Marlaska ve coincidencias en el relato de malos tratos de los dos terroristas

El juez Fernando Grande-Marlaska apreci¨® ayer la existencia de coincidencias en el relato de supuestos malos tratos que los presuntos etarras Igor Portu y Mattin Sarasola, ambos incomunicados, han realizado, uno en San Sebasti¨¢n y otro en Madrid. El magistrado destaca tambi¨¦n varias discrepancias, pero precisa que lo ocurrido son "circunstancias que no pueden obviarse, m¨¢s bien todo lo contrario, dentro de la conformaci¨®n de un Estado de derecho". Las consideraciones del juez Marlaska figuran en el auto de prisi¨®n de Sarasola por su participaci¨®n en el atentado contra la T-4 de Barajas, el coche bomba que explosionaron en un pinar de Castell¨®n y el atentado contra una discoteca en Navarra.

Igor Portu asegura que los agentes le metieron la cabeza en un r¨ªo

El juez destaca que los dos presuntos etarras estaban "en situaci¨®n de incomunicaci¨®n, es decir, sin contacto alguno con terceros". Y que es por eso por lo que adquieren m¨¢s valor las coincidencias entre las declaraciones prestadas por Portu en San Sebasti¨¢n y Sarasola en Madrid. ?ste, sin embargo, no hab¨ªa denunciado malos tratos ante el forense que lo atendi¨® el primer d¨ªa.

Las tres coincidencias son que "no se opusieron a la detenci¨®n"; que, "aun cuando en el lugar de la detenci¨®n hab¨ªa varios Patrol de la Guardia Civil, no exist¨ªa un control se?alizado como tal" y, finalmente, que "antes de ser llevado a calabozos [Sarasola] fue trasladado a una pista forestal donde le golpearon". El juez recuerda que Portu tambi¨¦n habl¨® de un paraje de esas caracter¨ªsticas, y en el momento inmediatamente posterior a la detenci¨®n.

El auto precisa: "Es igualmente cierto que existen discrepancias con Igor, ya que ¨¦ste afirma que escuch¨® un disparo, y entendi¨® que era una simulaci¨®n de ejecuci¨®n en la persona de Mattin, mientras que este ¨²ltimo refiere c¨®mo le colocaron una pistola en la sien, pero no le dispararon". Entre las discrepancias, a?ade: "Es cierto igualmente que Mattin ha referido que desde la detenci¨®n no ha vuelto a ver a Igor, pero que escuch¨® gritos de dolor en las dependencias de la Guardia Civil de Madrid, estimando que cre¨ªa pod¨ªan proceder de Igor, pero que no podr¨ªa asegurarlo".

El juez no entra a valorar si los hechos son constitutivos de malos tratos, porque eso compete al juzgado de San Sebasti¨¢n, y precisa que las declaraciones policiales de Mattin no son imprescindibles para determinar su participaci¨®n en los delitos que se le imputan. "Su consideraci¨®n judicial actual", dice, "estriba en elementos tan esenciales como las armas, municiones aprehendidos en su poder, con origen en un robo materializado por ETA, as¨ª como explosivos localizados en los zulos. Zulos localizados, no por su declaraci¨®n, sino por la ingente y encomiable labor de la Guardia Civil, que ha sabido interpretar la documentaci¨®n aprehendida, ayudando no s¨®lo a la comprobaci¨®n de los delitos imputados sino igualmente a evitar su utilizaci¨®n criminal por otros miembros de la organizaci¨®n terrorista".

Igor Portu, que ingres¨® ayer en la prisi¨®n de Martutene (Guip¨²zcoa), relat¨® en su declaraci¨®n ante el juez que investiga el origen de sus lesiones (una costilla rota, neumot¨®rax y "m¨²ltiples" hematomas) que los guardias que lo detuvieron en Mondrag¨®n le dieron "pu?etazos y tortazos" y le sumergieron la cabeza "en un r¨ªo". El etarra asegura que los malos tratos empezaron 50 minutos despu¨¦s del arresto, que fue pac¨ªfico, dice. Esta versi¨®n fue avalada por el ¨²nico testigo de los hechos, que ha resultado ser un familiar de Jes¨²s Mar¨ªa Zabarte, el carnicero de Mondrag¨®n, un dirigente etarra detenido en 1984.

La versi¨®n oficial indicaba que las lesiones se produjeron al emplear los agentes la fuerza en la detenci¨®n, ya que los etarras intentaron huir al pedirles que les mostraran las mochilas. Tras el arresto, Portu sostiene que lo llevaron junto a un r¨ªo, a unos dos kil¨®metros de Mondrag¨®n, donde le "pegan en el vientre, costillas y cabeza" y le metieron la cabeza en "un r¨ªo". Antes de conocerse el auto y la declaraci¨®n de Portu, el PP y el PSOE bloquearon en el Congreso una petici¨®n de los grupos minoritarios para que el ministro del Interior, Alfredo P¨¦rez Rubalcaba, compareciera para dar explicaciones sobre las circunstancias de la detenci¨®n de los etarras.