Cena con la Times o con la Helv¨¦tica
Un recorrido por el grafismo de los restaurantes a trav¨¦s del mundo
Un modelo es McDonald's. El trazo de una monta?a amarilla sobre fondo rojo es, desde 1955, una forma de identificar Estados Unidos y un modo de vida. Es una marca con impacto visual que se recuerda con facilidad, que llega a convertir la hamburguesa en un icono. En el local de Oxford Street de Londres se utiliza un r¨®tulo luminoso digital con mensajes corporativos, como las frases conceptuales de Jenny Holzer. El ejemplo para el entorno de la comida r¨¢pida y bocadillos es uno de los 37 lugares que el periodista y editor Grant Gibson ha visitado en todo el mundo para escribir su libro A la carta. Dise?o gr¨¢fico para restaurantes (Gustavo Gili, 2007).
La tipograf¨ªa crea un contexto para la experiencia gastron¨®mica
Espa?a aporta a este recorrido cuatro locales, la mitad ya cerrados
Espa?a aporta a este recorrido cuatro locales, la mitad ya cerrados, lo que convierte las im¨¢genes en documento, adem¨¢s de se?alar la fragilidad de un negocio. En Barcelona se ha detenido en Noti, con grafismo de Elena Barta; Oven, de Grafica, y Camper FoodBALL, de Mart¨ª Guix¨¦ (la marca de zapatos abandon¨® esta l¨ªnea de comida hace a?o y medio), y en Madrid, Calle 54, del Estudio Mariscal, convertido en un Thai Gardens. Domina Estados Unidos y Reino Unido, con ocho firmas, estamos cerca de Francia, con cinco, y no aparece Italia, aunque se puede visitar Jap¨®n, Dubai y Singapur.
La lista se presenta por orden alfab¨¦tico de sus dise?adores, donde hay un amplio dominio de firmas de estudio. Grant Gibson reivindica el eclecticismo al presentar todo tipo de restaurantes, en hoteles, barrios populares, ¨®peras, y tiene el mismo tratamiento sobre el dise?o gr¨¢fico, que en contadas ocasiones lo identifica como minimal o conceptual. Siempre a trav¨¦s de las opiniones de sus creadores, el local tiene una historia que se narra entre el due?o y el dise?ador, las influencias con el interiorismo y la arquitectura, el tratamiento espec¨ªfico del logotipo (la marca), la elecci¨®n de la familia de tipograf¨ªas (hay un sentimiento sobre las fuentes cl¨¢sicas, como la Helv¨¦tica, Times, Garamond o Futura, con interpretaciones), las im¨¢genes (empleo de fotograf¨ªas o Internet) y los colores.
"Todo es importante en un espacio de restauraci¨®n, el nombre, la tipograf¨ªa, en general la comunicaci¨®n gr¨¢fica de un restaurante (me refiero tambi¨¦n a colores de mobiliario y paredes, texturas y aplicaciones) prepara un contexto con el que el cliente, de forma inconsciente, contrasta con la experiencia gastron¨®mica obtenida en el local, y de este contraste sale la percepci¨®n real que tiene esta persona del restaurante como marca, y como tal se posiciona en el ranking personal de sitios donde comer", declara Mart¨ª Guix¨¦ (Camper, Desigual). Tras cinco a?os de experiencia con el Noti, Elena Barta, due?a y grafista, dice que la gr¨¢fica y la memoria del antiguo peri¨®dico "envejece como el buen vino".
Hay quien se lo juega a un s¨ªmbolo, como 40 Sardines, de Kansas, que multiplica en carta, papeles y cerillas (con las prohibiciones, s¨®lo recuerdo del local), a una palabra, como Avec, de Chicago, y a una letra, como Craft, de Nueva York, una Futura convertida en marca, mientras que Kong, de Par¨ªs, necesita la colaboraci¨®n del dise?ador Philippe Starck para mezclar Europa-Asia en los rostros femeninos de los respaldos de butacas de corte en metacrilato (su inventor estuvo en el infierno de Woody Allen). El grafismo se mete en la ¨®pera de Estocolmo, en el Operak?llaren, de una forma radical, y se extiende a la cadena de bocadillos Pulp, de Bruselas, hasta llenar las paredes de Oven de geometr¨ªas, y M¨¦xico. Los reclamos son evidentes en El Bocadito, de Nueva York, con el arte callejero; el punk rock en White Trash, de Berl¨ªn, o en las copas de c¨®ctel de OQO de Londres y la forma del edificio en Angl'Opera, de Par¨ªs. La m¨²sica provoca el reggae gr¨¢fico de Kakao, de Berl¨ªn, y el "aire canalla" de las leyendas del jazz de Calle 54. El lenguaje visual domina EAT, de Londres, y el antilogo de Country, de Nueva York, hasta con un toque de humor en el juego de Kemuri, de Tokio.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.