨¦licas, como el desarrollo de la Ley de Dependencia. Con esos sectores se ha dialogado sobre la asignatura Educaci¨®n para la Ciudadan¨ªa y la Ley de Memoria Hist¨®rica, y se ha llegado a acuerdos.
P. ?Qu¨¦ papel atribuye a la cadena de radio de los obispos, la Cope, en la movilizaci¨®n antigubernamental del domingo y en la situaci¨®n de tensi¨®n entre la Iglesia y el Gobierno?
R. Tiene mucho que ver. La Cope ha seguido una estrategia de confrontaci¨®n con el Gobierno desde las elecciones generales de 2004.
P. ?Qu¨¦ le ha parecido la reacci¨®n del presidente del Gobierno y del PSOE, que han replicado a los ataques de los obispos que ha sido un sector de la jerarqu¨ªa eclesi¨¢stica el que se ha apartado de la democracia?
R. El presidente Rodr¨ªguez Zapatero ha hecho lo correcto, reaccionar con energ¨ªa. Ha hecho lo que ten¨ªa que hacer, dar un pu?etazo sobre la mesa, y se?alar que la jerarqu¨ªa eclesi¨¢stica no puede seguir ese camino.
P. ?Ha hablado con el presidente?
R. S¨ª. Est¨¢ muy dolido y enfadado. Tiene la sensaci¨®n de que han abusado de su buena fe al responder a su pol¨ªtica de di¨¢logo con la Iglesia con un ataque frontal en el que se atribuye a este Gobierno nada menos que una posici¨®n antidemocr¨¢tica.
P. ?Qu¨¦ van a hacer ahora, m¨¢s all¨¢ de las palabras?
R. Tenemos que mantener la serenidad y esperar a que la Iglesia d¨¦ el paso de recomponer esta situaci¨®n. Hay muchos cat¨®licos que no comparten las posiciones que el sector radical de los obispos mantuvo el domingo. Incluso, en la misma jerarqu¨ªa eclesi¨¢stica, como los obispos de Barcelona y Sevilla, discrepan de ese sector radical. Estos sectores moderados quieren colaborar con el Gobierno en los asuntos sociales. Creo que debe haber una reacci¨®n dentro de la propia Iglesia y debe ser m¨¢s de gestos que de palabras.
P. ?Qu¨¦ gestos contempla?
R. Exigir el cambio de la l¨ªnea editorial de la Cope. Es un problema de la Iglesia porque la l¨ªnea editorial actual no representa a millones de cat¨®licos espa?oles.
P. ?No cree que esta ofensiva episcopal puede ampliar la corriente de quienes apuestan por materializar una separaci¨®n definitiva entre el Estado y la Iglesia en Espa?a?
R. No estoy de acuerdo con una separaci¨®n absoluta entre Iglesia y Estado. La Iglesia en Espa?a juega un papel cultural, hist¨®rico y de vertebraci¨®n social que tenemos que reconocer y respetar. La Iglesia es mucho m¨¢s que los purpurados. Lo que m¨¢s agradar¨ªa al PP es que tir¨¢semos por la borda, al fin de una legislatura en la que ha habido mucho di¨¢logo con la Iglesia, los consensos logrados en educaci¨®n y en tantos temas. As¨ª como la importante cooperaci¨®n en materia social e internacional.
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