Cambios para seguir siendo diferentes

Ferrari es ¨²nica. Y la Scuderia, como as¨ª se hacer llamar la divisi¨®n de F¨®rmula 1 de la marca m¨¢s laureada de la historia de las carreras, lleva muchos a?os tratando de demostrarlo. Cualquier persona que trabaje para il cavallino rampante asegura sentirse profundamente orgullosa. Ferrari es una forma de entender el automovilismo, las carreras y, seg¨²n afirman los que son parte de ella, una forma de entender la vida.

As¨ª ha sido siempre por deseo expreso de Enzo, Il Comendatore, quien la fund¨® en la ciudad italiana de M¨®dena en 1929. Y as¨ª sigue, tambi¨¦n en la F-1, que es la punta de lanza de la marca de Maranello, incluso a pesar del ciclo de cambios que se han producido en las entra?as de Ferrari en el ¨²ltimo a?o, y que comenz¨® cuando el alem¨¢n Michael Schumacher, siete veces campe¨®n del mundo y considerado por la mayor¨ªa como el mejor piloto de la historia, se retir¨® al terminar la temporada 2006.

"Sin Schumacher, el equipo toma m¨¢s protagonismo en las decisiones", dice Gen¨¦

Domenicali entr¨® en Ferrari en 1991 y ha pasado por casi todas sus ¨¢reas

"Cuando Michael se retir¨®, la forma de trabajar de Ferrari cambi¨® bastante", asegura Marc Gen¨¦, piloto probador del equipo italiano. "Schumacher marcaba claramente la direcci¨®n, y el equipo le segu¨ªa. Desde que Kimi [Raikkonen] y Felipe [Massa] son los dos pilotos titulares, el equipo en general adquiere m¨¢s protagonismo en las decisiones. Antes, la l¨ªnea era la que marcaba Michael", esgrime el piloto catal¨¢n. Gen¨¦ se subi¨® ayer por primera vez al F2008, el monoplaza de la pr¨®xima temporada, para realizar unas pruebas aerodin¨¢micas en el circuito de Vairano, una pista privada que tiene dos rectas de m¨¢s de tres kil¨®metros de longitud.

Sin embargo, el adi¨®s de Schumi no ha sido el ¨²nico en los ¨²ltimos tiempos. Le sigui¨® Ross Brawn, el director t¨¦cnico, que se tom¨® un a?o sab¨¢tico cuando el alem¨¢n colg¨® el mono de carreras antes de anunciar en esta pretemporada que ha fichado por Red Bull. Qued¨® en un segundo plano Rory Byrne, jefe de dise?o. Y ahora les ha seguido Jean Todt, que hasta la pasada temporada ocupaba el cargo de director de la gesti¨®n deportiva y que ha sido promocionado a consejero delegado de la marca, al lado de Luca Cordero di Montezemolo, el presidente.

El puesto que Todt llevaba desempe?ando desde 1993 ha pasado a manos de Stefano Domenicali, un trabajador que entr¨® en Ferrari en 1991 y que la marca ha domesticado durante todo este tiempo, en el que lo ha movido por multitud de departamentos con el fin de que se empapara de la esencia de la compa?¨ªa. "He cumplido muchos a?os de formaci¨®n hasta llegar aqu¨ª", explica Domenicali, "y he podido aprender en un ¨¢ngulo de 360 grados los valores y lo que significa Ferrari", asegura el nuevo responsable del equipo de carreras, que ahora tiene 45 a?os y entr¨® en la marca cuando ten¨ªa 29. En los 16 siguientes, Domenicali ha pasado del ¨¢rea industrial a la deportiva, despu¨¦s a la administrativa, m¨¢s tarde a la de personal, y tambi¨¦n ha sido gestor del circuito de Mugello, donde ejerci¨® como director de carreras. En los ¨²ltimos a?os siempre ha trabajado en la sombra, al lado de Jean Todt, del que se considera "como un hijo a nivel profesional".

Por lo que se deduce de lo que ¨¦l mismo ha dicho estos d¨ªas en la estaci¨®n de esqu¨ª italiana de Madonna di Campiglio, Domenicali ha interiorizado de f¨¢bula los valores de la marca italiana. "Mi llegada comportar¨¢ alg¨²n cambio a nivel operativo, pero desde fuera no se ver¨¢, y siempre manteniendo la filosof¨ªa que en su d¨ªa implant¨® nuestro Comendatore", esgrime el dirigente italiano.

Si Domenicali se muestra encantado con su nuevo rol, Raikkonen se mostr¨® ayer encantado con el recibimiento que encontr¨® en Ferrari hace un a?o. Aunque no lo exterioriz¨® mucho. "Me abrieron las puertas para que conociera la marca y hasta ahora me han tratado muy bien. No tengo ninguna queja", dijo ayer el campe¨®n del mundo, murmullando, sin cambiar el tono, como cuando uno habla en sue?os. Hay cosas que no cambian.