El plan que duplica Vigo

El Ayuntamiento de Vigo remitir¨¢ ma?ana a la Xunta el plan general de urbanismo aprobado por el pleno municipal con la oposici¨®n del PP. El plan, que ha tenido una elaboraci¨®n larga (siete a?os) y t¨¦cnica y pol¨ªticamente azarosa, prev¨¦ duplicar la dimensi¨®n de la ciudad. De marcado car¨¢cter residencial, el pleno desarrollo del plan admitir¨ªa la construcci¨®n de 112.661 viviendas, de las que 48.444 (el 43%) ser¨ªan viviendas protegidas. Esta variable residencial ha resultado el aspecto que m¨¢s pol¨¦mica ha suscitado, singularmente en la ¨²ltima fase de elaboraci¨®n del documento, al aumentar en un 20% las reservas para vivienda de precio tasado. Pero en esas cifras hay una alta componente te¨®rica.

Sobre la seguridad jur¨ªdica del plan existen informes contradictorios

59 ¨¢mbitos comenzar¨¢n a desarrollarse en cuanto se apruebe

La demanda de ese n¨²mero de viviendas supondr¨ªa un crecimiento demogr¨¢fico de la ciudad en los pr¨®ximos 20 a?os an¨¢logo a los de Alemania o Jap¨®n tras la Segunda Guerra Mundial, no menos de 100.000 habitantes, lo cual resulta altamente improbable. Entre 1980 y 2005, por ejemplo, la poblaci¨®n viguesa aument¨® en 34.570 habitantes, y entre 2003 y 2006 perdi¨® 4.303, seg¨²n el padr¨®n municipal. Tampoco, ni en el propio plan ni en ninguno otro del Gobierno central o de la Xunta, est¨¢n previstas actuaciones que justifiquen esos niveles de demanda. Incluso las reservas de suelo industrial (algo m¨¢s de dos millones de metros cuadrados), sobre el que potencialmente se asentar¨ªan nuevas empresas que generar¨ªan empleo y poblaci¨®n, se destinan en su mayor parte a reubicar empresas ya existentes.

El propio calendario del plan prev¨¦ la construcci¨®n de 53.567 viviendas desde este a?o hasta 2014. Ser¨ªa, por proximidad, el referente m¨¢s fiable, y tampoco demasiado firme, ya que hay que considerar una holgura del 20% al 30%, de manera que las viviendas finalmente acabadas en ese periodo podr¨ªan ser 37.500, y de ellas unas 15.000 protegidas.

Estas cantidades estar¨ªan m¨¢s en consonancia con la demanda real de vivienda, incluyendo el posible retorno de los miles de vigueses que se han domiciliado en municipios pr¨®ximos por la imposibilidad de acceder a una vivienda de precio razonable en la ciudad. ?ste ha sido el principal argumento en la defensa del aumento de vivienda protegida. Sus detractores aducen que ya hab¨ªa una previsi¨®n de suficientes viviendas de este car¨¢cter en la anterior redacci¨®n (36.000 en el total te¨®rico), pero sin la homogeneidad que otorga su actual distribuci¨®n por todos los ¨¢mbitos edificables ni mayor prevalencia en el calendario de ejecuci¨®n.

Ahora, la propia estrategia de crecimiento que acompa?a el plan se?ala la prioridad de ocupar en sus primeras fases el espacio interno que marca la Ronda, la arteria principal del plan, de creaci¨®n enteramente nueva y pol¨¦mica. Su trazado atraviesa transversalmente el municipio, por una orograf¨ªa cambiante que requerir¨¢ pasos a nivel y t¨²neles, lo que suscita dudas sobre su condici¨®n de v¨ªa urbana. Podr¨ªa funcionar, m¨¢s bien, como una autov¨ªa. Se?ala sobre el plano una frontera para intensificar la urbanizaci¨®n del espacio interno que delimita y fomenta la cohesi¨®n con la actual malla urbana, antes de desparramar construcciones por ¨¢mbitos m¨¢s perif¨¦ricos. Esta estrategia evita tambi¨¦n una ocupaci¨®n extensiva del territorio municipal y contribuye a la sostenibilidad del plan.

