'In mem¨®riam' Ettore Sottsass Jr., un grande del dise?o
ANATXU ZABALBEASCOA
El ¨²ltimo d¨ªa del a?o muri¨® en Mil¨¢n Ettore Sottsass Jr., uno de los grandes del dise?o, un tipo que se hizo un hueco en la historia m¨¢s que con un objeto concreto, que tambi¨¦n, con dos cambios radicales. El primero en cambiar fue el propio Sottsass. Nacido en Innsbruck en 1917, Sottsass Jr. lleg¨® a Italia para estudiar arquitectura en el polit¨¦cnico de Tur¨ªn. Y se qued¨® para siempre. Convertido en arquitecto, comenz¨® a saturarle la disciplina cartesiana con la que proyectaba su padre. Pero fue un viaje a Nueva York, en 1956, lo que le hizo ver el mundo de otra manera. All¨ª conoci¨®, y trabaj¨® para George Nelson. Desde ese encuentro Sottsass cambi¨® raz¨®n por emoci¨®n. Y esa b¨²squeda ha dictado toda su obra. A Nueva York regresar¨ªa dos d¨¦cadas m¨¢s tarde, en 1972, para inaugurar la exposici¨®n The new domestic landscape (El nuevo paisaje dom¨¦stico) en la que el MOMA quer¨ªa explicar c¨®mo estaba transformando la casa el nuevo dise?o italiano.
Para entonces Sottsass ya era Sottsass. Con un pie en la revoluci¨®n y otro en la ciencia (fue consultor de Olivetti, Philips o Siemens) hab¨ªa ganado un Compasso d'Oro por la Calculadora Elea, la primera fabricada en Italia, y hab¨ªa lanzado al mundo la c¨¦lebre Valentine, una m¨¢quina de escribir que llevaba color y atrevimiento al mundo laboral. Aunque es su pieza m¨¢s famosa, con el tiempo Sottsass renegar¨ªa de ella. Como "una chica con la falda demasiado corta y exceso de maquillaje", sol¨ªa describirla. Pero ese icono del dise?o conten¨ªa las claves Sottsass: el humor, la libertad, la emoci¨®n. Una d¨¦cada despu¨¦s, en 1981, una canci¨®n de Bob Dylan puso nombre al grupo Memphis que, fund¨® con arquitectos de medio mundo (de Hans Hollein a Arata Isozaki pasando por Andrea Branzi) para darle la ¨²ltima patada al cors¨¦ funcionalista de la Bauhaus. La osad¨ªa del grupo atrajo a Javier Mariscal que no dud¨® en viajar a Mil¨¢n para conocer a Sottsass y hered¨® de Mamphis humor e irreverencia.
Como Mariscal, Sottsass deja tantos disc¨ªpulos como objetos. Y todos ellos con nombre propio: de Aldo Cibic a Matteo Thun o James Irvine. La relevancia de sus alumnos habla de la calidad del maestro que, en los setenta, fund¨® tambi¨¦n Global Tools, una escuela en la que aprender en libertad. M¨¢s all¨¢ de m¨¢quinas, estanter¨ªas, cer¨¢micas (como el jarr¨®n Shiva que ide¨® para la empresa espa?ola B. D.) o cristales, Sottsass firm¨® varias viviendas unifamiliares y el interior del aeropuerto de Malpensa, en Mil¨¢n. Recibi¨® el primer Premio Barcelona de la Primavera del Disseny, aunque, los promotores de aquel festival, Juli Capella y Quim Larrea, sab¨ªan que, premi¨¢ndolo a ¨¦l, el premio se lo llevaba el festival.
Entonces, 1991, Sottsass fotografi¨® Barcelona. Era un inagotable fot¨®grafo que so?aba con hacer un libro s¨®lo con im¨¢genes, de viajes, o de las habitaciones de hotel donde dorm¨ªa con una mujer. Ten¨ªa la costumbre de fotografiarlas. Nunca dej¨® de hacer fotos. Ni de trabajar. Su ¨²ltima muestra, abierta en Trieste hasta el 14 de marzo, e inaugurada con motivo de su 90 cumplea?os, se titula Querr¨ªa saber por qu¨¦.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.