Bush pide a Israel que se retire de los territorios ocupados
EE UU solicita compensaciones econ¨®micas para los refugiados palestinos
El presidente estadounidense ha ejercido durante dos jornadas de reuniones pol¨ªticas una fuerte presi¨®n sobre los l¨ªderes israel¨ªes y palestinos para que alcancen un acuerdo de paz, pero con un marcado sesgo a favor de su aliado hebreo. Tras entrevistarse ayer en Ramala con el presidente palestino, Mahmud Abbas, George W. Bush asegur¨® que Israel "debe poner fin a la ocupaci¨®n que comenz¨® en 1967".
Aunque a rengl¨®n seguido llegaron los matices. La retirada nunca ser¨ªa completa, tal como exige Naciones Unidas desde hace 40 a?os. "Creo", apostill¨®, "que un acuerdo exige ajustes en las fronteras fijadas en el armisticio de 1949 para reflejar la realidad actual sobre el terreno". En palabras llanas, los tres bloques de asentamientos en territorio ocupado, habitados por 120.000 colonos, permanecer¨ªan bajo soberan¨ªa israel¨ª. A pesar de que Bush habl¨® tambi¨¦n de "un Estado palestino viable y contiguo", dej¨® claro un apunte que agradar¨¢ al primer ministro Ehud Olmert, al referirse a Israel como "la patria del pueblo jud¨ªo".
La inclinaci¨®n del mandatario estadounidense hacia las tesis israel¨ªes tambi¨¦n se apreci¨® en el espinoso asunto de los refugiados palestinos. La calificaci¨®n de Israel -donde viven mill¨®n y medio de palestinos- como "Estado jud¨ªo" es inaceptable para cualquier dirigente ¨¢rabe. No obstante, Bush, que la v¨ªspera hab¨ªa hablado del "derecho al retorno", para inquietud de sus interlocutores hebreos, puntualiz¨® ayer: "Estimo que debemos establecer un Estado palestino y nuevos mecanismos, incluidas compensaciones econ¨®micas, para resolver la cuesti¨®n de los refugiados".
Semejante posici¨®n de Bush no es de recibo para Abbas. El sucesor de Yasir Arafat dijo, en la conferencia de prensa conjunta en la Mukata, que las demandas palestinas pasan por crear "un Estado con Jerusal¨¦n como capital y el final del problema de los refugiados seg¨²n las resoluciones de la ONU", que establece el derecho al retorno a ciudades y pueblos hoy en suelo de Israel. Y reclam¨® al presidente de EE UU que ejerza su influencia sobre Olmert para que elimine 500 controles militares y obst¨¢culos a la libertad de movimientos que convierten la vida en Cisjordania, territorio algo m¨¢s extenso que La Rioja, en un tormento. Bush asinti¨®, pero tambi¨¦n expres¨® su comprensi¨®n por las urgencias de seguridad de Israel.
?Y sobre Jerusal¨¦n? Bush pas¨® de puntillas sobre el tema m¨¢s delicado: "Entiendo que la soluci¨®n a este problema ser¨¢ uno de los desaf¨ªos m¨¢s complicados en el camino hacia la paz, pero es ¨¦ste el camino que hemos elegido".
Embargado por un optimismo que casi nadie comparte, Bush desafi¨® a los esc¨¦pticos que ven muy improbable un pacto para la creaci¨®n de un Estado palestino, y reiter¨® lo proclamado en Annapolis en noviembre: "Estoy convencido de que las partes adoptar¨¢n decisiones dif¨ªciles. Creo que es posible que firmen un acuerdo antes de que concluya mi mandato". A Abbas le advirti¨®: la alternativa al rechazo de ese Estado "es el caos".
Resulta evidente que un eventual acuerdo no supondr¨ªa el nacimiento del Estado palestino. Antes habr¨ªa que desmantelar las milicias y que Ham¨¢s cediera el control de Gaza. "No habr¨¢ paz si el terrorismo desde Gaza contin¨²a", avis¨® Olmert. El marginado Ham¨¢s, que en palabras de Bush "s¨®lo ha tra¨ªdo miseria a los palestinos", ha sido la diana de los ataques del dignatario norteamericano.
Aludi¨® Bush a que Abbas es el dirigente palestino democr¨¢ticamente elegido, pero eludi¨® recordar que la Casa Blanca presion¨® a Israel para que Ham¨¢s participara en las elecciones de enero de 2006, en las que logr¨® un triunfo contundente.

"Es la ocupaci¨®n, est¨²pido"
Un despliegue policial apabullante, nunca visto en Ramala, no impidi¨® que dos centenares de palestinos desafiaran la prohibici¨®n de manifestarse durante la breve visita de George W. Bush a la capital de Cisjordania.
"Es la ocupaci¨®n, est¨²pido", rezaba una pancarta portada por una mujer en la c¨¦ntrica plaza de Manara, parafraseando una de las acusadoras frases lanzadas contra George Bush, padre, desde la organizaci¨®n de la campa?a electoral de Bill Clinton. Otros carteles tildaban de "criminal de guerra" al mandatario, al que acusaban de "matar de hambre a mill¨®n y medio" de personas en Gaza. A un kil¨®metro, en la Mukata, se entrevistaba Bush con el presidente palestino, Mahmud Abbas. Los barrios adyacentes permanecieron desiertos. Los 4.000 agentes no dejaban caminar a los transe¨²ntes por las avenidas, y a los vecinos de los edificios pr¨®ximos a la Mukata se les aconsej¨® no asomarse a las ventanas. Los francotiradores estadounidenses vigilaban.
Una encuesta revelaba ayer que casi el 80% de los israel¨ªes opina que el proceso de Annapolis caer¨¢ en saco roto. Entre los palestinos, el porcentaje se aproximar¨ªa mucho al 100%. "Me parece bien que venga Bush. Pero, por supuesto, nada se va a arreglar. Ya hemos tenido Oslo, Camp David, Taba, la Hoja de Ruta. Hemos escuchado demasiadas promesas", opinaba Mohamed, que se atrevi¨® a mostrar pancartas en p¨²blico. El comerciante Maruan agreg¨®: "Me importa un bledo la visita, y no s¨®lo a m¨ª, puedes preguntar a cualquiera. Los pol¨ªticos viven en otro mundo".
La polic¨ªa palestina se emplea en las ¨²ltimas semanas con extrema dureza contra todo conato de desobediencia. Los simpatizantes de Ham¨¢s no asoman el cuello. Entre los manifestantes se pod¨ªa ver a bastantes acarreando banderas de Al Fatah, el partido de Abbas. "Llevamos 40 a?os luchando contra la ocupaci¨®n y ahora la polic¨ªa palestina hace lo mismo que los soldados israel¨ªes", concluye Mohamed.
De Kuwait a Egipto pasando por Arabia
- El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, viaja hoy a Kuwait dentro de la gira por la zona. All¨ª tiene previsto reunirse con el emir y con el general David Petraeus, comandante de las tropas en Irak. En los d¨ªas siguientes Bush recorrer¨¢ Bahrein, los Emiratos ?rabes Unidos y Arabia Saud¨ª para terminar su gira el pr¨®ximo 16 de enero en Egipto.
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