La Xerencia de Urbanismo controlar¨¢ su desarrollo con esas prioridades, que tambi¨¦n parecen encajar de mejor manera la incertidumbre abierta actualmente en el sector de la construcci¨®n y promoci¨®n inmobiliaria y las dudas sobre el periodo de vigencia real del propio plan, pol¨¦mico desde su nacimiento, contradictorio despu¨¦s de siete a?os de tramitaci¨®n y, en fin, amenazado por una previsible cascada de impugnaciones y demandas que acaso encuentren eco en una sentencia judicial, pero en ning¨²n caso en el corto plazo.La inseguridad jur¨ªdica ha sido la invocaci¨®n m¨¢s frecuente de los detractores del plan, que en ¨²ltima instancia se remiten a los promotores y a los propietarios de terrenos del rural, obligados a digerir en sus expectativas de negocio el incremento de un 20% de suelo para vivienda protegida sobre lo que ya hab¨ªa. El PP y la federaci¨®n vecinal ofician meramente de valedores pol¨ªticos de los anteriores. En ese cap¨ªtulo habr¨ªa que incluir, aunque con otras motivaciones, a muchos de los propietarios de las 14.500 viviendas cuya calificaci¨®n del suelo ha cambiado y, por tanto, ser¨ªan susceptibles de expropiaci¨®n en caso de que se necesitase para construir infraestructuras.

Pero la falta de acuerdo en la aceptaci¨®n de las normas, contra lo que se ha reiterado hasta la saciedad, no introduce mayor inseguridad jur¨ªdica, como tampoco la garantiza el consenso seg¨²n demuestra el plan de 1993, actualmente vigente y en su momento aprobado por unanimidad, lo que no evit¨® la posterior ristra de sentencias contra algunas de sus actuaciones, que el actual plan legaliza para evitar derribos que llevar¨ªan al Ayuntamiento a la bancarrota. (Se legalizan las construcciones con licencia; sobre las dem¨¢s seguir¨¢n operativas las ¨®rdenes de derribo).

La eventual anulaci¨®n del plan se deber¨ªa a que no se ha sometido a una nueva exposici¨®n p¨²blica despu¨¦s de introducir cambios sustanciales en los denominados sistemas generales de planeamiento. La asociaci¨®n de promotores, Aproin, blandi¨® esa amenaza cuando, tras la fase de alegaciones, se suprimieron cinco kil¨®metros de la Ronda, que hasta ese momento se consideraba intocable como eje primordial del plan.

Ahora habr¨ªa que a?adir otros cambios sustanciales en los sistemas generales que tambi¨¦n, te¨®ricamente, requerir¨ªan nueva exposici¨®n p¨²blica. Es el caso de la depuradora, inicialmente emplazada en Bouzas y que se construir¨¢ en el mismo lugar que la actual. De los trazados del AVE, que ten¨ªan otra configuraci¨®n. O incluso, como prefieren los promotores, por el incremento generalizado de suelo para vivienda protegida.

Los informes t¨¦cnicos al respecto, realizados todos por juristas de prestigio, llegan a conclusiones distintas, como se ha visto, y lo mismo cabr¨ªa se?alar sobre el pronunciamento de los tribunales: no existe una jurisprudencia clara que permita adelantar acontecimientos.

Izquierda Unida (IU) y Alternativa Veci?al, una plataforma muy beligerante con el plan, ahora y antes, ponen el ¨¦nfasis en sus carencias medioambientales. El plan no se ha sometido a evaluaci¨®n de impacto ambiental por admitirlo as¨ª la Conseller¨ªa de Medio Ambiente. IU ha reclamado en el Parlamento Europeo que la Xunta y el Ayuntamiento cumplan esa exigencia. Ambos, sin embargo, garantizan que se acata al requerirse en cada una de las fichas que desarrollan el planeamiento un estudio espec¨ªfico que eval¨²e la prevenci¨®n de la contaminaci¨®n ac¨²stica y electromagn¨¦tica dentro de cada ¨¢mbito, adem¨¢s del seguimiento de otros indicadores ambientales que deber¨¢ realizar el Ayuntamiento.

Seg¨²n Alternativa Veci?al, no cumplen esos requisitos los 59 ¨¢mbitos con ordenaciones detalladas que empezar¨¢n a desarrollarse una vez que Pol¨ªtica Territorial d¨¦ el visto bueno al plan: plaza de Espa?a, margen izquierda de Gran V¨ªa, Tom¨¢s Alonso, Barrio do Cura..., por citar los m¨¢s c¨¦ntricos. A Pol¨ªtica Territorial le cabe poner condiciones para avalar el plan antes de que entre en vigor, como ya hizo hace un a?o. Alguna de las correcciones que exigi¨® entonces no ha sido subsanada, ya se ver¨¢ si con argumentos suficientes. En el Ayuntamiento conf¨ªan en que se mantendr¨¢ "no menos del 97%" del actual documento.