El candidato afroamericano moviliza EE UU
El ¨ªmpetu de Obama agita la participaci¨®n pol¨ªtica y electoral
Las cuatro manzanas de Elm Street que pueden considerarse el centro de la ciudad de Manchester, en New Hampshire, se las repart¨ªan ayer, mientras los electores se acercaban a votar en las primarias, una amplia gama de activistas pol¨ªticos que, con toda la energ¨ªa y originalidad de que eran capaces, trataban de defender sus diferentes causas y candidatos.
En cierta medida este peque?o rinc¨®n del noreste era la muestra de lo que est¨¢ ocurriendo m¨¢s silenciosamente en muchas otras partes del pa¨ªs: un movimiento pol¨ªtico de creciente intensidad que est¨¢ llevando mucha m¨¢s gente a las urnas y que puede ser el veh¨ªculo de un cambio de gran magnitud en Estados Unidos.
Las principales razones de ese movimiento tienen que ver, por supuesto, con la emoci¨®n de la actual campa?a electoral y, sobre todo, con la seducci¨®n por el fen¨®meno Barack Obama y el efecto de reacci¨®n que tiene entre sus rivales. Aunque, probablemente, tambi¨¦n se explica por la fatiga de ocho a?os de George Bush, que han agotado a la sociedad estadounidense con dos guerras sin victoria, pero que, sobre todo, la han destruido an¨ªmicamente con asuntos como Guant¨¢namo, las c¨¢rceles secretas o las torturas.
La consecuencia inmediata ha sido un aumento significativo de la afluencia electoral. En Iowa se dobl¨® el n¨²mero de los participantes en los caucuses, con el destacable matiz de que la mitad de los que acudieron no hab¨ªan asistido jam¨¢s a estas reuniones.
En New Hampshire se esperaba ayer confirmar esa tendencia. La secretar¨ªa del Interior del Estado (responsable de estos asuntos) esperaba, seg¨²n los primeros datos de participaci¨®n, que el n¨²mero de votantes rondase el medio mill¨®n, lo que supondr¨ªa cerca del doble de la participaci¨®n de hace cuatro a?os.
Es dif¨ªcil que el incremento de la participaci¨®n se repita en otros Estados en los que la atenci¨®n de los medios no es similar a la que se produce en Iowa y New Hampshire. Pero s¨®lo con que se mantenga parcialmente el flujo de inter¨¦s visto hasta ahora podemos estar ante una nueva realidad pol¨ªtica en este pa¨ªs.
Mucho de ello depende, sin duda, de Barack Obama. Cualquiera que sea la suerte que su candidatura corra a partir de ahora, la presencia del candidato afroamericano en esta campa?a ha revitalizado la vida pol¨ªtica en Estados Unidos. La movilizaci¨®n electoral es una prueba. El entusiasmo de sus seguidores, tambi¨¦n. Incluso sus rivales dentro del Partido Dem¨®crata y en el Partido Republicano, lo admiten.
La m¨¢s comprometida -quiz¨¢ tambi¨¦n la m¨¢s estimulada- por esta situaci¨®n es Hillary Clinton, que en las elecciones de ayer estuvo por encima de lo esperado despu¨¦s de verse obligada a dar una dif¨ªcil pelea para recuperar su espacio pol¨ªtico, muy difuminado en la actualidad. Algunos asesores de Clinton admiten en privado que su campa?a intentar¨¢ un nuevo arranque en el supermartes del 5 de febrero, donde se celebran elecciones en Estados m¨¢s grandes y en los que su candidatura es m¨¢s fuerte, como Nueva York, New Jersey o California. Pero antes de eso es posible, seg¨²n el diario The New York Times, que se produzcan cambios entre los responsables de la campa?a.
Como los candidatos republicanos, Clinton busca c¨®mo revertir a su favor la movilizaci¨®n generada por Obama. La ex primera dama intenta convencer a los partidarios de su rival de que, entendida la pasi¨®n que el joven senador despierta, lo m¨¢s sensato es darle a ella la nominaci¨®n como candidata a la presidencia. "Hay una diferencia entre hablar y hacer cosas, entre la ret¨®rica y la realidad", dec¨ªa Clinton al final de su campa?a en New Hampshire.
John McCain, el vencedor ayer en las primarias republicanas de New Hampshire por delante de Mitt Romney, considera "una buena noticia" el impulso dado por Obama a la campa?a electoral y ha confiado en reconducir en su propio beneficio parte de esa energ¨ªa. "El senador Obama merece sin duda todo el reconocimiento, pero espero que los electores entiendan en el ¨²ltimo momento que ¨¦l es un liberal y yo un conservador", declar¨® McCain.
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